Según el SCMP , la solución de implante cerebral desarrollada por científicos chinos es menos peligrosa para el tejido cerebral que el implante de Neuralink, la empresa del multimillonario Elon Musk. En su reciente anuncio, Neuralink afirma que su implante penetra el tejido neuronal de la corteza cerebral. Si bien esta penetración es de tan solo 2 mm, sin duda destruirá algunas neuronas en el lugar de la implantación.
Paciente con sensor NEO implantado realizando movimientos
Los científicos chinos optaron por un enfoque diferente. Durante aproximadamente diez años, un equipo de la Universidad de Tsinghua desarrolló un implante capaz de mantener una sensibilidad suficiente a las señales cerebrales sin dañar las neuronas corticales, mediante la colocación del sensor NEO (Neural Electronic Opportunity) en el espacio epidural, entre el cerebro y el cráneo. Este sensor contiene tejido vivo y circuitos, pero carece de tejido nervioso.
El sensor NEO no tiene fuente de alimentación propia ni cables. Una antena transmisora de alta frecuencia para la alimentación y un controlador y transmisor de señales cerebrales a un teléfono inteligente o computadora se montan en la parte externa del cráneo. La plataforma funciona mediante un sistema de aprendizaje automático que mejora sus capacidades a medida que avanza la rehabilitación.
El primer implante NEO se colocó en un paciente el 24 de octubre de 2023, y los científicos afirman estar observando un progreso impresionante. El paciente es un hombre que, tras una lesión, llevaba 14 años sin poder mover brazos ni piernas. Gracias al implante cerebral, ha aprendido a controlar la parte externa de su brazo hasta el punto de poder comer con las manos. En diciembre, otro paciente se sometió a cirugía e implantación, pero aún se encuentra en fase de recuperación.
“La siguiente fase de la investigación consiste en desarrollar un nuevo proceso de rehabilitación activa con el apoyo de una interfaz cerebro-ordenador para acelerar el crecimiento del tejido neuronal en el lugar de los segmentos de la médula espinal dañados”, señala un comunicado de la Universidad de Tsinghua.
Según el anuncio, los científicos no se limitarán a tratar lesiones y enfermedades del sistema nervioso. En el futuro, pretenden conectar el cerebro y el ordenador mediante una interfaz para que uno se convierta en una extensión del otro.
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