Compara la distribución de puntuaciones de 9 sujetos
El viceministro de Educación y Formación, Pham Ngoc Thuong, afirmó que el Examen de Graduación de Bachillerato de 2025 fue un gran éxito, garantizando el cumplimiento de los objetivos establecidos por el Partido, la Asamblea Nacional, el Gobierno y el Primer Ministro. Estos objetivos incluyen la valoración y el reconocimiento de la graduación de bachillerato, el registro de los resultados de doce años de estudio de los alumnos, la evaluación de la gestión y la calidad de la educación general, lo que sirve de base para ajustar las políticas educativas, invertir en infraestructuras y mejorar los programas para docentes y estudiantes, y proporcionar datos fiables para el acceso a la universidad.
Los cambios en la orientación, la estructura y el planteamiento de las preguntas se han evidenciado claramente a través de la distribución de las puntuaciones de las asignaturas del examen, lo que refleja el nivel de diferenciación y las tendencias en la innovación educativa .
Matemáticas: Esta asignatura resulta difícil para el alumnado medio. La distribución de puntuaciones de 2025 ha cambiado significativamente: la puntuación media ha descendido de 6,45 a 4,78, y la mediana de 6,8 a 4,6. El porcentaje de alumnos con calificaciones inferiores a la media se ha disparado hasta el 56,4 % (frente al 17,5 % en 2024), pero el número de candidatos que obtuvieron la máxima puntuación (10) ha aumentado notablemente hasta los 513. Esto demuestra que el examen ha adquirido mayor practicidad y se ha adaptado a diferentes niveles, pero también pone de manifiesto la urgente necesidad de una enseñanza de las matemáticas sostenible, que evite la formalidad.


Literatura: Mantener la estabilidad en la innovación. Si bien la puntuación media disminuyó ligeramente de 7,23 a 7,0 y el porcentaje de estudiantes que obtuvieron ≥7 puntos se redujo al 59,6%, la distribución de las puntuaciones se mantuvo estable. La prueba empleó materiales ajenos al libro de texto, lo que incrementó la exigencia de argumentación y razonamiento, contribuyendo a limitar la memorización de los textos de ejemplo. Aunque no existía la opción de 10 puntos, muchos estudiantes alcanzaron los 9,75 puntos, lo que demuestra que se estaban adaptando gradualmente al nuevo método de evaluación.


Inglés: Aunque es una asignatura optativa, el inglés sigue siendo popular, con un 30,19 % de estudiantes inscritos en el examen. La puntuación media bajó ligeramente de 5,51 a 5,38; el porcentaje de estudiantes con una puntuación igual o superior a 7 disminuyó hasta el 15,1 %, mientras que el 38,2 % obtuvo una puntuación inferior a la media. La prueba fue larga, utilizó numerosos ejemplos prácticos, evaluó con precisión el dominio del idioma, pero también puso de manifiesto la necesidad de mejorar la enseñanza de lenguas extranjeras en la educación secundaria. La distribución de las puntuaciones de inglés es uniforme, según los expertos en educación, y «muy homogénea», sin presentar ya los dos picos de años anteriores.


Física: La calidad ha mejorado significativamente. La puntuación media aumentó de 6,67 a 6,99; el porcentaje de puntuaciones inferiores a 5 puntos disminuyó al 9,8 %. El número de candidatos que obtuvieron 10 puntos aumentó notablemente de 55 a 3929. El examen desarrolló las habilidades de los alumnos con buen y excelente rendimiento y mantuvo una buena clasificación, lo que refleja la eficacia del nuevo enfoque pedagógico.


Química: Se observan indicios de una disminución en su atractivo. La puntuación media bajó de 6,68 a 6,06; el porcentaje de alumnos que obtuvieron ≥7 puntos es solo del 33,7%, mientras que casi el 30% obtuvo menos de 5 puntos. El número de alumnos que obtuvieron 10 puntos se redujo prácticamente a la mitad (de 1287 a 625). El número de estudiantes que optaron por presentarse al examen disminuyó drásticamente, de más del 32% al 20,6%. Esto demuestra la necesidad de innovar en los métodos de enseñanza para hacer que la Química resulte más accesible y atractiva.


Biología: Desequilibrio entre orientación y aptitud. Aunque solo el 6% del alumnado optó por presentarse al examen, la puntuación media descendió a 5,78; el 32,4% obtuvo menos de 5 puntos, y solo el 25,1% alcanzó 7 o más puntos. Si bien el número de estudiantes que obtuvieron 10 puntos aumentó ligeramente, la distribución de las puntuaciones reflejó la elección de asignaturas inadecuadas para la aptitud, lo que pone de manifiesto la necesidad de una mayor orientación vocacional y combinaciones más apropiadas.


