A principios de este año, un equipo de científicos alemanes descubrió un pico inusual del isótopo radiactivo berilio-10 en el lecho marino del Océano Pacífico .
Este tipo de isótopo se forma cuando los rayos cósmicos chocan con la atmósfera de la Tierra, luego caen en los océanos, se depositan y se adhieren a la corteza terrestre.
Normalmente, estas "lluvias de berilio-10" ocurren con bastante regularidad a nivel mundial, por lo que sus rastros en las capas de roca deberían ser relativamente uniformes.
Sin embargo, un estudio publicado en la revista Astronomy & Astrophysics encontró un aumento en la concentración que se remonta aproximadamente a 10 millones de años.
Los científicos creen que en ese momento una estrella cercana a la Tierra explotó como supernova.
Para comprobarlo, otro equipo de investigación estudió la hipótesis observando las estrellas.
Utilizaron datos del proyecto de investigación Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) para rastrear las órbitas del Sol y 2.725 cúmulos estelares cercanos durante los últimos 20 millones de años, para calcular la probabilidad de que se produzcan supernovas en esos cúmulos.

Se descubrieron picos de berilio-10 en la corteza de ferromanganeso en el fondo del Océano Pacífico , formada hace entre 9 y 12 millones de años (Imagen: Nature Communications).
Los resultados sugieren que hay aproximadamente un 68% de posibilidades de que una estrella haya explotado a 326 años luz del Sol, dentro de un millón de años de la aparición del pico de berilio-10.
El equipo también identificó 19 cúmulos estelares con una probabilidad superior al 1% de que se produzcan supernovas a esta distancia, coincidiendo con el momento de la anomalía.
Cabe destacar que el estudio también descartó efectos directos y potencialmente mortales de la radiación.
La distancia estimada sugiere que incluso una supernova Tipo II relativamente fuerte afectaría principalmente la química atmosférica en lugar de los ecosistemas globales.
Sin embargo, si los picos de berilio-10 sólo aparecen en unas pocas zonas del Océano Pacífico, la causa podría ser un cambio en las corrientes oceánicas, que daría lugar a concentraciones localizadas de material radiactivo.
Por el contrario, si el origen fuera cósmico, se debería detectar un aumento similar en océanos de la misma edad.
Los científicos dicen que tomar muestras y analizar sedimentos de diversas áreas ayudará a arrojar luz sobre este misterio.
Será esencial tomar más muestras de los depósitos marinos de todo el mundo para determinar si esta anomalía es una señal localizada del Pacífico o un evento verdaderamente global.
De confirmarse, sería la evidencia isotópica más antigua del impacto de una supernova cercana en la atmósfera de la Tierra.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/dau-vet-duoi-day-bien-he-lo-vu-no-sao-gan-trai-dat-hang-trieu-nam-truoc-20251012235259991.htm






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