En la mañana del 2 de septiembre de 1945, en la histórica plaza Ba Dinh, el presidente Ho Chi Minh leyó la Declaración de Independencia, dando origen a la República Democrática de Vietnam, afirmando ante el pueblo y el mundo entero: «Vietnam tiene derecho a disfrutar de la libertad y la independencia, y de hecho se ha convertido en un país libre e independiente. Todo el pueblo vietnamita está decidido a dedicar todo su espíritu y fuerza, su vida y sus bienes, a mantener esa libertad e independencia». (Foto: VNA)
La victoria de la Revolución de Agosto no sólo fue un gran punto de inflexión que puso fin a la dominación colonial-feudal, sino también una revolución para la humanidad: por el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el derecho a buscar la felicidad.
Esa victoria inauguró una nueva era: la era de la independencia nacional, asociada al socialismo. A partir de entonces, el pueblo se convirtió en el centro, el objetivo y la fuerza impulsora de todos los procesos revolucionarios y las estrategias de desarrollo nacional.
La revolución libera a la gente
Antes de 1945, el pueblo vietnamita vivía una larga noche de esclavitud, oprimido por el régimen colonial francés y el fascismo japonés, y al mismo tiempo bajo el control del podrido régimen feudal.
La gente no tenía derechos: ni voto ni candidaturas; ni libertad de expresión ni de religión; ni siquiera el derecho a la vida estaba garantizado. Había hambre, frío, impuestos altos y continuos atentados terroristas.
El Movimiento Soviético de Nghe Tinh, cumbre del movimiento revolucionario de 1930-1931, aunque fracasó, demostró el espíritu heroico y la capacidad revolucionaria del pueblo trabajador vietnamita y fue el primer ensayo para la victoria de la Revolución de Agosto de 1945. (Foto: Archivo VNA)
En ese contexto, el nacimiento del Partido Comunista de Vietnam en 1930 y especialmente el sabio liderazgo del Presidente Ho Chi Minh despertaron el espíritu nacional, sentando las bases para la gran revolución de nuestro pueblo.
La Declaración de Independencia resonó como una rotunda acusación al régimen colonial-feudal y, al mismo tiempo, como una rotunda afirmación de los derechos humanos, el derecho a la vida y el derecho a la felicidad de cada ciudadano vietnamita.
La victoria de la Revolución de Agosto en 1945 fue el resultado inevitable de un largo, elaborado y exhaustivo proceso de preparación, pero, sobre todo, fue el ascenso de millones de personas que salieron de la esclavitud para luchar por dominar el destino de la nación y sus propias vidas.
El 2 de septiembre de 1945, en la histórica plaza Ba Dinh, el presidente Ho Chi Minh, en nombre del gobierno provisional, declaró solemnemente a toda la nación y al mundo: «Vietnam tiene derecho a disfrutar de la libertad y la independencia y, de hecho, se ha convertido en un país libre e independiente. Todo el pueblo vietnamita está decidido a dedicar todo su espíritu y fuerza, su vida y sus bienes, a mantener esa libertad e independencia».
La Declaración de Independencia resonó como una rotunda acusación al régimen colonial-feudal y, al mismo tiempo, como una rotunda afirmación de los derechos humanos, el derecho a la vida y el derecho a la felicidad de cada ciudadano vietnamita.
Revolución por el derecho a la vida y la dignidad humana
El punto culminante de la Revolución de Agosto fue que resolvió fundamental y completamente el derecho humano a la vida. Tras verse al borde de la destrucción por la hambruna de 1945, que cobró la vida de más de dos millones de personas, nuestro pueblo recuperó el derecho a ser dueño de su patria, el derecho a existir, el derecho a vivir en una sociedad verdaderamente justa y compasiva. La Revolución no solo cambió el destino de la nación, sino también el de cada individuo.
Durante la primera República Democrática del Sudeste Asiático, por primera vez las personas fueron llamadas "ciudadanos" y gozaban de iguales derechos y obligaciones ante la ley.
El presidente Ho Chi Minh afirmó en una ocasión: «Nuestro gobierno es un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo». En los primeros días de la independencia, a pesar de las dificultades del país, el gobierno provisional impuso numerosas políticas humanitarias: abolió impuestos, organizó la ayuda contra el hambre, reformó la administración e implementó medidas de indulgencia para el pueblo.
Trabajadores de la capital realizan propaganda para la primera jornada de elecciones generales. (Foto: VNA)
La joven república democrática celebró elecciones con sufragio universal, haciendo efectivo el derecho a votar y a ser elegido para todas las clases sociales.
En particular, el hecho de que a las mujeres vietnamitas se les concediera el derecho a votar y a presentarse como candidatas a cargos públicos ya en 1946 fue un enorme paso adelante, mientras que en aquel momento muchos países del mundo, incluso en Occidente, todavía limitaban o no reconocían plenamente este derecho de las mujeres.
La Revolución de Agosto fue verdaderamente un gran salto adelante en la historia del desarrollo social vietnamita, de una sociedad feudal atrasada a una sociedad democrática moderna, sentando las bases para la República Socialista de Vietnam.
Despertar el deseo de libertad y felicidad en cada ciudadano
La independencia nacional es un requisito previo, pero la libertad y la felicidad son el destino final. En la Declaración de Independencia de 1945, el presidente Ho Chi Minh citó las Declaraciones de Derechos Humanos de Estados Unidos y Francia, enfatizando: «Todos los hombres son creados iguales. Son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables; entre ellos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad».
