Berro - La verdura que encabeza la lista de verduras nutritivas anunciada
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC) han publicado una lista de las 41 frutas y verduras más nutritivas. Cabe destacar que, entre ellas, una verdura muy popular en Vietnam, clasificada en primer lugar con una puntuación absoluta de 100/100, es el berro.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC) han publicado una lista de las 41 frutas y verduras más nutritivas. Foto: Fooducate.
En Vietnam, el berro suele crecer bien en invierno, tiene un aroma penetrante característico y un sabor ligeramente amargo y picante. Los dos nutrientes más importantes del berro son la vitamina C y la vitamina K. La cantidad de vitamina C en esta verdura es incluso mayor que la de las naranjas y los limones.
El berro tiene muchos valores nutricionales.
El médico y científico Bui Dac Sang, de la Academia de Ciencia y Tecnología de Vietnam, compartió:
El berro es una verdura muy común. A algunas personas no les gusta porque suelen pensar que se cultiva en lugares sucios y se infecta fácilmente con parásitos. Si se compra en el mercado, muchas amas de casa se quejan de que contiene mucha lenteja de agua e incluso gusanos. Sin embargo, es una "superverdura" con un alto valor nutricional.
Según una investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., el berro aporta un gran valor nutricional, con una calificación científica de 100. Mientras tanto, la espinaca solo alcanza el 86,43 %, y la col, el 91,9 %.
En concreto, el isotiocianato de fenetilo (Peitc), un compuesto presente en el berro, posee potentes efectos antioxidantes y antiinflamatorios, previniendo el crecimiento de células cancerosas. Este compuesto también posee efectos antienvejecimiento.
El berro es una verdura rica en ácido fólico, beneficiosa para las embarazadas, ya que previene defectos congénitos. En promedio, las embarazadas pueden consumir esta verdura de 3 a 4 veces por semana.
A muchas personas les gusta el brócoli y la col rizada, pero ignoran los berros, sin saber que ambos son económicos y ricos en vitamina K. Comer un tazón pequeño de berros es suficiente para aportar vitamina K al cuerpo a diario. La vitamina K ayuda a mantener la salud del corazón, estabiliza la coagulación sanguínea y protege los huesos.
Además, el berro también contiene mucha vitamina C, vitaminas del grupo B, E y hierro, fósforo, yodo que tienen el efecto de proteger la salud, prevenir enfermedades, infecciones, antienvejecimiento...
El berro tiene un alto contenido de ácido fólico, lo cual es beneficioso para las embarazadas, previniendo defectos congénitos. En promedio, las embarazadas pueden consumir esta verdura de 3 a 4 veces por semana.
El berro es una verdura con muchos usos, pero no todo el mundo debería consumirla.
Según la medicina oriental, el berro es una verdura fría, de sabor ligeramente amargo y acre, con efectos diuréticos, digestivos y desintoxicantes. En particular, las personas con diabetes pueden consumir berros regularmente para estabilizar el azúcar en sangre y complementar su aporte de fibra.
Cuando tu cuerpo está cansado, comes muchos alimentos grasosos, banh chung, arroz glutinoso, puedes tomar berros, molerlos o exprimir el jugo para beber con zanahorias para ayudar a purificar y refrescarte.
Sin embargo, el berro suele cultivarse bajo el agua o en el campo, lo que lo hace susceptible a los parásitos. Al consumirlo, es necesario lavarlo bien. Si lo consume crudo, consuma solo berros cultivados en tierra. Las personas con hipertiroidismo no deben consumir berros, ya que contienen altos niveles de yodo, lo que puede agravar la enfermedad.
Cómo cultivar berros en casa de forma sencilla pero con alto rendimiento
Cultive berros en cajas de espuma de la siguiente manera: llene la caja de espuma con agua durante 30 minutos para probar la estanqueidad; envuélvala con cinta de 5 lados para crear firmeza.
El berro no necesita mucha tierra, así que puedes triturar la escoria de carbón y extender una capa de 10 cm de espesor en el fondo. Mezcla 200 g de fosfato. A continuación, se coloca una capa de tierra (marga mezclada con un poco de cascarilla de arroz o tierra compostada con estiércol de pescado o restos de frijol) a 5 cm del borde del barril. Espolvorea 20 g de NPK y mezcla bien.
Cultivar berros no requiere mucha agua en el recipiente, solo la suficiente para cubrir la superficie. Debes regarlos todas las mañanas, pero solo ligeramente para humedecerlos, ya que no necesitan mucha agua en la estación fría (si hace sol, es necesario regarlos).
Además, el berro crece con mucha fuerza en tiempo lluvioso y lloviznoso, por lo que cuando llueva, mezcle algún fertilizante muy diluido para crear las condiciones para que la planta crezca con fuerza.
Nota: La tierra no debe contener residuos orgánicos ni hojas, tocones ni raíces que no se hayan descompuesto, ya que la pudrirán. Haga un agujero del tamaño de un dedo a 3 cm del borde del barril para que, cuando llueva, el agua no se desborde.
Los dos primeros cultivos no necesitan fertilización. Tras la tercera cosecha, comience a regar con solución hidropónica (si dispone de ella) o fertilice con 2 g de nitrógeno después de cada cosecha. Añada ocasionalmente de 1 a 2 g de potasio al fertilizar.
Notas al comer berros
Aunque el berro es muy bueno para la salud, según la Dra. Phan Thi Thu Phuong, del Departamento de Exámenes del Hospital Dang Van Ngu, el riesgo de infección por duelas hepáticas grandes es muy alto si se procesa incorrectamente, ya que esta verdura suele crecer y vivir en agua y lodo. Mucha gente cree subjetivamente que simplemente sumergirlo en agua hirviendo lo ablandará y lo hará apto para el consumo sin hervirlo completamente. Usarlo para preparar ensaladas o escaldarlo sin cocinarlo puede aumentar el riesgo de infección por duelas hepáticas grandes.
Los trematodos que anidan en el hígado pueden causar fácilmente abscesos. Si no se tratan a tiempo, estos se romperán y dañarán el hígado. Para garantizar su seguridad, quienes consumen berros con frecuencia deben lavarlos con frecuencia al prepararlos. Además, deben cocinarlos a 100 °C durante 3 a 5 minutos, ya que a altas temperaturas las larvas se destruyen antes de consumirlos.
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