En el mundo financiero moderno, pocas empresas tienen la influencia imponente de Nvidia, cuyos movimientos bursátiles tienen el potencial de sacudir el S&P 500, donde representa casi el 8% del índice.
Así pues, mientras el gigante de los chips se prepara para desvelar su último informe financiero, ya no se trata de la historia de una sola empresa, sino de una señal, un barómetro de la salud de toda la industria tecnológica y de la psicología de los inversores globales.
Han sido dos años extraordinarios para Nvidia, que se ha transformado de fabricante de chips gráficos en la empresa más valiosa del planeta, con una capitalización bursátil superior a los 4 billones de dólares. Chips como el Blackwell B200 se han convertido en la columna vertebral que impulsa las superpotencias de IA de Microsoft, Meta, Amazon y Alphabet. Pero todo lo bueno tiene un final.
Se espera que este informe del segundo trimestre sea el primer capítulo de una nueva era: una era de crecimiento "excelente", en lugar de una "utopía".
Panorama financiero: Cuando el crecimiento vertiginoso comienza a desacelerarse
Según las previsiones de Bloomberg, Nvidia anunciará cifras con las que cualquier empresa soñaría: ingresos de 46.200 millones de dólares (un 53% más que el año anterior) y un beneficio por acción (BPA) de 1,01 dólares (un 49% más). Se espera que el segmento de centros de datos, pilar fundamental de la revolución de la IA, aporte 41.200 millones de dólares.
Sin duda, son resultados impresionantes. Pero para Wall Street, el contexto siempre es más importante que las cifras. Entre 2023 y 2024, Nvidia registró cinco trimestres consecutivos de crecimiento de ingresos de tres dígitos, una hazaña casi sin precedentes. Ahora, el crecimiento se ha reducido a dos dígitos.
Esta desaceleración, si bien inevitable, plantea la pregunta fundamental que ha inquietado a los inversores durante meses: ¿Cuánto tiempo puede durar esta racha de éxitos milagrosa?
La atención se centrará en los pequeños pero importantes detalles: el progreso de los envíos del superchip GB200, los planes para la próxima generación de chips Blackwell Ultra y, sobre todo, las previsiones de la dirección para el próximo trimestre. Unas previsiones incluso ligeramente inferiores a las expectativas podrían suponer una pérdida de cientos de miles de millones de dólares en capitalización bursátil.

A pesar de las turbulencias en las políticas, las acciones de Nvidia han subido un 35% desde principios de año y casi un 44% en los últimos 12 meses. En julio, la compañía se convirtió en la primera en alcanzar una capitalización de mercado de 4 billones de dólares (Foto: Getty).
"Dolor de cabeza" geopolítico : El juego de ajedrez de 8 mil millones de dólares en China
Si la desaceleración del crecimiento es una nube gris, las tensiones geopolíticas con China son una tormenta. Este informe reflejará por primera vez en su totalidad el impacto de la volátil «guerra arancelaria» de la administración Trump.
La cadena de acontecimientos en torno a Nvidia es dramática. En abril, Washington prohibió repentinamente a la compañía vender su línea de chips H2O exclusivamente a China. En julio, se levantó la prohibición y parecía que se abría la puerta. Pero apenas un mes después, un nuevo acuerdo obligó a Nvidia a entregar el 15 % de sus ingresos por ventas de H2O a China al gobierno estadounidense.
Nvidia había previsto que este cargo podría reducir sus beneficios del segundo trimestre hasta en 8.000 millones de dólares. Esto supone un duro golpe, un arancel directo a la principal fuente de ingresos de la compañía. Los analistas de KeyBanc advirtieron que si Nvidia excluyera por completo los ingresos directos procedentes de China en sus previsiones para el tercer trimestre, la cifra probablemente sería significativamente inferior a las expectativas del mercado.
