El multimillonario tecnológico Elon Musk ha sido contactado recientemente por el empresario Andrew Yang, excandidato presidencial y fundador del centrista Partido Adelante, para unirse a la fundación de un nuevo partido político en Estados Unidos. En una entrevista con Politico, Andrew Yang afirmó haber contactado a Musk para colaborar con él, pero aún no ha recibido respuesta. Sin embargo, se mantiene optimista sobre la posibilidad de una colaboración.
Andrew Yang fue miembro del Partido Demócrata durante más de dos décadas (1995-2021) antes de dejarlo para fundar el centrista y progresista Forward Party en 2022. Aunque el partido está organizado en 32 de los 50 estados, actualmente solo está reconocido oficialmente en Florida.
En cuanto a la relación entre estas dos figuras, Elon Musk apoyó públicamente a Andrew Yang en las primarias demócratas de 2020, cuando este era conocido por políticas revolucionarias como la renta básica universal. La conexión entre estas dos influyentes figuras plantea la pregunta: ¿Es suficiente la combinación de influencia tecnológica y aspiraciones de reforma política para crear una nueva fuerza política que rompa el monopolio del sistema bipartidista tradicional en Estados Unidos?
La necesidad de un tercero: existente, pero fragmentada
Tras dimitir como asesor de la administración el 30 de mayo, la relación entre Elon Musk y el presidente Donald Trump se deterioró rápidamente. Aunque inicialmente se mantuvo en silencio, el multimillonario Elon Musk finalmente no pudo evitar la espiral de conflicto. El conflicto alcanzó su punto álgido el 5 de junio, cuando el presidente Donald Trump cuestionó públicamente la posibilidad de mantener una relación amistosa entre ambos. Desde entonces, ambas partes han intercambiado constantemente críticas, acusaciones y amenazas en redes sociales, atrayendo gran atención pública.
En ese contexto, Elon Musk lanzó repentinamente una encuesta en sus redes sociales, invitando a sus seguidores a formar un nuevo partido político. Los resultados fueron bastante sorprendentes: el 80% de los encuestados apoyó la idea, un porcentaje notablemente alto, lo que sugiere que existe un grupo de votantes que busca un cambio más allá de los dos partidos tradicionales.
La encuesta nacional más reciente de Gallup (octubre de 2024) también confirma esta tendencia: el 58% de los encuestados dijo que se necesita un tercer partido político, aunque esta cifra es ligeramente inferior al 63% en 2023. Esto refleja una relativa insatisfacción con el actual sistema bipartidista.
De hecho, según datos públicos, Estados Unidos cuenta con entre 50 y 60 partidos políticos, además de los dos principales, aunque la mayoría opera solo a nivel estatal o tiene una influencia muy limitada. La existencia de estos partidos demuestra que el sistema estadounidense no está completamente cerrado a nuevas fuerzas políticas. Sin embargo, su presencia también pone de manifiesto otra realidad: el poder de los dos principales partidos sigue siendo inquebrantable.
Sistemas jurídicos y técnicas electorales: Grandes barreras para los nuevos partidos
Si bien la ley no prohíbe la formación de nuevos partidos políticos, los sistemas regulatorios técnicos y administrativos a nivel estatal crean barreras significativas que contribuyen a proteger la posición de los dos partidos tradicionales. Por consiguiente, cada estado tiene sus propios requisitos sobre la cantidad y el método de recolección de firmas para presentar a un nuevo candidato o partido en la boleta electoral, que a veces exigen decenas de miles de firmas. En algunos estados, a los votantes registrados en un partido mayoritario (demócrata o republicano) se les prohíbe firmar peticiones de terceros, lo que limita la cantidad de firmas disponibles.
Además, muchos estados imponen plazos muy cortos para completar los trámites legales, a veces de tan solo unas semanas, lo que imposibilita la organización sin una infraestructura a gran escala. Los costos legales y administrativos de registrarse en los 50 estados pueden ascender a decenas de millones de dólares, sin mencionar los costos de los medios de comunicación y la promoción.
¿Son la reputación y los recursos financieros suficientes para reemplazar la infraestructura política?
Elon Musk puede ser una de las pocas personas que posee los tres ingredientes clave para desafiar el sistema: dinero, influencia mediática y fama personal. Pero eso no garantiza el éxito sin una sólida base política y una estrategia a largo plazo.
Además, si bien muchas personas apoyan la idea de un nuevo partido, si están de acuerdo en la dirección, la ideología o las políticas que debería seguir es otra historia. Las divisiones internas y la falta de claridad en su dirección han estancado muchos movimientos políticos de terceros partidos, desde el Partido Reformista de Ross Perot hasta la reciente iniciativa de Andrew Yang.
En medio de la creciente tensión entre Elon Musk y Donald Trump, varios legisladores demócratas, incluido el representante Ro Khanna, han insinuado abiertamente la posibilidad de una alianza o asociación política con Musk. Sin embargo, según el politólogo Vladimir Vasiliev, del Instituto de Estados Unidos y Canadá de la Academia Rusa de Ciencias, es improbable que Elon Musk se alíe con el Partido Demócrata por razones ideológicas. Las opiniones de Elon Musk sobre política económica , libertad de expresión y control gubernamental son más afines a la derecha. No obstante, este experto también cree que la intervención de Elon Musk en política podría cambiar el Partido Republicano desde dentro, especialmente si muestra una postura independiente del presidente Donald Trump.
Esto abre un escenario notable: Elon Musk podría convertirse en el núcleo de una “ola de reforma dentro del Partido Republicano”, impulsando “una dirección post-Trump” centrada en la innovación tecnológica, los mercados libres y el pragmatismo en lugar del populismo extremo.
Según Pavel Dubravsky, director de Dubravsky Consulting, Elon Musk cuenta con los recursos financieros, mediáticos y de influencia necesarios para formar un nuevo partido político. Sin embargo, este escenario carece de viabilidad estratégica, ya que el sistema político estadounidense no favorece el auge de terceros partidos. En primer lugar, el sistema electoral pluralista hace casi imposible que los partidos pequeños obtengan escaños en el Congreso . En segundo lugar, la existencia de un tercer partido suele tener un efecto de voto dividido, lo que debilita al partido con una ideología similar, que en este caso es el Partido Republicano, no el Partido Demócrata. En tercer lugar, si se forma un nuevo partido, se necesitarán años para construir una base de votantes, una organización a nivel estatal y credibilidad política, algo que no se puede lograr únicamente con la fama personal.
El experto ruso Pavel Dubravsky concluyó que la creación de un partido propio por parte de Elon Musk podría ser contraproducente, ya que dispersaría las fuerzas conservadoras y fortalecería inadvertidamente la posición del Partido Demócrata, algo que el propio Elon Musk podría no querer.
Hung Anh (colaborador)
Fuente: https://baothanhhoa.vn/from-technology-to-politics-tycoon-elon-musk-se-thay-doi-trat-tu-luong-dang-my-251614.htm
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