Historia: Sigue siendo la asignatura optativa más popular (41,3%). Distribución de puntuaciones estable: La puntuación media se mantiene en 6,52, y el porcentaje de puntuaciones ≥7 ha disminuido hasta el 25,15%. Aunque el número de puntuaciones de 10 puntos ha disminuido, el porcentaje por cada 1000 candidatos ha aumentado ligeramente. El examen ha permitido una diferenciación más clara, lo que reafirma la posición de Historia dentro del grupo de asignaturas sociales.


Geografía: Si bien la puntuación media disminuyó de 7,19 a 6,63, el número de respuestas con 10 puntos se duplicó (de 3,175 a 6,907). La mediana bajó ligeramente, y el porcentaje de respuestas ≥7 puntos se situó en el 45,3%, pero el examen resultó relativamente abierto, fomentando el pensamiento práctico. Geografía sigue siendo la segunda asignatura optativa con mayor número de candidatos (40,9%), lo que demuestra su interés constante.


Educación Económica y Jurídica: Ya no se observa una avalancha de altas calificaciones. El número de personas que se presentan a la prueba ha disminuido drásticamente, hasta el 21,15%, en comparación con más del 50% en 2024. La puntuación media ha bajado de 8,16 a 7,69, pero ningún candidato ha suspendido. Si bien el porcentaje de candidatos que obtienen ≥7 puntos sigue siendo alto (78,1%), la distribución de las puntuaciones demuestra que la prueba se ha diseñado para diferenciar mejor, realizando una selección eficaz sin generar presión.


Distribución de calificaciones de las nuevas asignaturas en el primer examen de graduación
El examen de graduación de bachillerato de 2025 incluirá tres nuevas asignaturas: Tecnologías de la Información, Tecnología Agrícola y Tecnología Industrial. Aunque el número de candidatos aún es reducido, las primeras impresiones son positivas.
En Informática, 7602 candidatos (0,65 %) realizaron el examen, con una puntuación media de 6,78 y una mediana de 6,75. La distribución de las puntuaciones fue buena: el 47,6 % obtuvo una puntuación de 7 o superior, solo el 11,2 % obtuvo una puntuación inferior a 5 y no hubo suspensos. Sesenta candidatos obtuvieron la máxima puntuación (10), lo que demuestra que el examen fue adecuado y acorde a sus capacidades, abriendo perspectivas de desarrollo para la materia.
La tecnología agrícola obtuvo la puntuación media más alta (7,72), con una mediana de 7,75 y una baja desviación estándar (1,17). El 78,4 % de los estudiantes obtuvo 7 puntos o más, solo el 2,15 % obtuvo menos de 5 y no hubo ninguna calificación reprobatoria. Hubo 101 candidatos que obtuvieron 10 puntos. Sin embargo, el número de candidatos fue aún reducido (1,89 %), lo que requiere un mayor enfoque en la orientación escolar.
La asignatura de Tecnología Industrial presenta un rango de calificaciones bajo: promedio de 5,79, mediana de 5,6; solo el 25,6 % obtuvo una calificación de 7 o superior y el 34 % obtuvo una calificación inferior a 5. Si bien no hubo calificaciones reprobatorias, solo 4 estudiantes obtuvieron la máxima calificación (10). La elevada desviación estándar (1,54) refleja una gran diferenciación, lo que evidencia la necesidad de mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, así como de brindar una orientación más clara para el desarrollo de recursos humanos para el sector industrial.

