Según las creencias populares vietnamitas, el Dios de la Cocina subirá al Cielo en una carpa para informar al Emperador de Jade sobre la situación del año anterior; y cada 23 de diciembre, la gente acude a estanques, lagos y ríos para liberar peces. Según los registros del reportero, al mediodía del 2 de febrero de 2024 (23 de diciembre), la gente de Vinh se reunió en grandes cantidades en ríos y lagos para liberar carpas.

Sin embargo, cabe mencionar que la situación de personas que arrojan basura luego de liberar carpas es recurrente, a pesar de que esta acción ha sido promovida, recordada y criticada durante muchos años en los medios de comunicación.

Por ejemplo, en el río Lam, en el barrio de Ben Thuy, ciudad de Vinh, al mediodía del 2 de febrero, muchos grupos de personas acudieron a liberar carpas. Tras liberar los peces, arrojaron bolsas de plástico, entre otras cosas, al azar a lo largo de la orilla, en las ramas y al pie de los árboles. Muchos también trajeron objetos de culto como floreros, incensarios, altares, etc., y los arrojaron por todas partes.

Además de la falta de concienciación de algunas personas, según la observación del reportero, este año las autoridades de los distritos de Ben Thuy y Hung Dung (responsables del orden urbano a lo largo del río Lam) no colocaron contenedores de basura ni letreros que instruyeran y recordaran a la gente la liberación de los peces. Esto provocó que varias bolsas de plástico flotaran con las carpas...

La zona del puente Cua Tien sobre el río Vinh también se encuentra en una situación similar. Es el lugar donde los habitantes de los distritos de Vinh Tan, Cua Nam y Hong Son han liberado carpas durante muchos años. Aquí, tras la liberación de los peces, las bolsas de plástico se apilan en grandes montones justo en la orilla del río.

Cabe mencionar que, si bien en esta zona hay contenedores de basura instalados por el personal sanitario, la cantidad de basura que se deposita es mínima. La gente suelta los peces y, convenientemente, tira las bolsas de plástico en el punto de liberación, a pesar de que la distancia a los contenedores es de solo unos metros.

Por ello, las autoridades locales cercanas a ríos, estanques y lagos deben asignar fuerzas funcionales para que estén de servicio y recuerden a las personas en los puntos de liberación de peces que no deben permitir que la antigua belleza cultural del pueblo vietnamita se convierta en un punto de contaminación ambiental en el futuro.
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