La situación se complica aún más por las recientes advertencias de Pekín a las empresas chinas sobre los riesgos de seguridad que representan los chips de Nvidia. Si bien el gigante estadounidense ha negado las acusaciones, la presión proviene de ambos lados. Entretanto, Nvidia estaría desarrollando un nuevo chip para China basado en la arquitectura Blackwell, pero su lanzamiento requerirá la aprobación de Washington.
Es evidente que la trayectoria empresarial de Nvidia en el mercado de mil millones de personas se está volviendo más accidentada que nunca.
Detrás de las cifras: Temores de una "burbuja de IA" y las lecciones de las "cincuenta empresas más importantes"
A pesar de las dificultades, las acciones de Nvidia han subido un 35% en lo que va del año. El optimismo de Wall Street parece ilimitado. Pero esta euforia plantea una preocupación sistémica mayor: ¿Estamos ante una burbuja de la IA?
Incluso uno de los pioneros de esta revolución, el CEO de OpenAI, Sam Altman, admite: “¿Estamos en una etapa en la que los inversores se están entusiasmando demasiado con la IA? Creo que sí”, afirma.
Algunos analistas más experimentados incluso han comparado la euforia actual con el colapso del grupo de las "Cincuenta Grandes" de la década de 1970. Este grupo de 50 empresas estadounidenses líderes de la época (como Xerox e IBM) se consideraban inversiones para "comprar y mantener a largo plazo". Sus precios alcanzaron niveles absurdos hasta que la burbuja estalló durante la crisis de 1973-1974, lo que provocó que el valor del grupo se desplomara en más del 50%.
Arun Sai, estratega senior de Pictet Asset Management, lanzó una severa advertencia, basándose en esa lección histórica: "Puedes ser una gran empresa, pero no necesariamente una gran acción si el precio es incorrecto".
Cinco décadas después, se plantea la misma pregunta sobre los “Siete Magníficos”. ¿Están sus valoraciones de billones de dólares infladas por la ola de la IA?
La carrera armamentista de la IA y la gran cuestión del beneficio
La fiebre por la IA ha creado lo que Arun Sai denomina un «foco de crecimiento hiperconcentrado». En una economía estadounidense en desaceleración, la IA se ha convertido en un rayo de esperanza, un importante motor del crecimiento del PIB. Esto ha desatado una carrera armamentista de gasto sin precedentes. Amazon planea invertir 85 000 millones de dólares en IA el próximo año, mientras que Microsoft prevé una cifra que alcanza los 100 000 millones.
Pero esta carrera desenfrenada por el dinero tarde o temprano se enfrentará a una dura realidad: la rentabilidad. Un reciente estudio del MIT frenó el entusiasmo general al revelar que el 95% de las empresas encuestadas aún no han recuperado su inversión en IA, a pesar de las enormes sumas gastadas.
La presión por demostrar la eficacia va en aumento, sobre todo con la irrupción de nuevos competidores como la china DeepSeek, que desafían el mercado con productos más económicos pero igualmente potentes. El sector de la IA está entrando en una fase donde el retorno de la inversión (ROI) se convertirá en el indicador clave, y no solo el potencial de la tecnología.
El informe de ganancias del segundo trimestre de Nvidia es más que la historia de una empresa. Es la historia de la convergencia entre la tecnología disruptiva, la poderosa política y las leyes inmutables de los mercados financieros. Nvidia está en la cima, pero también se mueve en una delgada línea entre la creciente demanda y los riesgos macroeconómicos, entre las valoraciones récord y los temores de una recesión cíclica.
Los resultados, que se anunciarán próximamente, serán un indicador clave. No solo determinarán la suerte de millones de inversores, sino que también podrían ser una predicción sobre el rumbo de la era de la IA: si continuará siendo una revolución sostenible o simplemente una fiebre del oro brillante pero efímera.
Fuente: https://dantri.com.vn/kinh-doanh/nvidia-truoc-gio-g-cuoc-choi-260-ty-usd-dinh-doat-thoi-dai-ai-20250827225450058.htm






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