Un buen examen de diferenciación permite que los buenos estudiantes tengan la oportunidad de brillar.
El examen de graduación de bachillerato de 2025 marca un cambio importante, pasando de la evaluación del conocimiento a la evaluación de la capacidad, algo que queda claramente demostrado a través de la distribución de las puntuaciones de las asignaturas.
Matemáticas es un ejemplo destacado: aunque la puntuación media bajó considerablemente, 513 candidatos obtuvieron la máxima puntuación (10), lo que demuestra que el examen diferenció adecuadamente y permitió a los alumnos más destacados demostrar sus habilidades. En literatura, si bien la puntuación media disminuyó ligeramente, el rango de puntuaciones se mantuvo estable, con muchos estudiantes obteniendo entre 9,25 y 9,75 puntos. El examen fue innovador, ya que utilizó materiales ajenos al libro de texto y exigió un razonamiento y una capacidad de análisis rigurosos.
El primer examen de informática tuvo un comienzo positivo: puntuación media de 6,78; casi el 48 % obtuvo 7 puntos o más; ningún suspenso; 60 candidatos obtuvieron 10 puntos. El examen se consideró dentro del nivel de habilidad, clasificado y no difícil.
Otras asignaturas como Física (la puntuación media aumentó, 10 puntos aumentaron 71 veces), Tecnología Agrícola (media 7,72; casi el 80% obtuvo 7 o más), Geografía (10 puntos se duplicaron)... demuestran que las preguntas del examen están construidas científicamente, se ajustan a la capacidad y apoyan la innovación en la enseñanza y el aprendizaje.
El examen de 2025 será más difícil y estará mejor diferenciado para cumplir con los dos objetivos principales: la graduación y el ingreso a la universidad. Si bien la puntuación media de muchas asignaturas ha disminuido, el número de asignaturas con puntuación máxima de 10 puntos ha aumentado de 10.878 (en 2024) a 15.331 (en 2025). La estructura del examen es adecuada: la parte básica está dirigida a estudiantes de nivel medio, mientras que la parte avanzada sirve para la clasificación. Gracias a ello, el examen es popular y permite identificar a los estudiantes más destacados. A nivel nacional, 9 candidatos obtuvieron la puntuación perfecta de 30/30 en las distintas asignaturas y 2 estudiantes con las mejores calificaciones lograron una puntuación total de 39/40 en 4 asignaturas, lo que reafirma el espíritu de autoaprendizaje y la orientación hacia el desarrollo personal.

