El diputado de la Asamblea Nacional, Bui Hoai Son, afirmó que la creación de una estrategia cultural exterior sistemática, a largo plazo y visionaria se ha convertido en una necesidad urgente. (Fuente: Quochoi) |
Construcción de una estrategia cultural exterior sistemática y a largo plazo
Al entrar en una nueva era, una era de conectividad global, transformación digital, inteligencia artificial y una competencia cada vez más feroz por el valor, la cultura de relaciones exteriores de Vietnam se enfrenta a grandes oportunidades, pero también a numerosos desafíos. La integración ya no es una historia de cada acuerdo comercial o cada viaje de negocios, sino un flujo continuo de imágenes, voces e identidades.
En ese contexto, el poder blando ya no es una opción, sino un requisito previo para el posicionamiento nacional. Y se espera que la cultura, como parte inseparable de la estrategia diplomática moderna, se convierta en la "nueva frontera" de la influencia de Vietnam en el mapa mundial.
Vivimos en un mundo donde el poder no se mide por la cantidad de armas ni por el PIB, sino por el nivel de influencia en la conciencia de la comunidad internacional. Un plato viral en redes sociales, una canción de éxito en plataformas digitales, una película premiada internacionalmente o un festival exitoso pueden contribuir a mejorar el prestigio y la imagen de un país.
En ese entorno, cada país no es solo una entidad política , sino también una marca que compite en términos de emociones, atractivo y capacidad para generar confianza. Para Vietnam, un país con una rica cultura, una profunda historia y un espíritu humanista, esta es una oportunidad sin precedentes para afirmar su posición de forma amable pero resiliente.
Sin embargo, junto con las oportunidades surgen desafíos. La globalización y la tecnología digital abren nuevos espacios para la cultura, pero también aumentan el riesgo de asimilación, adulteración e incluso de que su imagen sea moldeada por perspectivas externas inexactas. Muchos países han pagado un alto precio por descuidar el frente cultural en sus estrategias de política exterior, perdiendo su identidad o quedando ocultos en el ruido de los medios internacionales. Esta es una advertencia para Vietnam: si no crea y cuenta su historia al mundo de forma proactiva, otros la contarán por él, y esa historia podría no ser cierta.
Por lo tanto, desarrollar una estrategia cultural exterior sistemática, a largo plazo y visionaria se ha convertido en una necesidad urgente. Más allá de limitarse a eventos de recepción o intercambios artísticos, los asuntos culturales exteriores deben constituir una política nacional con instituciones, recursos, bases de datos, recursos humanos profesionales y una visión global. Vietnam puede aprender plenamente de modelos exitosos a nivel mundial, como Francia con los Institutos Franceses Globales, Corea con la estrategia Hallyu (ola cultural), Japón con la campaña Cool Japan o China con la red de Institutos Confucio, para construir un ecosistema de poder blando con la marca vietnamita.
Lo más importante es difundir el poder cultural desde dentro, para que cada ciudadano se convierta en un sujeto cultural, cada organización sea un punto de apoyo para la difusión, cada localidad sea una "tarjeta de identificación" de la nación. Las actividades de promoción deben estar estrechamente vinculadas a la vida, deben empoderar y fomentar la creatividad de la comunidad, y deben promover el papel de los vietnamitas en el extranjero, artistas, empresarios, intelectuales y jóvenes, quienes directamente están creando la imagen de Vietnam ante los amigos de todo el mundo. Esta no es solo la historia del Estado, sino la historia de toda la nación en el camino hacia una integración más profunda y sólida.
El concierto nacional "Patria en el Corazón" dejó un eco imborrable en el corazón del público. (Foto: Thanh Dat) |
Para garantizar que estos esfuerzos cuenten con la garantía legal e institucional necesaria, es hora de que Vietnam perfeccione el sistema legal de diplomacia cultural. Políticas clave como la Resolución 36-NQ/TW sobre la colaboración con vietnamitas en el extranjero, la Directiva 25-CT/TW sobre la promoción y el fortalecimiento de la diplomacia multilateral, y la Resolución 59-NQ/TW sobre la integración internacional integral son pasos necesarios para institucionalizar el papel de la cultura en la política exterior. A ello se suma la promoción de la industria cultural como un nuevo motor, donde el cine, la música, la moda, el turismo y el diseño son a la vez productos económicos y herramientas blandas para la diplomacia y la promoción nacional.
