Los productos falsificados y de mala calidad están invadiendo silenciosamente todos los ámbitos de la vida: desde cartones de leche para niños, pastillas de medicina moderna y frascos de cosméticos hasta alimentos, bebidas y productos de consumo diario. Recientes descubrimientos y el manejo por parte de las autoridades han hecho sonar la alarma sobre esta preocupante situación.
La policía provincial de Phu Tho acaba de desmantelar una instalación que producía aceite de cocina, glutamato monosódico, condimentos en polvo y caldos en polvo falsos. Foto: Internet.
La fórmula infantil, relacionada con el desarrollo de las generaciones futuras, está siendo explotada como una herramienta sucia de lucro por especuladores deshonestos. Los medicamentos modernos falsificados no solo son ineficaces, sino que también pueden matar a los pacientes en silencio… Cabe destacar que los trucos de los falsificadores son cada vez más sofisticados, lo que hace difícil para los consumidores distinguir entre productos falsos y genuinos. Los productos falsificados y de mala calidad han amenazado y siguen amenazando directamente la salud, la confianza e incluso la vida de millones de personas.
Sus consecuencias no sólo afectan los derechos y la salud de las personas, sino que también provocan que las empresas que realizan negocios honestamente se enfrenten a una competencia desleal en el proceso de producción y comercialización. El problema de los productos falsificados está perturbando el mercado, desmotivando a las empresas, confundiendo a los consumidores, dañando la economía y, lo que es más peligroso, amenazando el desarrollo de la sociedad.
Para eliminar esta amenaza se requiere una guerra total y coordinada desde muchos lados. En primer lugar, las autoridades deben reforzar la inspección, la supervisión y tratar estrictamente las infracciones de acuerdo con las normas y sanciones de la ley. Al mismo tiempo, continuar impulsando el trabajo de propaganda, dotando a la gente de conocimientos para identificar productos genuinos. Para las empresas, invertir en tecnología antifalsificación, construir un sistema de distribución transparente y publicar información sobre los productos son pasos esenciales. Esto no es sólo una forma de proteger la marca sino también un compromiso con los clientes sobre la calidad y la responsabilidad.
Tras descubrirse los productos falsificados, muchos consumidores decidieron proactivamente comprar productos en establecimientos de buena reputación.
Y el factor central en la lucha contra las falsificaciones y los productos de mala calidad sigue residiendo en la concienciación y las acciones de los propios consumidores. En el actual mercado de productos básicos de múltiples niveles, cuando los consumidores se enfrentan a una "matriz" de lo real y lo falso, una mezcla de lo bueno y lo malo, si no somos consumidores inteligentes, nos convertiremos en víctimas en cualquier momento.
Por lo tanto, no compre productos basándose en la confianza y la subjetividad. Debes comprobar cuidadosamente el origen claro, como sellos anti-falsificación, códigos QR, información del fabricante... Compra únicamente en direcciones de confianza. No apuestes tu salud y tu dinero en anuncios vacíos en las redes sociales. Además, desconfía de trucos como "precios inesperadamente bajos", "superpromociones"...
Al mismo tiempo, equípate de conocimientos legales como: el derecho a devolución, el derecho a reclamar, el derecho a denunciar actos fraudulentos, engaños al consumidor... Y, sobre todo, estate dispuesto a hablar y denunciar a las autoridades cuando descubras actos fraudulentos del fabricante, porque saber pero no reflexionar es contribuir invisiblemente a la existencia del mal y del error.
Hablar abiertamente, tomar medidas y consumir de manera responsable son formas en las que los consumidores pueden contribuir a construir un mercado saludable.
Los productos falsificados no sólo engañan a las personas, sino que también envenenan todo el mercado, causando consecuencias impredecibles... Hablar claro, actuar y consumir de manera responsable es la manera en que contribuimos a construir un mercado saludable y una sociedad civilizada.
Fuente: https://baohatinh.vn/len-tieng-hanh-dong-va-tieu-dung-co-trach-nhiem-post287738.html
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