Según Reuters, las partes acordaron suspender temporalmente el límite de deuda de 31,4 billones de dólares hasta el 1 de enero de 2025, para que el gobierno pueda obtener préstamos para pagar sus cuentas. A cambio, el gasto público, excluido el gasto en defensa, en el año fiscal 2024 se mantendrá en los niveles actuales y aumentará un máximo del 1 % en 2025.
Se aplicarán nuevos requisitos laborales a los beneficiarios de cupones de alimentos. El gobierno también pondrá fin a la condonación de préstamos estudiantiles a finales de agosto. El plan del presidente Joe Biden para cancelar $430 mil millones en deuda estudiantil no se ve afectado, ya que está a la espera de un fallo de la Corte Suprema. El acuerdo también agiliza el proceso de aprobación de algunos proyectos energéticos, recupera fondos de ayuda por la COVID-19 no utilizados y crea un mecanismo para obligar a las agencias a ahorrar dinero antes de tomar medidas que afecten los ingresos y el gasto.
En una declaración en la Casa Blanca esta mañana, el presidente Biden afirmó que el acuerdo contribuyó a disipar la amenaza de impago, al tiempo que afirmó que no había cedido demasiado. El líder instó a la Cámara de Representantes y al Senado a aprobar rápidamente el acuerdo para "cumplir con su deber y construir la economía más sólida de la historia del mundo".
Del lado republicano, algunos afirman que se trata más de una victoria política que de una victoria sustancial, ya que no aborda las causas subyacentes del déficit presupuestario. McCarthy reconoció que no cumplía con todas sus exigencias, pero predijo que la mayoría de los republicanos aprobaría el acuerdo. "Y con el apoyo de Biden, espero que su partido lo respalde", declaró McCarthy.
ABC News informó que tanto la Casa Blanca como los líderes de la Cámara están trabajando para comunicar y explicar el acuerdo a los legisladores y obtener el apoyo necesario. Se espera que la Cámara vote el 31 de mayo. Mientras tanto, en el Senado, cualquier miembro puede bloquear la votación durante días. Sin embargo, con el apoyo de los líderes bipartidistas del Senado, es probable que se obtengan 60 votos suficientes para anular cualquier posible intento de demora. El Senado podría votar sobre el acuerdo el 2 de junio o a finales de esta semana, antes de la fecha límite del 5 de junio que, según ha advertido el Departamento del Tesoro, pone en riesgo el pago de la deuda.
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