El turismo comunitario no solo contribuye a promover la identidad cultural y preservar el patrimonio tradicional, sino que también abre un nuevo camino para la reducción sostenible de la pobreza. Gracias a ello, muchas aldeas pobres se están transformando gradualmente en atractivos destinos culturales y ecológicos.
Rico potencial de la identidad y la naturaleza
Vietnam cuenta con 54 grupos étnicos, cada uno con su propio tesoro cultural único: desde la arquitectura de palafitos, festivales, música folclórica, trajes, gastronomía y artesanía tradicional. Estos valores son irrepetibles y constituyen los "activos intangibles" que crean un fuerte atractivo para turistas nacionales y extranjeros.

Las tierras altas y las zonas remotas aún conservan su belleza natural prístina.
Además, las zonas montañosas, remotas y aisladas aún conservan su belleza natural prístina: campos en terrazas, cascadas, bosques antiguos, ríos, arroyos, mesetas de piedra, pueblos antiguos... Este es un recurso invaluable para desarrollar varios tipos de ecoturismo, trekking, turismo experiencial o turismo agrícola .
Muchas evaluaciones muestran que, si se invierte adecuadamente, el turismo comunitario en zonas de minorías étnicas puede convertirse en una de las industrias clave y contribuir en gran medida a los ingresos de la población.
A diferencia de los modelos turísticos tradicionales, el turismo comunitario prioriza a las personas. Estas no solo son proveedoras de servicios, sino también preservadoras culturales. Cada hogar puede ofrecer servicios como alojamiento, gastronomía, guías de experiencias, espectáculos culturales, alquiler de trajes o venta de artesanías.
Para las familias de las tierras altas, los ingresos del turismo son especialmente importantes. Con solo transformar sus casas en alojamientos familiares, organizar comidas tradicionales o guiar a los agricultores para que experimenten la cosecha de productos agrícolas, pueden generar ingresos adicionales de varios millones a decenas de millones de VND al mes.
Muchas localidades han reportado que, tras la llegada de los turistas, la vida de la gente ha cambiado significativamente. Hogares que antes eran pobres ahora han prosperado gracias al turismo, el cultivo de productos limpios o la venta de artesanías.
Preservar la cultura: la clave para el desarrollo sostenible
Uno de los mayores valores del turismo comunitario es su contribución a la preservación de la identidad cultural. Los turistas vienen a las tierras altas no solo para disfrutar del paisaje, sino también para sumergirse en la vida cultural local: escuchar las danzas Khen y Xoe, observar el tejido de brocados, degustar platos tradicionales o participar en festivales.
Cuando la cultura se convierta en una fuente de ingresos, la gente será más consciente de su conservación. Los jóvenes aprenden los oficios de sus antepasados para actuar ante los invitados, las mujeres preservan el tejido tradicional y la fabricación de instrumentos musicales. Canciones y bailes que antes estaban en peligro de desaparecer ahora se recuperan.

El turismo comunitario no sólo enriquece la economía sino que también preserva importantes valores espirituales de cada comunidad.
De esta forma, el turismo comunitario no sólo enriquece la economía sino que también preserva importantes valores espirituales de cada comunidad.
Una tendencia destacada en el desarrollo del turismo comunitario es vincular el turismo con la producción de productos básicos. Muchas localidades han desarrollado el modelo "una aldea, un producto", vinculando los productos de OCOP con las excursiones.
Los turistas no solo visitan, sino que también experimentan el cultivo de hortalizas, la recolección de té, la cosecha de hierbas medicinales y la elaboración de artesanías. Estos productos se venden directamente en el destino turístico, lo que contribuye a aumentar el valor y promover la marca local.
Organizar tours experienciales también facilita la venta de productos agrícolas frescos, a la vez que abre oportunidades para firmar contratos con empresas de distribución. Este es un modelo "dos en uno": hacer turismo y consumir productos, generando un doble ingreso para los hogares.
El turismo comunitario tiene un enorme impacto social, especialmente para las mujeres y los jóvenes, dos grupos que suelen tener oportunidades laborales limitadas en las zonas montañosas. Al participar en alojamientos familiares, cocinar, guiar turistas o realizar espectáculos culturales, las mujeres de minorías étnicas cuentan con una fuente estable de ingresos y mejoran sus habilidades de comunicación y gestión.
En lugar de abandonar sus lugares de origen para trabajar lejos de casa, los jóvenes de las tierras altas ahora pueden convertirse en guías turísticos locales, administradores de alojamientos familiares, proveedores de servicios de transporte, vendedores o emprender negocios basados en las fortalezas de su ciudad natal. Esto ayuda a limitar la migración de jóvenes trabajadores y a preservar los recursos humanos locales.

Muchas localidades han implementado cursos de capacitación sobre habilidades turísticas.
A pesar de su gran potencial, el turismo comunitario aún enfrenta una serie de dificultades como infraestructuras no sincronizadas, carreteras degradadas, sanitarios inadecuados, servicios de alojamiento poco profesionales o falta de productos diferenciados.
Algunas aldeas carecen de la capacidad para recibir visitantes, carecen de habilidades de comunicación o no saben cómo usar las redes sociales para promocionar sus productos. Estas limitaciones impiden que el turismo comunitario alcance su máximo potencial.
Para superar esto, muchas localidades han puesto en marcha cursos de formación en habilidades turísticas: recepción, cocina, preparación de habitaciones, promoción de productos y comunicación básica en idiomas extranjeros. Al mismo tiempo, han invertido en proyectos como casas culturales, aparcamientos, puntos de registro, sistemas de recogida de residuos, etc., para mejorar la calidad del servicio.
El objetivo principal del turismo comunitario sigue siendo aumentar los ingresos, a la vez que preserva la cultura y protege el medio ambiente. Por ello, las localidades se están centrando en desarrollarse según el modelo de "turismo verde", fomentando el uso de materiales naturales, limitando los residuos plásticos, preservando el paisaje y respetando las costumbres locales.
Además, se alienta al gobierno y a las empresas a cooperar con la comunidad, compartir los beneficios de manera justa y evitar el desarrollo masivo que perturbe la cultura local.
Fuente: https://bvhttdl.gov.vn/du-lich-cong-dong-mo-vang-mem-giup-vung-dan-toc-thieu-so-but-pha-va-giam-ngheo-ben-vung-2025120315313581.htm






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