El alto nivel de dificultad genera presión, y muchas asignaturas van perdiendo gradualmente su atractivo.
A pesar de muchos cambios positivos, el examen de 2025 aún reveló limitaciones. En primer lugar, el nivel de dificultad aumentó rápidamente, lo que provocó que muchos estudiantes se sintieran abrumados. En Matemáticas, hasta el 56,4 % de los candidatos obtuvieron una puntuación inferior a la media, es decir, más de 650 000 estudiantes. En particular, el número de candidatos con una puntuación igual o inferior a 1 aumentó drásticamente de 76 a 777. En Biología, hasta el 32,4 % de los exámenes obtuvieron una puntuación inferior a 5 puntos, un fuerte incremento en comparación con el 13,4 % en 2024; en Química, la tasa de puntuaciones inferiores a la media casi se duplicó, pasando del 15,8 % al 30 %.
Aunque el inglés ya no es obligatorio y solo el 30% de los estudiantes se presenta al examen, la puntuación media ha disminuido ligeramente, el porcentaje de calificaciones de 7 o superior ha caído drásticamente (del 25,2% al 15,1%) y el número de calificaciones de 10 es solo de 141, una cuarta parte del año anterior. Esto demuestra que el examen no es fácil, incluso aunque los candidatos hayan sido seleccionados mediante un proceso de selección riguroso.
Lo más preocupante es que muchas asignaturas están perdiendo atractivo gradualmente: el número de candidatos que se presentan a Química ha disminuido del 32,47 % al 20,61 %; Biología se ha reducido casi cinco veces, de 342 000 a 70 000; Tecnología Industrial cuenta con tan solo 2290 candidatos, lo que representa el 0,2 % del país. Todas estas asignaturas obtienen bajas calificaciones, lo que no genera confianza entre los estudiantes. Incluso Geografía, que forma parte del grupo de ciencias sociales, ha experimentado un fuerte descenso en las calificaciones promedio, con un aumento del porcentaje de calificaciones inferiores a 5 puntos del 4,37 % al 18,69 %, lo que demuestra que las asignaturas de ciencias sociales también son más difíciles.
Principales causas de los cambios en la distribución de puntuaciones
En primer lugar, el examen de graduación de bachillerato de 2025 cambiará de enfoque según el Programa de Educación General de 2018, que se aplicó por primera vez en el grado 12, aunque todavía presenta puntos en común con el programa anterior. Muchas asignaturas muestran claramente un nuevo enfoque: mayor número de preguntas prácticas, énfasis en la aplicación de habilidades y menor memorización. Este cambio genera una diferencia significativa en la distribución de calificaciones, especialmente en Matemáticas e Inglés.
En segundo lugar, la distribución de las puntuaciones se ve afectada por los candidatos. El hecho de que los idiomas extranjeros ya no sean obligatorios implica que solo los alumnos más brillantes optan por presentarse al examen, lo que da lugar a una mejor distribución de las puntuaciones, sin los dos picos característicos. Además, algunos candidatos no evalúan correctamente sus aptitudes al elegir las asignaturas, mientras que los centros educativos y el profesorado no les han proporcionado una orientación eficaz para desarrollar sus habilidades adecuadamente.
En tercer lugar, se ha ajustado la estrategia del examen. En 2025, Historia será más fácil como prueba piloto cuando esta asignatura sea obligatoria. Si bien esto ayuda a mejorar las calificaciones, reduce la capacidad de clasificar a los candidatos. Es necesario retomar pronto la senda de la mejora de la calidad de la asignatura.
En cuarto lugar, el tiempo para estudiar el nuevo programa es corto. Los estudiantes solo estudian el Programa de Educación General de 2018 durante 3 años (grados 10-12), mientras que muchas asignaturas de examen aún conservan la estructura anterior, lo que dificulta que tanto profesores como alumnos determinen el enfoque del repaso y afecta la distribución de las calificaciones.
Soluciones para el examen de 2026 y años posteriores
En primer lugar, es necesario anunciar cuanto antes la orientación de las preguntas del examen según el Programa de Educación General de 2018. Para evitar confusiones informativas, el Ministerio de Educación y Formación debería publicar un marco de competencias específico para cada asignatura y anunciar ejemplos de preguntas que se ajusten a la orientación de la evaluación de competencias, lo que ayudará a docentes y estudiantes a elaborar planes de enseñanza y aprendizaje adecuados desde el inicio del curso.
En segundo lugar, es necesario garantizar la diferenciación sin generar un impacto negativo. Como demuestra la asignatura de Matemáticas en 2025, el aumento del nivel de dificultad debe ir acompañado de una diferenciación clara, con una hoja de ruta definida, manteniendo al mismo tiempo contenidos accesibles para que los alumnos con un rendimiento medio o bajo puedan obtener la calificación necesaria para graduarse.
En tercer lugar, es necesario repasar las preguntas de examen de las asignaturas de Economía, Derecho, Educación e Historia. Es necesario añadir preguntas situacionales y exigir análisis y evaluación para limitar el aprendizaje memorístico.
En cuarto lugar, los exámenes de idiomas extranjeros deberían reformarse para integrar las cuatro destrezas: comprensión auditiva, expresión oral, comprensión lectora y expresión escrita, en lugar de evaluar únicamente la comprensión lectora y la gramática. Es posible organizar dos rondas de exámenes, como han propuesto algunas localidades, o utilizar certificados estandarizados si existe un sistema de acreditación riguroso.
En quinto lugar, es necesario construir un sistema inteligente de análisis del espectro de puntuaciones. Si bien el Ministerio de Educación y Formación ha anunciado espectros de puntuaciones e indicadores estadísticos, aún es necesario invertir en un sistema de datos académicos para realizar un análisis más profundo por región, género, tipo de escuela, etc., lo que permitirá fundamentar políticas justas y precisas.
En sexto lugar, es necesario diversificar las formas de evaluación del alumnado. El examen de graduación es solo una parte. Es necesario ampliar las evaluaciones a gran escala, como la prueba PISA interna, las encuestas periódicas (a los 5 y 3 años), la combinación de expedientes académicos digitales, entrevistas, trabajos prácticos, etc., para construir un sistema de evaluación integral y humanista.
El examen de 2025 ha abierto la puerta al aprendizaje y a la evaluación reales. Pero para que esa puerta se abra por completo, se necesitan ajustes oportunos y un apoyo continuo, desde las políticas hasta las escuelas.
En la conferencia informativa sobre la distribución de calificaciones del Examen de Graduación de Bachillerato de 2025, el Prof. Dr. Nguyen Dinh Duc, expresidente del Consejo de la Universidad Tecnológica de la Universidad Nacional de Hanoi, comentó que la distribución de calificaciones de este año refleja la calidad y presenta una buena diferenciación, especialmente en las asignaturas de Matemáticas e Inglés. Matemáticas obtuvo una alta calificación; el examen se considera el mejor desde 2018 hasta la fecha, lo que permite identificar claramente a los estudiantes con buen, excelente y promedio rendimiento. Inglés también presenta una distribución de calificaciones positiva; el examen ajustó el nivel de exigencia de A2 a B1, cumpliendo así con los requisitos de integración internacional.
Fuente: https://giaoducthoidai.vn/ky-thi-tot-nghiep-thpt-2025-dau-an-cua-chuong-trinh-moi-post744349.html






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