Un equipo de investigación de la Universidad de Kyushu (Japón) publicó este notable descubrimiento en la revista Geophysical Research Letters, mostrando que durante la fase de recuperación de la tormenta, las nubes delgadas y ricas en iones de metales –llamadas capa E dispersa– aumentaron dramáticamente.
La capa E, ubicada entre 90 y 120 kilómetros sobre el nivel del mar, alberga nubes de partículas metálicas ionizadas. Aunque su espesor es de tan solo 1 a 5 kilómetros, estas nubes son inusualmente densas y aparecen y desaparecen con gran rapidez. En el nuevo estudio, los científicos descubrieron que la capa E se vuelve especialmente activa después de que la tormenta solar alcanza su punto máximo y comienza a amainar.
Los científicos han descubierto que unas raras nubes ionosféricas, conocidas como capas E, surgieron esporádicamente en todo el planeta durante una reciente tormenta solar, lo que aporta nuevos conocimientos sobre los efectos pasados por alto del clima espacial.
Utilizando datos de 37 radares terrestres (ionosondas) combinados con información de la red de satélites COSMIC-2, el equipo creó el mapa global más detallado hasta la fecha de ocurrencias de la capa E dispersa durante y después de la tormenta. Estos fenómenos fueron más prominentes en el Sudeste Asiático, Australia, el Pacífico Sur y el Pacífico Oriental.
Cabe destacar que las nubes E dispersas no son localizadas, sino que muestran una tendencia global. Según el modelo observacional, las nubes se forman primero cerca de los polos y luego se extienden gradualmente a latitudes más bajas, lo que indica la influencia de una onda atmosférica a gran escala causada por la tormenta.
Esta simulación MAGE muestra los eventos del 10 al 11 de mayo de 2024, mostrando cómo la Tierra fue impactada por una poderosa tormenta geomagnética. Los satélites en órbita se muestran en blanco, las seis naves espaciales GDC propuestas se muestran en naranja, las líneas del campo magnético se muestran de naranja a morado, y la velocidad del viento solar se registra en azul. Mientras tanto, los niveles de corriente del campo eléctrico se representan en nubes azules.
“Al estudiar la tormenta geomagnética del Día de la Madre, la mayoría de los científicos se han centrado en la capa F de la ionosfera, que es la más ionizada y se encuentra entre 150 y 500 kilómetros sobre el suelo”, explicó el profesor Huixin Liu, investigador principal de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Kyushu. “Sin embargo, queríamos comprobar si la capa E, a la que se le ha prestado poca atención, respondería a un evento tan potente. Y lo que descubrimos fue realmente interesante”.
Nuestro análisis muestra que las capas E dispersas se forman durante la fase de recuperación tras el paso de la tormenta principal. Se observan inicialmente en latitudes altas cerca de los polos y luego se extienden gradualmente a latitudes más bajas. Este patrón de propagación sugiere que el aumento de la capa E podría deberse a la perturbación de los vientos neutros en la región de la capa E, añadió Liu.
El estudio de la capa E es importante porque estas nubes pueden perturbar las señales de radio en las bandas de HF y VHF, lo que afecta directamente a las comunicaciones globales. El equipo espera que este descubrimiento facilite una comprensión más profunda de cómo se forman las nubes ionizadas en la ionosfera y cómo se ven afectadas por las tormentas solares.
“Ahora sabemos que las capas E dispersas aumentan durante la fase de recuperación de las tormentas solares. Esto nos permite predecir mejor su ocurrencia basándonos en las características de propagación encontradas en nuestro estudio y, por lo tanto, reducir el riesgo de futuras interrupciones de las comunicaciones”, concluyó el profesor Liu. “También planeamos analizar datos de otras tormentas solares para esclarecer mejor este fenómeno único”.
Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/sieu-bao-mat-troi-giai-phong-nhung-dam-may-kim-loai-hiem-trong-tang-khi-quyen-trai-dat/20250521091103089
Kommentar (0)