Durante los calurosos días de verano, muchas personas recurren al agua helada, al helado o a los alimentos fríos para refrescarse. Sin embargo, este hábito a veces conlleva problemas de salud, especialmente dolor de garganta, fiebre o amigdalitis.
Las amígdalas, también conocidas como amígdalas palatinas, son dos masas de tejido linfoide ubicadas a ambos lados de la garganta. Se consideran el primer "escudo" del cuerpo, cuya función es impedir que las bacterias y los virus entren en las vías respiratorias.
La amigdalitis se produce cuando las amígdalas se inflaman, se enrojecen y pueden llenarse de pus debido a bacterias o virus. Esta afección es común tanto en niños como en adultos, especialmente durante los cambios de clima o cuando el sistema inmunitario está debilitado.

La amigdalitis suele aparecer durante periodos de cambios climáticos o cuando las defensas están reducidas. (Foto: Unsplash).
Según el Dr. Le Ngoc Chau, del Hospital Universitario de Medicina y Farmacia de Ciudad Ho Chi Minh (Sucursal 3), la amigdalitis puede aparecer repentinamente (aguda) o prolongarse durante un tiempo (crónica). Los síntomas más comunes son dolor de garganta, sobre todo al tragar, acompañado de fiebre leve o alta. Ambas amígdalas suelen estar rojas e inflamadas, e incluso puede aparecer pus blanquecino en las cavidades.
Los pacientes también presentan mal aliento, ronquera o afonía, inflamación de los ganglios linfáticos del cuello, fatiga y pérdida del apetito. En los niños, la amigdalitis suele causar irritabilidad, pérdida del apetito, dificultad para dormir o sibilancias nocturnas.
El Dr. Chau afirmó que alrededor del 70% de los casos de amigdalitis son causados por virus, el resto son causados por bacterias, incluyendo el estreptococo del grupo A.
Sin embargo, la enfermedad suele comenzar o empeorar cuando se combina con muchos otros factores de riesgo, como cambios bruscos de clima que dificultan la adaptación del cuerpo, un sistema inmunológico debilitado o un ambiente de vida contaminado; el polvo, el humo del cigarrillo o los productos químicos pueden dañar fácilmente la mucosa de la garganta, creando condiciones para el crecimiento de bacterias.
Además, los hábitos de vida poco saludables, como beber agua demasiado fría, comer helado con regularidad, dormir en una habitación con aire acondicionado a una temperatura demasiado baja o bañarse de noche, también aumentan el riesgo.
Una higiene bucal deficiente también es una causa importante, ya que la acumulación de bacterias en la garganta y las amígdalas puede provocar infecciones.
Según el Dr. Le Ngoc Chau, los alimentos fríos no causan directamente la amigdalitis, pero pueden aumentar el riesgo de padecerla. Cuando el cuerpo está caliente y suda mucho, la mucosa de la garganta se dilata; la entrada de agua fría provoca una constricción repentina de los vasos sanguíneos. Este fenómeno reduce el flujo sanguíneo y la inmunidad local, lo que sensibiliza la mucosa de la garganta y la hace susceptible a virus y bacterias, desencadenando así la amigdalitis.
Para proteger las amígdalas y las vías respiratorias durante la temporada de calor, el Dr. Chau recomienda limitar el consumo de agua muy fría y, en su lugar, utilizar agua fresca o a temperatura ambiente.
La higiene bucal también es importante: cepillarse los dientes al menos dos veces al día y hacer gárgaras con solución salina después de las comidas o antes de acostarse.
Además, debes aumentar tu resistencia con un estilo de vida saludable: bebe suficiente agua (entre 1,5 y 2 litros al día), come muchas verduras y frutas verdes ricas en vitamina C, como naranjas, pomelos y fresas; al mismo tiempo, duerme lo suficiente y haz ejercicio con regularidad.
También se debe tener cuidado de evitar cambios bruscos de temperatura ambiental; por ejemplo, no entrar inmediatamente en una habitación con aire acondicionado cuando el cuerpo todavía está húmedo por el sudor o acaba de entrar del sol, y no dejar que el ventilador o el aire acondicionado sople directamente sobre la cara mientras se duerme.
Si aparecen síntomas como dolor de garganta, fiebre, amígdalas inflamadas o ganglios linfáticos inflamados, debe consultar a un médico lo antes posible para obtener un diagnóstico y tratamiento oportunos y evitar que la enfermedad progrese.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/su-that-thuc-pham-lanh-gay-dau-hong-viem-amidan-20250830075344475.htm






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