Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de una de cada tres personas padece algún tipo de trastorno neurológico. Entre los trastornos neurológicos más comunes se incluyen la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, la demencia, la epilepsia, las migrañas, la neuropatía diabética y el neurocáncer, según el sitio web de salud estadounidense Verywell Health .
El ejercicio regular puede ralentizar el proceso de degeneración cerebral.
Afortunadamente, existen muchas maneras de prevenir el riesgo de trastornos neurológicos. Numerosos estudios demuestran que el ejercicio regular mejora la salud cerebral, estimula el crecimiento de las células nerviosas y reduce la acumulación de proteínas dañinas en el cerebro.
Los adultos mayores que hacen ejercicio regularmente tienen un riesgo significativamente menor de atrofia del tejido cerebral, accidente cerebrovascular y signos de daño vascular. Además, el grosor de la corteza cerebral, responsable de la memoria y el pensamiento, también es mayor que en personas más jóvenes.
Los científicos creen que el ejercicio regular ayuda a las personas mayores a mantener, o incluso aumentar, la cantidad de células en ciertas áreas clave del cerebro. Por el contrario, la falta de ejercicio provoca la pérdida de células cerebrales, una afección que empeora con la edad.
La diferencia radica en que el ejercicio ayuda a aumentar la circulación sanguínea, lo que aumenta el suministro de oxígeno al cerebro. Gracias al abundante oxígeno, la formación de nuevas células nerviosas y conexiones neuronales se produce con mayor facilidad, lo que ayuda a compensar el deterioro de las células cerebrales debido a la edad.
Además, el ejercicio mejora la salud cerebral al mejorar la salud del corazón y el sistema vascular. De hecho, las personas que hacen menos ejercicio tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Algunos estudios demuestran que los pacientes cardíacos son más susceptibles a sufrir accidentes cerebrovasculares y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Por lo tanto, el ejercicio puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, Alzheimer e incluso retrasar la progresión de otros trastornos neurodegenerativos como el Parkinson.
Los mejores ejercicios para el cerebro y el sistema nervioso son el cardio y el entrenamiento de fuerza. Los adultos deberían hacer cardio de intensidad moderada al menos 30 minutos al día, de 3 a 5 días a la semana. Además, el entrenamiento de fuerza, como levantamiento de pesas, flexiones y dominadas, durante al menos 90 minutos a la semana, puede ayudar a retrasar el envejecimiento cerebral, según Verywell Health .
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Fuente: https://thanhnien.vn/vi-sao-tap-the-duc-lai-tot-cho-nao-185250211203101847.htm






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