Las temperaturas en Hanoi medidas al aire libre durante los días de verano a veces pueden alcanzar los 55 grados Celsius - Foto: PHAM TUAN
Hay tres afecciones peligrosas que suelen confundirse: el agotamiento por calor, el golpe de calor y el agotamiento por calor. Distinguirlas correctamente y tratarlas a tiempo no solo ayuda a proteger la salud, sino que también puede salvar una vida.
Agotamiento por calor y señales de advertencia
Según el Dr. Nguyen Huy Hoang (Centro de Oxígeno Hiperbárico Vietnam-Rusia), esta es una afección común que se produce cuando el cuerpo pierde agua y electrolitos tras un largo período de exposición a climas cálidos y húmedos, especialmente si se realiza actividad física sin una rehidratación adecuada. Aunque el sistema de termorregulación del cuerpo sigue funcionando, está entrando en una fase de sobrecarga.
Las personas con agotamiento suelen experimentar fatiga, dolor de cabeza, mareos, náuseas, sudoración profusa y piel pálida y húmeda. La temperatura corporal puede aumentar ligeramente (38-40 °C), acompañada de sed intensa.
Con descanso, enfriamiento y rehidratación, la condición mejorará. Pero sin intervención, la persona puede desarrollar un golpe de calor, una afección médica mucho más peligrosa.
Golpe de calor: Cuando el cuerpo pierde su capacidad de salvarse.
Según el Dr. Hoang, el golpe de calor es una emergencia que ocurre cuando la temperatura corporal supera los 40 °C y el sistema nervioso central comienza a funcionar mal. El paciente puede experimentar confusión, agitación, dificultad para hablar, convulsiones o coma.
La piel suele estar caliente, seca y roja, sobre todo en el golpe de calor clásico, que se observa a menudo en ancianos, niños o personas que viven durante mucho tiempo en ambientes cálidos sin condiciones de refrigeración.
Por otro lado, el golpe de calor por esfuerzo físico se presenta en personas sanas que realizan actividades de alta intensidad, como atletas, trabajadores y soldados. Esta variante es igualmente peligrosa y, si no se reduce la temperatura corporal con urgencia, el paciente puede fallecer por daño cerebral, insuficiencia multiorgánica o colapso cardiovascular.
Golpe de calor
No todos saben que el calor también puede ser un factor que favorece un derrame cerebral. Cuando se está deshidratado durante un tiempo prolongado, la sangre se espesa y se forman coágulos con facilidad. Además, la presión arterial puede fluctuar de forma anormal debido a los cambios de temperatura ambiental, lo que puede aumentar el riesgo de derrame cerebral, enfatizó el Dr. Hoang.
Los síntomas pueden incluir hemiplejia, dificultad para hablar, caída de la boca, visión borrosa, mareos, pérdida del equilibrio o coma.
A diferencia del golpe de calor, este no se acompaña necesariamente de una temperatura corporal alta. Sin embargo, sus consecuencias son igualmente graves, con un alto riesgo de muerte o secuelas neurológicas de por vida si no se trata en el período óptimo.
¿Qué hacer cuando el calor aprieta?
En cuanto se detecten signos de agotamiento por calor, traslade al paciente a un lugar fresco, quítele la ropa, colóquele una toalla húmeda, abaníquelo suavemente y dele pequeños sorbos de agua si está consciente. Si no hay mejoría después de 30 a 60 minutos o si presenta signos de enfermedad mental, trasládelo a un centro médico.
En caso de golpe de calor, llamar al 115 es la máxima prioridad. Mientras espera, refresque activamente al paciente: rocíe agua, abaníquelo, aplique hielo en el cuello, las axilas y las ingles o sumérjalo en agua fría si es posible. No le dé agua de beber si el paciente está letárgico, presenta signos de convulsiones o vómitos.
En caso de golpe de calor, es necesario reconocer los primeros signos de parálisis facial, dificultad para hablar y debilidad en las extremidades (FAST), llamar a una ambulancia y no permitir que el paciente coma ni beba. Mantener al paciente inmóvil con la cabeza elevada, vigilar atentamente la respiración y prepararse para la RCP si es necesario.
Para prevenir los efectos sobre la salud durante la temporada de calor, el Dr. Hoang recomienda beber suficiente agua, usar ropa fresca, evitar salir en horas punta (10:00 a. m. a 4:00 p. m.), refrescar la casa y ajustar el nivel de actividad. Estos son principios sencillos pero eficaces.
Para las personas mayores y los niños, los dos grupos más vulnerables, es necesario un seguimiento estrecho: asegúrese de que la habitación esté lo suficientemente fresca, beba agua con regularidad y no deje a los niños en el coche ni siquiera unos minutos. Las personas con enfermedades subyacentes (hipertensión, cardiopatías, diabetes) también deben tener especial cuidado y consultar con un médico sobre los medicamentos que toman cuando hace calor.
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SAUCE
Fuente: https://tuoitre.vn/de-kiet-suc-soc-nhiet-hoac-dot-quy-do-nang-nong-lam-gi-de-xu-ly-kip-thoi-2025060316381102.htm
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