
Foto: Tien Thanh - TL.
Este año, cuando revisé el examen de graduación de la escuela secundaria en matemáticas, de repente sonreí al leer una pregunta que parecía “árida con números y símbolos”, pero calentó el alma del campo: “Para la industria de la acuicultura, controlar la cantidad de medicamentos residuales en el agua…”.
Las matemáticas han sido etiquetadas durante mucho tiempo como una materia académica fría, árida y poco práctica. ¡Pero no! Esta forma de plantear preguntas acerca las matemáticas a los problemas cotidianos: con las personas, con la agricultura , con el medio ambiente. Variaciones de funciones, derivadas, logaritmos... cobran de repente vida al situarse en el contexto de los estanques de camarones, los estanques de peces, las pruebas de residuos de fármacos y la responsabilidad por el entorno que nos rodea.
Un examen de matemáticas, pero también una lección de vida significativa. La pregunta no solo requiere que los estudiantes resuelvan funciones exponenciales, sino que también nos recuerda la importancia de proteger los recursos hídricos, un recurso vital. Nos recuerda las dificultades y preocupaciones de los camaroneros y piscicultores, que se enfrentan a requisitos cada vez más estrictos en materia de seguridad alimentaria, exportación y estándares internacionales. Una pregunta que parece puramente una cuestión de calcular datos, pero que abre muchas dimensiones de asociación y reflexión.

El valor de esta forma de plantear preguntas no solo reside en el conocimiento matemático, sino también en el mensaje de la integración multidisciplinaria: abarca las ciencias ambientales, el conocimiento químico, el pensamiento económico , la ética profesional y, sobre todo, la concienciación comunitaria. El estudiante que hoy resuelve ese problema podría ser mañana un "empresario agrícola" que cree tecnología para el tratamiento de aguas residuales, un "funcionario agrícola" que se enfrente a políticas de trazabilidad, o un joven científico que cree un medicamento sin residuos tóxicos.
El conocimiento surge de las preguntas. Quisiera expresar mi sincera y profunda gratitud al profesor que investigó la cuestión que abordó las preocupaciones de los agricultores y la profesión agrícola. Una pregunta de examen recordó ingeniosamente a la sociedad: la agricultura no es una simple industria laboral, sino un vasto espacio de ciencia y creatividad. A partir de un pequeño problema matemático, podemos ver la imagen de la agricultura moderna: existen las matemáticas en la modelización agrícola, la contabilidad en el cálculo de inversiones y costos, la tecnología de la información en la automatización y la recuperación de datos, y la biología en la mejora de variedades y el control de enfermedades.

Este examen sugiere un punto importante: sin importar lo que estudies —ingeniería, medicina, periodismo, arquitectura—, puedes dedicarte a la agricultura si tienes espíritu de servicio. Porque la agricultura no se trata solo de producir arroz o pescado, sino de la vida, el medio ambiente, la comunidad y la cultura de una nación. Cuando la historia de los agricultores se incluye en el examen de matemáticas, es también el momento en que las escuelas, la sociedad y los responsables de la prueba, juntos, siembran una semilla en los corazones de las jóvenes generaciones: la semilla de la conexión entre el conocimiento y la vida, entre el estudio y la práctica, entre la carrera y la responsabilidad social.
Y ciertamente, en el futuro, habrá estudiantes que hoy hagan diligentemente sus exámenes, que más tarde se convertirán en personas que resuelvan diligentemente problemas más grandes: el problema económico de integrar los múltiples valores de una agricultura ecológica, inteligente y sostenible, el medio ambiente, de modo que cada producto agrícola vietnamita sea la "respuesta" cristalizada de la mente y el corazón.
Fuente: https://giaoducthoidai.vn/thong-diep-tich-hop-da-nganh-trong-de-thi-toan-post737681.html
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