La inteligencia artificial (IA) se está convirtiendo en una parte indispensable de las operaciones comerciales en Bélgica.
Según las últimas cifras de la agencia estadística europea (Eurostat), publicadas por Acerta Consult, casi una cuarta parte (24,7%) de las empresas belgas con más de 10 empleados utilizan actualmente aplicaciones de IA en sus operaciones.
Esta cifra supone un salto asombroso, con un crecimiento de casi el 80% en tan solo un año, colocando a Bélgica en tercer lugar en el ranking de países europeos con mayor tasa de adopción de IA, solo detrás de Dinamarca y Suecia.
No sólo los gigantes tecnológicos, sino también las pequeñas y medianas empresas (PYME) de Bélgica están adoptando rápidamente la IA.
“El año pasado, el uso de IA aumentó en 10 puntos porcentuales entre las pequeñas empresas, en 13 puntos porcentuales entre las medianas empresas y en 18 puntos porcentuales entre las grandes empresas”, afirmó Melina Krantz, experta en innovación de Acerta Consult.
Este crecimiento se atribuye a la fuerte economía del conocimiento de Bélgica, así como a la feroz competencia en los mercados europeos y mundiales.
La industria de servicios sigue siendo el sector líder en la adopción de IA (27,4%), pero otros sectores como la manufactura (23%) y la construcción (10%) también están mostrando un crecimiento significativo.
Las aplicaciones de IA más populares incluyen la minería de texto (15,1%), la generación automática de texto y la automatización de tareas repetitivas.
Sin embargo, la aplicación de IA también plantea desafíos importantes: el 25% de las empresas esperan reducir su fuerza laboral debido a la automatización, mientras que el 30% cree que los empleados necesitan volver a capacitarse para adaptarse a las nuevas tecnologías.
“Los trabajadores necesitan contar con los conocimientos y las habilidades necesarios para utilizar la IA de forma eficaz y segura”, afirma la experta Melina Krantz. El Reglamento sobre IA de la Unión Europea entró en vigor el 1 de agosto de 2024 e impuso normas más estrictas sobre privacidad de datos, transparencia y auditoría de la IA.
Las empresas belgas deben cumplir estas regulaciones y garantizar que la IA se utilice de forma responsable.
Según la experta Melina Krantz, la IA no debería ser un fin en sí misma, sino una herramienta para mejorar la eficiencia y crear valor añadido. Las empresas necesitan elegir aplicaciones de IA que se adapten a sus necesidades y objetivos.
A medida que la IA se vuelve cada vez más popular, equilibrar los beneficios y los riesgos es esencial para garantizar el desarrollo sostenible de la economía belga.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/danh-sach-quoc-gia-chau-au-co-ty-le-ung-dung-ai-cao-nhat-post1014889.vnp
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