Monitor continuo de glucosa (MCG). (Fuente: Clínica Sydenham) |
Con más de 38 millones de estadounidenses viviendo con diabetes, una enfermedad que ocurre cuando los niveles de azúcar en sangre son altos porque el cuerpo no produce suficiente insulina o se vuelve resistente a la insulina, lo que causa daños graves al corazón, los riñones y la visión, el CGM es una herramienta revolucionaria.
En lugar de tener que pincharse la sangre repetidamente a lo largo del día, los usuarios simplemente se colocan un pequeño parche sensor en el brazo o el abdomen. Una pequeña aguja penetra suavemente la piel, mide la concentración de glucosa en el líquido intersticial y envía datos cada pocos minutos a un teléfono o dispositivo portátil. Esta tecnología ayuda a los pacientes a ajustar sus dosis de insulina con precisión y a monitorizar la respuesta de su cuerpo a cada comida o sesión de ejercicio, algo que antes era casi imposible.
Sorprendentemente, la gran mayoría de los usuarios de MCG actuales no padecen diabetes. Gracias a las agresivas campañas de marketing de empresas de tecnología sanitaria y personas influyentes, los MCG se han convertido en un artículo imprescindible para quienes se apasionan por controlar su salud personal al detalle, ayudándoles a "conocerse mejor" a través de los datos de glucemia después de cada comida o ejercicio.
Ante esta situación, los expertos médicos advierten de una tendencia peligrosa: utilizar CGM sin indicaciones clínicas.
Hay poca evidencia de que el CGM sea útil para personas con niveles normales de azúcar en sangre, afirma el Dr. Jody Dushay, endocrinólogo del Centro Médico Beth Israel Deaconess.
Un cuerpo sano regula muy eficientemente el azúcar en la sangre, explica. Las fluctuaciones de azúcar después de las comidas son completamente normales. El problema es que muchas personas se preocupan demasiado por estas pequeñas fluctuaciones, que pueden generar una sensación de malestar cuando no lo hay.
El experto también advirtió que los dispositivos no siempre son precisos y en ocasiones pueden arrojar resultados engañosos, sobre todo si no se reciben las instrucciones adecuadas.
Mientras tanto, las personas sin factores de riesgo de diabetes usan monitores simplemente por curiosidad, afirmó el Dr. David Kessler. Tras haber usado un MCG para investigación mientras escribía su libro, Kessler admitió que «es una herramienta interesante para experimentar».
Para las personas con prediabetes, obesidad o antecedentes de diabetes gestacional, el MCG puede ser una herramienta útil. Sin embargo, para el resto de nosotros, controlar las lecturas de glucosa en sangre cuando nuestro cuerpo funciona con normalidad puede generar ansiedad innecesaria y un estilo de vida dependiente de las cifras, afirmó el Dr. Dushay.
Fuente: https://baoquocte.vn/thiet-bi-do-duong-huet-lien-tuc-loi-bat-cap-hai-323071.html
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