Tailandia elige Hudson
La Asociación de Fútbol de Tailandia (FAT) acaba de anunciar a Anthony Hudson como entrenador en jefe, pocos días después de separarse de Masatada Ishii.
Los medios tailandeses describieron esta decisión como una "medida estratégica", pero para la mayoría de los aficionados al fútbol tailandeses fue una apuesta arriesgada más que una elección segura.

Hudson, nacido en Estados Unidos y ciudadano británico, entrenó a Nueva Zelanda de 2014 a 2017.
Durante el período en que el fútbol se vio afectado por la pandemia de Covid-19, Hudson se unió al cuerpo técnico de la selección nacional de Estados Unidos como asistente de Gregg Berhalter.
En la primera mitad de 2023, el excentrocampista del West Ham, de 44 años, asumió como entrenador interino de Estados Unidos, donde dirigió cinco partidos, ganando dos, empatando dos y perdiendo uno.
El nombre de Hudson se asocia en gran medida con los equipos de la región de Oceanía, donde el nivel de competencia y el entorno competitivo nunca se han considerado comparables con los de Asia, Europa o Sudamérica.
Lo que logró con Nueva Zelanda –ganar la Copa de Naciones de la OFC 2016 y clasificarse para los play-offs del Mundial 2018– es un logro notable.
Sin embargo, este logro aún está lejos del estándar que Tailandia aspira a alcanzar: volver a la posición número 1 en el sudeste asiático y alcanzar el nivel continental.
La FAT tenía buenas razones para elegir a Hudson. Anteriormente fue Director Técnico de la Federación y también dirigió BG Pathum.
Nualphan Lamsam, o la multimillonaria Madam Pang, y los funcionarios de la FAT creen que Hudson entiende la estructura, la gente y el potencial del sistema de fútbol tailandés.
Se cree que su nombramiento como entrenador en jefe, inicialmente de manera interina, tiene como objetivo garantizar la "continuidad" en el proceso de transición después de la partida de Masatada Ishii.
Hudson habla inglés, tiene experiencia en fútbol occidental y, lo que es más importante, está dispuesto a colaborar con expertos locales en el desarrollo de jóvenes.
En teoría, se trata de un coach con una visión moderna, que ha trabajado en un entorno profesional en Estados Unidos y tiene experiencia en la construcción de estrategias a largo plazo.
Preguntas para la ambición
Sin embargo, las desventajas de esta elección también son evidentes. Hudson nunca ha demostrado su capacidad para liderar un equipo al más alto nivel. Cuando dirigió a Estados Unidos, no dejó una huella táctica significativa.
A los ojos de muchos aficionados tailandeses, es "más un manager que un verdadero entrenador", alguien más acostumbrado a apoyar y planificar, en lugar de alguien que cambia directamente el curso de un partido.

En comparación con nombres como el legendario Kiatisuk o el "fracaso" Akira Nishino, Hudson no tiene un currículum que cause una impresión inmediata.
El fútbol tailandés está empezando a dividirse. Un bando cree que Hudson puede aportar una nueva mentalidad, acortando la distancia entre el desarrollo juvenil y la selección nacional, y ayudando a los "Elefantes de Guerra" a aspirar a la Copa Asiática de 2027 con una base sólida.
Pero otros sostienen que FAT está tomando un riesgo: de una nación líder en fútbol en el sudeste asiático, están eligiendo un entrenador que aún no ha demostrado su valía al más alto nivel.
Un importante periódico incluso escribió: "Si Tailandia otorga plena autoridad basándose únicamente en el entendimiento interno, podría desperdiciar varios años más de experimentación".
El contexto hace que esta decisión sea aún más delicada. El Sudeste Asiático está sumido en la agitación: Malasia se recupera de un escándalo de naturalización, e Indonesia despidió a Patrick Kluivert tras solo unos meses.
En medio de ese caos, Tailandia quería presentarse como un punto de apoyo estable. Sin embargo, eligió a un entrenador cuya carrera estuvo marcada por comienzos inconclusos.
Anthony Hudson podría aportar algo nuevo: disciplina, ciencia y una perspectiva más global al fútbol tailandés. Pero para convencer al público, necesita algo más que un plan de desarrollo o discursos enérgicos.
El fútbol tailandés, tras años de exceso de confianza, ahora necesita resultados concretos. Atrapado entre la ambición y el escepticismo, Hudson tendrá mucho que hacer para demostrar que es digno de clasificarse para la Copa Asiática de 2027 y conquistar la Copa ASEAN de 2026.
Fuente: https://vietnamnet.vn/thai-lan-thue-hlv-anthony-hudson-tham-vong-and-hoai-nghi-2455849.html










Kommentar (0)