
Candidatos al examen de graduación de secundaria de 2025
Foto: Nhat Thinh
El examen de graduación de la escuela secundaria pasa de la memorización a la aplicación y el pensamiento crítico.
El año escolar 2024-2025 marca un hito importante, ya que el Programa de Educación General de 2018 completa su ciclo de implementación. Según el Dr. Scott McDonald, de la Facultad de Negocios de la Universidad RMIT Vietnam, el examen de graduación de bachillerato ha experimentado cambios significativos, pasando de un modelo rígido y uniforme a uno más flexible. Permitir que los estudiantes elijan asignaturas que se ajusten a sus fortalezas se considera un avance positivo, pues abre la puerta a un enfoque personalizado en un examen que antes estaba completamente estandarizado.
"La introducción de asignaturas optativas supone una mejora significativa, ya que permite a los alumnos desarrollar sus puntos fuertes y elegir las áreas en las que tienen más confianza", destacó el Sr. Scott McDonald.
Compartiendo la misma opinión, Melvin Fernando, Gerente Senior de Orientación Profesional y Relaciones con la Industria en RMIT Vietnam, comentó que esta reforma ha cambiado el enfoque del aprendizaje memorístico al conocimiento aplicado y al pensamiento crítico. "Se espera que los estudiantes demuestren su capacidad para resolver problemas prácticos, y el formato del examen ha cambiado significativamente en asignaturas como matemáticas y literatura", explicó Fernando. Según este experto, si bien estos cambios hacen que el examen sea más complejo, también ayudan a evaluar las habilidades de los estudiantes de manera más exhaustiva.
Propuesta para reducir las preguntas de opción múltiple
Sin embargo, los expertos también hicieron sugerencias para ayudar a mejorar el sistema de exámenes de ingreso a la universidad en Vietnam.
«La mayoría memorizamos información para un examen y la olvidamos a las pocas semanas», pregunta el Dr. McDonald. «Entonces, ¿qué miden exactamente esos exámenes?». Sugiere un enfoque más equilibrado que reduzca las preguntas de opción múltiple y las sustituya por evaluaciones basadas en situaciones reales, análisis y ejercicios de resolución de problemas. Argumenta que la escuela secundaria debe centrarse más en el desarrollo de habilidades fundamentales para la universidad y el mundo laboral, especialmente el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
«Estas habilidades suelen pasarse por alto en los exámenes tradicionales, pero son clave para el éxito en la universidad y en el ámbito laboral», afirmó McDonald. «Si cambiamos el enfoque de la memorización mecánica a la aplicación práctica, los exámenes prepararán mejor a los estudiantes para los retos que les esperan».
Mientras tanto, el Sr. Fernando propuso ampliar las modalidades de evaluación, reducir la presión mediante exámenes regulares durante el año escolar, integrar asignaturas orientadas a la carrera profesional, como habilidades para la vida, competencias digitales o emprendimiento, e invertir más en la salud mental de los estudiantes. Según el Sr. Fernando, estos cambios no solo reflejan la diversidad de las capacidades de los estudiantes, sino que también ayudan a reducir la gran presión que supone un único examen decisivo.

El examen de graduación de secundaria de 2025 presenta muchas innovaciones en las preguntas del examen.
Foto: Nhat Thinh
Debe aplicarse gradualmente un modelo de evaluación integral.
El Dr. Jung Woo Han, Vicerrector Interino de Asuntos Académicos y Calidad Docente, Servicios Estudiantiles y Educación de la Universidad RMIT Vietnam, ofreció ejemplos de países vecinos, en particular de Corea del Sur. Citó el cambio en el modelo de admisión en este país, donde cada vez más universidades consideran los logros de los estudiantes de manera integral: desde el proceso de aprendizaje, las actividades de voluntariado, los proyectos y los roles de liderazgo hasta los ensayos de autorreflexión, además de los resultados académicos tradicionales. Asimismo, Corea del Sur cuenta con un cupo de admisión especial para estudiantes con logros sobresalientes en ciencias , deportes o artes. Esta diversificación contribuye a una mayor equidad en las admisiones, reduce la presión de un único examen y anima a los estudiantes a desarrollarse integralmente y a conectarse con la comunidad.
El Dr. Han recomienda que Vietnam adopte gradualmente un modelo de evaluación integral, especialmente en el proceso de admisión universitaria. Según él, deberían existir políticas que reconozcan los logros más allá del ámbito académico y que apoyen a las escuelas secundarias en la elaboración del perfil estudiantil a lo largo del año escolar. Ampliar el acceso a los servicios de orientación psicológica, sobre todo en zonas rurales o desatendidas, es fundamental para garantizar que los estudiantes sean evaluados de forma integral, y no solo como candidatos.
El examen de graduación de bachillerato sigue siendo la pieza central del sistema educativo vietnamita, pero necesita transformarse de cara al futuro. Un sistema de evaluación que reconozca los logros y desarrolle el potencial reflejará con precisión las capacidades de los estudiantes y, lo que es más importante, los preparará para adaptarse y prosperar en un mundo en constante cambio.
Fuente: https://thanhnien.vn/chuyen-gia-nuoc-ngoai-noi-ve-ky-thi-tot-nghiep-thpt-cua-viet-nam-185250702100725066.htm






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