Integrar, pero no asimilar, no es solo un eslogan, sino un principio de acción. Vietnam no aspira a convertirse en una imagen atractiva para el mundo, sino que se afirma con sus propios valores: una nación resiliente pero tolerante, creativa pero elegante, amigable pero profunda. En el mundo actual, donde el poder ya no es solo la capacidad de mando, sino la capacidad de inspirar, la cultura es el camino más corto para que Vietnam llegue más lejos.
Poder blando: la nueva fuente de posición y fuerza
80 años después de la Revolución de Agosto y del histórico Día Nacional del 2 de Septiembre, miramos atrás en nuestra trayectoria nacional no sólo con orgullo por la independencia y la soberanía, sino también con fe en una fuerza cada vez más afirmada: el poder blando que se origina en la cultura, destilado a través de la profundidad de la historia y difundido por el temple de una nación que sabe quién es en el flujo de la integración global.
Ese poder no es ostentoso, sino persistente; no es ruidoso, sino penetrante; no es imponente, sino convincente. Es un poder que no proviene de armas ni balas, sino de los símbolos, valores, imágenes y emociones que Vietnam siembra en los corazones de sus amigos de todo el mundo.
Una de las presentaciones artísticas especiales del programa nacional de conciertos "Patria en el Corazón". (Foto: Thanh Dat) |
En ese viaje, la cultura ya no es un factor de apoyo, sino que se ha convertido en un pilar en la construcción de la posición y el poder de la nación, el alma de la diplomacia moderna, un puente que conecta a Vietnam con el mundo con emociones, empatía y admiración.
La cultura ayuda a Vietnam no solo a estar presente, sino también a ser amado; no solo a aparecer, sino también a dejar huella; no solo a seguir, sino también a contribuir a liderar los valores comunes de la humanidad. Cuando un ao dai vietnamita aparece solemnemente en el escenario internacional, cuando una canción folclórica con arreglos modernos se difunde en plataformas digitales, cuando una película vietnamita gana un premio en Cannes, o cuando un plato tradicional deleita a comensales de todo el mundo... Estos son los hitos silenciosos pero sostenibles en el proceso de posicionamiento de la imagen nacional.
En el nuevo contexto, cuando la competencia no es sólo en cuota de mercado económico sino también en “cuota de mercado mental”, invertir en poder blando, en cultura extranjera, en industrias creativas no es sólo responsabilidad del sector cultural o diplomático, sino una estrategia nacional que requiere la participación de todo el sistema político, de toda la sociedad y de cada ciudadano.
Necesitamos una visión a largo plazo, un sistema institucional sincronizado, un sistema educativo que fomente la identidad, un entorno creativo abierto y una prensa y unos medios de comunicación capaces de contar historias vietnamitas atractivas y modernas que conserven el espíritu nacional. Necesitamos empoderar y promover el papel de las generaciones más jóvenes, de los vietnamitas en el extranjero, de los artistas, investigadores y emprendedores: aquellos que pueden impulsar a Vietnam con su propio corazón y talento.
Y, sobre todo, es necesario ser coherentes al considerar que la cultura es la base, el objetivo, el motor y la fuente del poder blando de la nación. El presidente Ho Chi Minh aconsejó en una ocasión que, para salvar y defender el país, primero debemos promover la fuerza de la cultura nacional. En la nueva era, para desarrollar el país de forma rápida y sostenible, para proteger la patria desde el principio y a distancia por medios pacíficos, promover el poder blando de la cultura es la estrategia a largo plazo.
Hoy en día, Vietnam se ha mantenido firme en el escenario internacional como un socio confiable, una nación responsable, una economía dinámica y una cultura rica, por lo que cada vietnamita hoy tiene el derecho a tener esperanza y actuar para llevar la cultura vietnamita más lejos, más profundamente y de manera más sostenible.
La cultura seguirá siendo la luz que guía a la nación, no sólo internamente, sino también en el viaje de integración y difusión para que Vietnam no sólo sea fuerte en potencial sino también profundo en influencia, no sólo rico en economía sino también famoso en identidad.
Fuente: https://baoquocte.vn/van-hoa-dinh-vi-hinh-anh-quoc-gia-325664.html
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