El Gobierno acaba de emitir el Decreto 207, que regula el parto mediante técnicas de reproducción asistida y las condiciones de la gestación subrogada con fines humanitarios. El Decreto entra en vigor el 1 de octubre.
Este Decreto establece la donación, recepción, utilización, almacenamiento y depósito de esperma, óvulos y embriones; el parto mediante técnicas de reproducción asistida; las condiciones, registros, procedimientos y autoridad que permiten a los centros de examen y tratamiento médico realizar fertilización in vitro y gestación subrogada con fines humanitarios; y las condiciones para la gestación subrogada con fines humanitarios.

El nuevo decreto permite a las mujeres solteras someterse a una fecundación in vitro para tener hijos si así lo desean (Ilustración: Istock).
En concreto, la donación de esperma, la donación de óvulos y la donación de embriones en tecnologías de reproducción asistida deben cumplir el principio de que las donaciones sólo pueden realizarse en un centro autorizado para almacenar esperma, óvulos y embriones.
Los espermatozoides, óvulos y embriones donados solo pueden ser utilizados por una mujer o pareja para la procreación. La donación y la recepción de espermatozoides y embriones se realizan de forma anónima entre el donante y el receptor.
Cabe destacar que, además de las parejas infértiles o con indicaciones médicas , la tecnología de reproducción asistida también está indicada para mujeres solteras que desean tener hijos. Tras la fecundación in vitro, si aún quedan óvulos y no es necesario utilizarlos, las mujeres solteras pueden donarlos.
Anteriormente, según el Decreto 10/2015, las mujeres solteras tenían derecho a dar a luz mediante fecundación in vitro prescrita por un especialista.
Además, el decreto también estipula claramente las condiciones de las instalaciones autorizadas para realizar técnicas de gestación subrogada con fines humanitarios.
En concreto, tener al menos 2 años de experiencia realizando técnicas de fecundación in vitro, de los cuales los 2 años más recientes hasta el momento de la solicitud deberán haber realizado al menos 500 ciclos de fecundación in vitro al año.
El centro cuenta con un médico consultor que es obstetra, un psicólogo consultor con título universitario en psicología o superior, o un médico con certificado de formación en el campo de la psicología, y un asesor legal con título de licenciatura en derecho o superior.
Los consultores médicos deben ser empleados del centro de reconocimiento y tratamiento médico. Los consultores psicológicos y legales deben ser empleados del centro de reconocimiento y tratamiento médico o colaborar con la ley.
La tendencia a tener miedo al matrimonio, a no querer tener hijos o a tener muy pocos ha surgido en Vietnam y es especialmente alarmante en algunas zonas urbanas con condiciones económicas desarrolladas. Cada vez más jóvenes optan por vivir solteros, sin casarse ni tener hijos.
En consecuencia, los datos publicados por la Oficina General de Estadística muestran que, en los últimos 30 años, la tendencia del matrimonio y la fecundidad en Vietnam ha cambiado drásticamente. La edad de matrimonio ha aumentado considerablemente y la tasa de matrimonio ha disminuido, lo que ha provocado que la tasa de fecundidad se haya reducido a la mitad en los últimos 30 años.
En concreto, en el periodo 1989-2023, la edad media del primer matrimonio aumentó de 24,4 años para los hombres y de 23,2 años para las mujeres, a 29,3 años para los hombres y 25,1 años para las mujeres en 2023. La tasa de solteros también está aumentando rápidamente, del 6% en 2004 al 10% en 2019.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/tu-ngay-110-phu-nu-doc-than-muon-co-con-duoc-lam-ivf-20250730192730711.htm
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