Un incidente inesperado derivado de un hábito aparentemente inofensivo.
Un turista chino se enfrentó a una indemnización de 160.000 yuanes (más de 591 millones de VND) tras un incidente inusual en un hotel de Tokio, Japón. La causa se debió a una acción muy común: colgar una camisa despreocupadamente en un dispositivo instalado en el techo de la habitación.
El dispositivo en cuestión era el cabezal rociador de un sistema automático de extinción de incendios. Esta acción rompió inadvertidamente la esfera de cristal altamente sensible que contenía, lo que provocó que el sistema se activara de inmediato. Un gran volumen de agua se derramó, inundando toda la habitación y afectando dos plantas del hotel.

Monto de la indemnización y proceso de negociación
Aunque el personal del hotel cortó rápidamente el suministro de agua, los daños fueron considerables. Tras una evaluación, el hotel emitió una factura de compensación que cubría la limpieza, el secado, la sustitución de la alfombra y la reparación de los equipos eléctricos y muebles dañados.
Según la legislación japonesa, el hotel tiene derecho a reclamar una indemnización si puede demostrar que el daño fue causado por la negligencia del huésped. Sin embargo, también debe proporcionar pruebas completas y facturas detalladas. Actualmente, ambas partes están negociando por vía legal para resolver el caso. El turista puede presentar una demanda o solicitar la intervención de las autoridades si considera que la indemnización ofrecida es irrazonable.
¿Por qué los cabezales de los rociadores contra incendios son tan sensibles?
Los expertos en seguridad contra incendios explican que los rociadores automáticos están diseñados para reaccionar con extrema rapidez ante riesgos de incendio. Dentro de cada rociador hay una ampolla de vidrio que contiene un líquido especial que se expande considerablemente al exponerse a altas temperaturas, haciendo que la ampolla reviente y pulverice agua.
Sin embargo, esta bola de cristal también es muy frágil y se rompe fácilmente por impactos mecánicos o incluso con una ligera fuerza al colgarla. Un experto advirtió: «Esto es un dispositivo de seguridad, no una percha. Colgar algo incorrecto en ella es como buscarse problemas».

Este no es un caso aislado.
Esta no es la primera vez que ocurre un incidente similar. Anteriormente, en la ciudad de Guiyang, provincia de Guizhou, China, un turista también colgó ropa en el cabezal de un rociador contra incendios, lo que provocó que el agua inundara la habitación. En ese caso, el hotel exigió una indemnización de 2000 RMB (aproximadamente 7,4 millones de VND), a pesar de que el daño real se estimó en 20 000 RMB (aproximadamente 74 millones de VND).
El incidente en Tokio está atrayendo mucha atención en las redes sociales chinas. Muchos creen que sirve como una "costosa lección" para quienes tienden a ser descuidados al alojarse en hoteles. Las imágenes de los rociadores contra incendios se están compartiendo ampliamente como un importante recordatorio para la comunidad viajera .
Fuente: https://baolamdong.vn/bai-hoc-gan-600-trieu-dung-treo-do-len-thiet-bi-nay-o-khach-san-398288.html






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