La tendinitis, los esguinces y las distensiones de los músculos de la pantorrilla en los corredores se pueden prevenir con un calentamiento y estiramiento adecuados.
Según el Dr. Ho Van Duy An, director del Centro de Traumatología Ortopédica del Sistema Hospitalario General de Tam Anh, al correr, las piernas repiten constantemente el mismo movimiento, lo que aumenta el riesgo de lesiones en músculos, articulaciones y tejido conectivo. A continuación, se presentan algunas lesiones comunes.
La tendinitis rotuliana se produce cuando la articulación de la rodilla se utiliza de forma continua durante períodos prolongados o no se calienta adecuadamente antes del ejercicio, lo que provoca la inflamación del tendón rotuliano y produce hinchazón y dolor.
La tendinitis aquílea, también conocida como tendinitis del talón, se produce principalmente por esfuerzos repetitivos en el pie. Los síntomas característicos incluyen ardor o rigidez en la pantorrilla por la mañana; dolor en el talón, especialmente al forzar el talón o al ponerse de puntillas. Si el tendón se rompe, el paciente experimenta dolor persistente e inflamación del talón.
Los esguinces de ligamentos del tobillo suelen ocurrir tras colisiones o caídas al correr. Al lesionarse, el pie se gira hacia adentro, dañando el ligamento colateral lateral, o hacia afuera, dañando el ligamento colateral medial.
Los esguinces de ligamentos del tobillo son comunes al correr. Foto: Freepik
El síndrome de la cintilla iliotibial es común en carreras de larga distancia, especialmente en las de larga distancia. La lesión se produce por el uso excesivo de la pierna, lo que provoca tensión e inflamación de la cintilla iliotibial.
La distensión tibial se produce cuando los músculos, tendones y tejido óseo se sobrecargan. El signo característico es dolor en la parte frontal o interna de la tibia (parte inferior de la pierna). Esta lesión no es grave, pero en algunos casos, si no se trata, puede progresar a una fractura.
La fascitis plantar es una lesión que provoca el estiramiento de la fascia plantar, la pérdida de elasticidad y la reducción de su capacidad de carga. Esta lesión puede volverse crónica, reaparecer con frecuencia y afectar negativamente la marcha del paciente.
Bursitis: La bursa es una fina almohadilla ubicada dentro de la cápsula articular, que contiene líquido sinovial. Este líquido lubrica el sistema musculoesquelético y nutre el cartílago articular. Al correr durante períodos prolongados, la articulación de la rodilla se somete a una tensión y sobrecarga excesivas, lo que puede provocar bursitis.
Desgarro de menisco: El menisco estabiliza la articulación y protege el hueso del desgaste. Sin embargo, una torsión repentina de rodilla al correr puede causar un desgarro de menisco. En algunos casos, una parte del menisco roto o desgarrado puede alojarse en la articulación, lo que podría provocar osteoartritis.
Una distensión muscular de la pantorrilla es una afección que afecta los músculos de la parte posterior de la pierna. La distensión muscular de la pantorrilla causa molestias, lo que dificulta el funcionamiento normal del pie, el tobillo y la rodilla. Los pacientes pueden tener que suspender temporalmente la actividad física y, en ocasiones, pueden tener dificultad para caminar.
El doctor An (segundo desde la izquierda) durante una cirugía para tratar una afección musculoesquelética. Foto: Hospital General de Tam Anh.
Para prevenir estas lesiones, los corredores no deben aumentar su distancia de carrera en más de un 10 % cada semana. El aumento repentino del esfuerzo físico es una de las principales causas de lesiones al correr.
Un calentamiento y estiramiento adecuados antes de correr ayudan a que los músculos, la frecuencia cardíaca y la respiración se adapten gradualmente a la creciente intensidad de la actividad. Estos son pasos cruciales que nadie que practique ningún deporte debe omitir. Los corredores deben cambiar sus zapatillas cada 600 km o cuando estén desgastadas. Un descanso y una nutrición adecuados favorecen el proceso de recuperación y regeneración del cuerpo.
El Dr. An advierte que tanto los corredores aficionados como los profesionales corren riesgo de lesionarse. Sin la atención adecuada, las lesiones al correr pueden dificultar las actividades diarias y derivar en complicaciones graves. Quienes sufren lesiones deben vigilar su cuerpo para detectar cualquier signo de lesión y buscar atención médica temprana si notan alguna anomalía.
Phi Hong
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