Movimiento estratégico
En el flujo de la integración global, Vietnam no sólo ha afirmado su posición como un destino atractivo para la inversión extranjera directa (IED), sino que también está entrando con confianza en una nueva era: la era de llegar de manera proactiva al mundo a través de la inversión extranjera directa (IED).
Según el Dr. Phan Huu Thang, presidente de la Asociación Financiera del Parque Industrial de Vietnam (VIPFA), ex director del Departamento de Inversión Extranjera del Ministerio de Planificación e Inversión (ahora Ministerio de Finanzas ), este es un cambio estratégico que demuestra la madurez de la economía y la aspiración de las empresas vietnamitas hacia una nación fuerte, independiente y próspera.
La IED y la OFDI son dos caras de la misma moneda; ambas son flujos de capital de inversión del sector privado. Si la IED representa fortaleza externa, la OFDI representa fortaleza interna.
Con el impulso de la Resolución n.º 68-NQ/TW del Politburó sobre el desarrollo económico privado, este sector se convertirá en el principal motor de la ola de inversión extranjera. Cuando se eliminen las barreras institucionales y de capacidad interna, la economía vietnamita realmente se mantendrá en pie, atrayendo eficazmente la IED y promoviendo la IED en el exterior para consolidar su posición en el ámbito internacional, enfatizó el experto.
En retrospectiva, el presidente de VIPFA afirmó que la inversión extranjera directa (OED) de Vietnam muestra un progreso notable. En 2024, se registró un impulso espectacular con casi 665 millones de dólares en capital de inversión nuevo y ajustado, un 57,7 % más que el año anterior. Esta impresionante cifra elevó el capital total acumulado por Vietnam en el exterior a más de 22 590 millones de dólares, a través de 1825 proyectos.
Lo más alentador es el cambio positivo en la estructura de inversión. Si antes el capital fluía principalmente hacia los sectores tradicionales, en 2024 se observó un fuerte auge en las actividades profesionales, la ciencia y la tecnología (que representan el 30,2 % del capital total) y la industria de procesamiento y manufactura (que representa el 21 %). Esto indica que las empresas vietnamitas están ascendiendo gradualmente en la cadena de valor global.
Sin embargo, según el Dr. Phan Huu Thang, al observar el panorama general acumulado, los flujos de capital aún presentan la huella del antiguo modelo, al centrarse principalmente en la minería (31%) y la agricultura (15%) en mercados vecinos como Laos y Camboya. Si bien priorizar la región de la ASEAN es una medida razonable debido a sus ventajas geográficas y culturales, esto también demuestra que la inversión extranjera directa (OED) de Vietnam no ha llegado realmente lejos en los centros tecnológicos y los mercados desarrollados. La escala de la OED aún es bastante modesta en comparación con las decenas de miles de millones de dólares de capital de inversión extranjera directa (IED) que fluyen a Vietnam cada año, lo que refleja importantes desafíos.
Superando las dificultades para llegar al océano
El presidente de VIPFA evaluó que el éxito inicial es innegable, pero el camino por recorrer aún presenta dificultades. Tras las cifras optimistas se esconden desafíos estructurales. La escala de los proyectos de las empresas vietnamitas aún es pequeña, y carecen de proyectos estratégicos y de alta tecnología. La capacidad de gestión transfronteriza, la comprensión del derecho internacional y la solidez financiera de muchas empresas, especialmente las pequeñas y medianas, siguen siendo débiles.
Además, el marco de políticas de apoyo, si bien existe, no es lo suficientemente sólido ni integral. Aún carecemos de herramientas eficaces, como fondos de apoyo financiero, mecanismos de seguro contra riesgos políticos o programas sistemáticos de promoción de inversiones para apoyar a las empresas en el mercado internacional. Estas barreras hacen que muchas empresas duden y pierdan oportunidades de inversión.
Para que la inversión extranjera directa (OED) se convierta realmente en el segundo pilar de la economía, los expertos recomiendan que Vietnam necesite una hoja de ruta estratégica y coordinada. En el futuro inmediato, hasta 2030, el objetivo debe ser una transición decisiva del modelo de "grandes recursos de capital" al de "OED de alto valor".
Esto requiere que el Estado perfeccione el marco legal para lograr transparencia y agilización, y al mismo tiempo establezca herramientas financieras sólidas, como fondos de apoyo y seguros de riesgo, para que las empresas puedan emprender con confianza. Asimismo, es necesario implementar programas de capacitación integral, mejorar la capacidad de gobernanza internacional y brindar asesoramiento legal a la comunidad empresarial.
La visión a largo plazo hasta 2045 debe ser más ambiciosa: construir corporaciones vietnamitas de talla mundial, convirtiéndose en referentes en áreas clave como la tecnología, las energías limpias y la logística. Para ello, necesitamos un ecosistema de apoyo integral, donde el derecho, las finanzas, las redes diplomáticas y los recursos humanos de alta calidad aúnen fuerzas para crear una sólida plataforma de lanzamiento para las empresas vietnamitas.
Por supuesto, al invertir en el extranjero, las propias empresas necesitan equiparse con sólidos conocimientos legales, especialmente las disposiciones de la Ley de Inversiones de 2020 sobre formas de inversión, transferencia de capital y ganancias, para evitar riesgos innecesarios.
Con un liderazgo sabio, el consenso de todo el pueblo y una estrategia correcta, las actividades de inversión extranjera directa (OED) no solo generarán beneficios económicos, sino que también serán un medio para llevar las marcas y la inteligencia vietnamitas al mundo. El barco económico vietnamita navega hacia el mar, con la firme convicción de que "no hay nada que otros países puedan hacer que Vietnam no pueda", enfatizó el experto.
Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/doanh-nghiep/lan-song-dau-tu-truc-tiep-ra-nuoc-ngoai-dang-tang-toc/20250821105855958
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