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Historia de Uzbekistán

Tras muchos años de faltar a citas y ser llamado el "segundo lugar" de las eliminatorias asiáticas, Uzbekistán finalmente cruzó la puerta de la Copa Mundial con fuerza propia y un deseo ardiente.

ZNewsZNews06/06/2025

La selección de Uzbekistán consiguió de manera excelente un boleto para el Mundial de 2026.

En la noche del 5 de junio en Abu Dabi, en una velada llena de emoción, Uzbekistán escribió la página más gloriosa de su historia. Un valiente empate 0-0 contra los Emiratos Árabes Unidos no fue solo un resultado en el marcador, sino una rotunda confirmación: Uzbekistán, tras muchos años sin participar en las citas, se clasificó por primera vez para la fase final de la Copa Mundial.

El viaje de los persistentes

Se derramaron lágrimas en la cancha. No de los perdedores, sino de alegría, lágrimas que brotaron tras décadas de espera. El portero Utkir Yusupov cayó de rodillas y sollozó. Los jugadores, el cuerpo técnico, incluso los que no jugaron, todos no pudieron contener la emoción. Y se lo merecían.

Uzbekistán no cuenta con una plantilla repleta de estrellas. Carece de jugadores que militasen en los mejores clubes europeos, con la excepción de algunos nombres como Eldor Shomurodov (exjugador de la Roma), el joven talento Khusanov (del Manchester City) y Abbosbek Fayzullaev, el excelente centrocampista del CSKA de Moscú. Pero tienen algo de lo que carecen muchos equipos con recursos: persistencia y fe.

Quince partidos de clasificación, solo una derrota. La defensa encajó exactamente 11 goles. Este logro fue fruto de una organización sólida, un espíritu de lucha valiente y un inquebrantable espíritu de equipo. Una merecida recompensa para un fútbol que había vivido en el arrepentimiento durante demasiado tiempo.

Porque durante más de dos décadas, Uzbekistán siempre ha estado en el grupo de los "casi": casi va al Mundial de 2006 por una sanción injusta en el partido de repesca contra Baréin; casi va a Brasil 2014 por una diferencia de goles menor que la de Corea del Sur; casi va a Rusia 2018 por un empate en la final con Corea del Sur. Pero esta vez, no dejarán que la historia se repita.

Uzbekistan anh 1

La diferencia de Uzbekistán hoy en día radica en su raíz: un sistema de formación de jóvenes que poco a poco se va profesionalizando.

La diferencia actual de Uzbekistán radica en su raíz: un sistema juvenil que se está profesionalizando gradualmente. Bajo la dirección técnica de Guy Kiala, belga con experiencia en los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, el fútbol uzbeko ha experimentado una reorganización completa.

Anteriormente, las academias de fútbol eran administradas por el Estado y eran principalmente de base. Ahora, la Federación de Fútbol de Uzbekistán controla, selecciona y organiza torneos regionales para encontrar jugadores destacados. Los jóvenes pueden competir, competir y entrenar con una dirección clara: técnica, ataque y creatividad.

Los resultados no se hicieron esperar. La selección sub-17 venció a Inglaterra en el Mundial. La sub-20 ganó la Copa Asiática. La sub-23 debutó en los Juegos Olímpicos, marcando la primera vez que Uzbekistán contaba con representación en un deporte de equipo en los Juegos.

El líder de esa joven generación, Timur Kapadze, es ahora también el entrenador de la selección nacional. Entiende a los jóvenes jugadores, sabe cómo motivarlos y, lo más importante, sabe cómo construir un equipo cohesionado con gente de orígenes humildes.

El éxito de Uzbekistán no se basa solo en la habilidad técnica. Se basa en un cambio de mentalidad. Anteriormente, el equipo solía entrar al partido con la mentalidad de no ser el favorito, con una defensa negativa, temiendo más perder que ganar. Kiala lo comprendió desde el principio y creó un nuevo eslogan: «El deseo de ganar debe ser mayor que el miedo al fracaso».

Uzbekistan anh 2

El éxito de Uzbekistán no se basa únicamente en la experiencia técnica. Se basa en un cambio de mentalidad.

Uzbekistán ya no es un equipo que espera el contraataque. Juega con carácter, ataca y, sobre todo, no teme a ningún rival. Uzbekistán cree que tiene derecho a soñar, y esa convicción es la que lo llevó a su primer Mundial.

Resultado digno

Con una población de casi 40 millones de personas, la mayor de Asia Central, Uzbekistán siempre ha amado el fútbol como parte de su vida. Puede que hayan sido famosos por otros deportes como la lucha libre, el boxeo y el tenis, pero nada les emociona tanto como el fútbol.

El próximo partido en casa contra Catar no será decisivo, pero sí una auténtica celebración. Taskent estará cubierta de banderas. Millones de uzbekos vivirán un momento histórico: la primera vez que verán a su selección formar parte del festival más grande del planeta.

El camino de Uzbekistán hacia el Mundial de 2026 es una lección de perseverancia, reconstrucción y ambición. No llegaron allí por el formato ampliado. Llegaron por méritos propios.

Y a partir de ahora, el mundo del fútbol ya no considerará a Uzbekistán como un equipo que "casi lo logró". Lo logró, y de la mejor manera posible.

Fuente: https://znews.vn/lich-su-goi-ten-uzbekistan-post1558658.html


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