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China “exporta” incineradores: un cambio radical para encontrar oro en la chatarra

(Dan Tri) - La sed de ganancias que genera el sueño de "convertir la basura en oro" está empujando a las empresas chinas a una feroz migración al exterior, a medida que los incineradores nacionales caen en una situación de "hambruna de basura".

Báo Dân tríBáo Dân trí06/12/2025

En diciembre, en Zhangye, ciudad de la provincia de Gansu, las chimeneas de las plantas de valorización energética de residuos aún expulsaban humo blanco, pero tras ellas se observaba un cambio silencioso pero drástico en toda una industria. A medida que el ritmo de crecimiento económico nacional se desaceleraba, lo que provocaba que la cantidad de residuos —una importante materia prima— fuera menor de lo previsto, las empresas chinas se dieron cuenta de que ya no podían quedarse en casa.

Las últimas estadísticas pintan un panorama vibrante de esta ola de "fugas de carbono en el extranjero". En tan solo seis meses, hasta finales de noviembre, el número de proyectos de incineración en el extranjero que involucran a empresas chinas se ha disparado de 79 a 101. La huella de las corporaciones ambientales de este país se ha extendido desde los países asiáticos vecinos a Europa, África e incluso América.

El Sr. Guo Yungao, Secretario General del Comité de Energía y Medio Ambiente de la Federación Nacional de Medio Ambiente de China, comentó que la industria está dando un salto cualitativo. Las empresas chinas ya no se limitan a exportar maquinaria y equipos individuales, sino que ahora ofrecen soluciones integrales, desde tecnología y estándares operativos hasta gestión, e incluso aportando capital directamente a proyectos internacionales.

Sin embargo, la fuerza impulsora detrás de esta expansión agresiva no es simplemente la ambición de dominar el mercado, sino también una ruta de escape necesaria de la crisis de "sobreabundancia" interna.

Trung Quốc “xuất khẩu” lò đốt rác: Cú quay xe tìm vàng từ phế liệu - 1

La desaceleración del crecimiento económico ha dejado a la industria nacional de "valorización energética de residuos" con escasez de combustible. Las empresas chinas buscan cada vez más residuos y beneficios en el extranjero (Foto: SCMP).

Cuando la "droga milagrosa" se convierte en "veneno"

Para comprender los orígenes de la crisis actual, vale la pena remontarse al auge de la industria china de valorización energética de residuos hace una década. A principios de la década de 2000, ante la escasez de vertederos y la creciente preocupación por la contaminación, Pekín apostó fuerte por la tecnología de valorización energética de residuos. Con el respaldo de colaboraciones público-privadas y generosos subsidios, surgieron miles de plantas.

En menos de una década, China ha experimentado una rápida revolución, aumentando su capacidad de procesamiento de 102 millones de toneladas/año en 2018 a la friolera de 206 millones de toneladas en 2024. Actualmente, el país posee dos tercios de la capacidad mundial de conversión de residuos en energía y procesa casi el 80% de los residuos domésticos urbanos.

Pero este desarrollo precipitado ha tenido una consecuencia imprevista: una crisis de excedentes. Los planificadores fueron demasiado optimistas al predecir que los residuos crecerían de forma lineal con la economía. La realidad es mucho más dura. Las grandes ciudades tienen tantas incineradoras que las fábricas compiten ferozmente por los recursos, mientras que las zonas rurales, donde radica la verdadera necesidad, se quedan atrás debido a los altos costos de recolección y la baja densidad de población.

Irónicamente, las iniciativas gubernamentales de protección ambiental han supuesto un duro golpe para la industria de la incineración. La campaña "Ciudades Basura Cero" y las estrictas normas de clasificación de residuos, ampliamente aplicadas, han provocado una disminución en la cantidad y el poder calorífico de los residuos que entran en la incineradora.

Muchas fábricas operan actualmente a sólo el 60% de su capacidad, y algunas incluso han recurrido a la opción extrema de desenterrar basura de vertederos viejos y cerrados para quemarla.

