Esta medida podría suponer un importante impulso para aliviar la crisis inmobiliaria que azota desde hace años a la segunda economía más grande del mundo. Como parte de las nuevas políticas de apoyo al sector inmobiliario, los reguladores están considerando autorizar a los bancos a conceder préstamos adicionales de capital circulante a algunas empresas.
A diferencia de otros préstamos que normalmente requieren terrenos o bienes inmuebles como garantía, este contrato de préstamo no está garantizado y sirve principalmente para cubrir las necesidades operativas a corto plazo de las empresas, según Bloomberg .
Los reguladores también están considerando introducir un mecanismo que permitiría a un banco tomar la iniciativa en el apoyo a una empresa inmobiliaria con problemas, trabajando con los acreedores para elaborar un plan financiero para la empresa.
De aprobarse, las nuevas medidas de apoyo serían el paso más agresivo dado hasta ahora por el gobierno chino para rescatar el mercado inmobiliario; el banco Nomura estima que los promotores necesitarán unos 446.000 millones de dólares para completar millones de proyectos sin terminar.

China podría permitir por primera vez a los bancos otorgar préstamos a corto plazo sin garantía a empresas que cumplan los requisitos (Foto: iStock).
China también está intensificando el apoyo a su economía, y las medidas adoptadas esta semana demuestran que Pekín necesita actuar con rapidez para frenar el desplome del mercado inmobiliario.
"Esta medida puede aliviar las preocupaciones de la gente sobre los proyectos inacabados, un factor que ha influido en las ventas de viviendas recientemente", dijo a Bloomberg Niu Chunbao, gestor de fondos de Shanghai Wanji Asset Management.
"Creo que las ventas mensuales de viviendas se recuperarán lentamente después de que se implementen los nuevos paquetes de préstamos", pronosticó el experto.
Las medidas anteriores de China no han logrado contener en gran medida la crisis inmobiliaria. Las empresas siguen con problemas de liquidez, lo que retrasa la construcción y la entrega de viviendas y frena el crecimiento económico.
Pekín ya ha flexibilizado las condiciones hipotecarias, reducido los requisitos de pago inicial y prometido préstamos especiales para impulsar la entrega de viviendas.
Los responsables políticos se apresuran a finalizar una lista de 50 empresas inmobiliarias elegibles para recibir apoyo financiero, entre las que se incluyen Country Garden, Sino-Ocen Group y Cifi Holdings, una medida que demuestra la voluntad de Pekín de apoyar a las empresas en crisis.
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