Esto demuestra que la Revolución de Agosto no solo fue nacionalista, sino que también estuvo imbuida del espíritu de humanidad y de los derechos humanos. Desde aquella gran victoria, el concepto de "felicidad" se ha convertido en un objetivo constitucional en todas las etapas del desarrollo del país.
En la mañana del 2 de septiembre de 1945, en la histórica plaza Ba Dinh, el presidente Ho Chi Minh leyó la Declaración de Independencia, dando origen a la República Democrática de Vietnam, afirmando ante el pueblo y el mundo entero: «Vietnam tiene derecho a disfrutar de la libertad y la independencia, y de hecho se ha convertido en un país libre e independiente. Todo el pueblo vietnamita está decidido a dedicar todo su espíritu y fuerza, su vida y sus bienes, a mantener esa libertad e independencia». (Foto: VNA)
“Independencia-Libertad-Felicidad” son los tres valores fundamentales que forman la base de cada pensamiento y acción de cada vietnamita.
En los últimos 80 años, desde la guerra de resistencia hasta la construcción de la paz, desde el período de subsidios hasta el período de renovación y profunda integración internacional, el objetivo "para el pueblo" siempre ha sido el hilo conductor de las directrices y políticas de nuestro Partido y Estado.
Es por eso que, en todas las circunstancias, a pesar de guerras devastadoras, graves desastres naturales o fluctuaciones económicas mundiales, Vietnam siempre se ha esforzado (y de hecho ha logrado muchos grandes éxitos) por mejorar la calidad de vida, desarrollar la educación, cuidar la salud de las personas, reducir de manera sostenible la pobreza y garantizar la seguridad social.
Perseguir persistentemente los objetivos de desarrollo para las personas y su felicidad.
Continuando con la ideología de la Revolución de Agosto de "tomar al pueblo como raíz", nuestro Partido y Estado siempre identifican al pueblo como base, objetivo y fuerza motriz del desarrollo sostenible.
El proceso de construcción y perfeccionamiento del sistema jurídico se ha impulsado continuamente, con el foco puesto en garantizar los derechos e intereses legítimos del pueblo. La Constitución de 2013 marcó un importante avance en el constitucionalismo, al incluir por primera vez 36 artículos que regulan directamente los derechos humanos y civiles.
Sobre esa base, se han emitido, modificado y complementado una serie de leyes especializadas como el Código Civil, el Código Penal, la Ley de la Niñez, la Ley de Igualdad de Género, la Ley de Personas con Discapacidad..., con el objetivo de concretar los derechos en una dirección cada vez más integral, en consonancia con la práctica interna y los estándares internacionales.
Junto con la mejora de la legislación, Vietnam ha logrado numerosos resultados positivos en la garantía de los derechos humanos en la práctica. El sistema de seguridad social ha ampliado su alcance y mejorado su calidad.
A finales de 2024, el país contaba con 95,52 millones de personas afiliadas al seguro médico, lo que representa el 94,2 % de la población. Cientos de miles de hogares pobres, hogares casi pobres y personas con contribuciones revolucionarias habían recibido apoyo para la vivienda. Los objetivos de reducción de la pobreza siguieron logrando resultados notables, especialmente en zonas de minorías étnicas y distritos pobres.
La nueva casa se está terminando rápidamente, como parte del programa de "eliminación de viviendas temporales y deterioradas" de la familia de la Sra. Dinh Thi Xuyen, del grupo étnico Muong, comuna de Lai Dong, provincia de Phu Tho. (Foto: Ta Toan/VNA)
El Estado también presta especial atención a garantizar los derechos de grupos vulnerables como niños, mujeres, personas con discapacidad y personas mayores. La tasa de escolarización y finalización de la educación primaria infantil supera el 98%, y la tasa de diputadas a la XV Asamblea Nacional es del 30,26%, la más alta registrada hasta la fecha.
Las personas con discapacidad, los ancianos y las minorías étnicas disfrutan de muchas políticas de apoyo a la atención sanitaria, la educación, el empleo y el desarrollo de los medios de vida, contribuyendo así a garantizar la igualdad social y el progreso.
Además de sus esfuerzos nacionales, Vietnam también ha participado activamente en las convenciones internacionales de derechos humanos, siendo miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas durante dos mandatos (2014-2016 y 2023-2025). Con ello, Vietnam no solo reafirma su firme compromiso con los derechos humanos, sino que también contribuye a los esfuerzos comunes de la comunidad internacional por promover los valores universales de libertad, igualdad y dignidad humana.
La Revolución de Agosto de 1945 fue un hito brillante en la historia moderna de Vietnam, cuando por primera vez los derechos humanos, los derechos nacionales y la dignidad humana se afirmaron plenamente en una nación independiente.
La Revolución de Agosto de 1945 fue un hito brillante en la historia moderna de Vietnam, cuando por primera vez los derechos humanos, los derechos nacionales y la dignidad humana se afirmaron plenamente en una nación independiente.
80 años después, ese espíritu de humanidad sigue siendo la base de todas las políticas del Partido y del Estado.
Continuando con la historia, Vietnam siempre ha sido firme en su camino de desarrollo para el pueblo, para la felicidad del pueblo, para una sociedad democrática, justa, civilizada y progresista.
La alegría de los niños de las tierras altas jugando con sus amigos. (Foto: Phan Tuan Anh/VNA)
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/cuoc-cach-mang-vi-con-nguoi-vi-quyen-song-quyen-muu-cau-hanh-phuc-post1053089.vnp
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