Shock financiero y llamada de atención

El panorama empresarial de la industria china de valorización energética de residuos está cambiando de prometedor a sombrío. Los tres principales pilares de ingresos que antes ayudaban a las empresas a generar ingresos: los subsidios estatales, la venta de electricidad y los créditos de carbono, se están tambaleando drásticamente.

En primer lugar, está el impacto de los subsidios. Desde 2023, el presupuesto central dejó de apoyar nuevos proyectos, trasladando toda la carga financiera a los gobiernos locales. En el difícil contexto económico, muchas localidades han sufrido retrasos prolongados en los pagos. A mediados de 2024, las empresas ambientales que cotizaban en bolsa acumulaban atrasos de hasta 350 000 millones de yuanes (equivalentes a 49 000 millones de dólares estadounidenses), una cifra alarmante que superaba sus ingresos operativos totales.

El siguiente paso es la desaparición de los créditos de carbono. La incineración, utilizada para reducir las emisiones de metano de los vertederos, generaba importantes ingresos por la venta de certificados de reducción de emisiones (CCER). Sin embargo, con la implementación de nuevos métodos de contabilidad ambiental más estrictos a partir de 2024, este flujo de caja ha desaparecido casi por completo, eliminando alrededor del 10 % de las ganancias netas de las empresas bien gestionadas.

Incluso los ingresos por la venta de electricidad han dejado de ser atractivos, ya que el precio de los certificados de electricidad verde (CER) se ha desplomado debido al exceso de oferta. Estos factores se combinaron para crear una "tormenta perfecta", eliminando los lucrativos márgenes de beneficio que antes disfrutaba la industria.

Trung Quốc “xuất khẩu” lò đốt rác: Cú quay xe tìm vàng từ phế liệu - 2

La implementación a gran escala de la clasificación de residuos desde 2020 ha provocado que las incineradoras pierdan su antigua y abundante fuente de residuos. (Foto: Flickr)

Lecciones costosas de planificación y adaptación

La historia de la industria china de conversión de residuos en energía es un "estudio de caso" típico de los riesgos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en la inversión.

Desde el punto de vista ambiental, si bien la incineración es mejor que el vertedero, sigue siendo una solución de última instancia. La sobreabundancia de incineradoras contradice los principios de la economía circular (Reducir – Reutilizar – Reciclar). De hecho, la presión para alimentar las incineradoras puede, en realidad, fomentar la generación de más residuos en lugar de reducirlos.

En el ámbito social, el movimiento "En mi patio, no" se está extendiendo. Los residentes urbanos están cada vez más preocupados por las emisiones de dioxinas y los riesgos para la salud, lo que dificulta la búsqueda de terrenos para nuevos proyectos.

Ante la dura realidad, gigantes del sector como Everbright Environment se ven obligados a reestructurar sus estrategias de supervivencia. Se acabaron los días de relajarse y disfrutar de los beneficios del sistema de donaciones. El informe anual de 2024 de la compañía muestra una clara tendencia hacia la diversificación de sus fuentes de ingresos.

Ya no dependen únicamente de los residuos municipales, sino que han comenzado a expandirse al tratamiento de residuos industriales, al tiempo que trasladan su base de clientes del gobierno a empresas privadas y hogares.

Pero lo más importante es que la deslocalización se está convirtiendo en la única solución al problema del exceso de capacidad. Al aportar tecnología, capital y experiencia en gestión a los mercados emergentes —donde la demanda de tratamiento de residuos es tan alta como la de China hace 10 años—, estas empresas esperan recuperar la "época dorada" perdida.

Sin embargo, este camino también está lleno de dificultades, ya que deben afrontar desafíos legales y un entorno empresarial complejo en un país extranjero. Si la estrategia de exportar el modelo de "convertir la basura en oro" tendrá éxito o no es aún una incógnita, pero una cosa es segura: la era de la incineración masiva de residuos en China ha terminado oficialmente, dando paso a una fase de desarrollo más sustancial y sostenible.

Fuente: https://dantri.com.vn/kinh-doanh/trung-quoc-xuat-khau-lo-dot-rac-cu-quay-xe-tim-vang-tu-phe-lieu-20251206090106634.htm


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