El estudio fue publicado en la revista académica PLOS One . Es un estudio a gran escala que recopila y analiza datos de más de 10.000 adultos, según el sitio web australiano de noticias científicas Science Alert .
El ejercicio regular puede ayudar a aumentar la tolerancia al dolor en personas con dolor crónico.
En el estudio, se midió la tolerancia al dolor mediante la prueba de estimulación del receptor de frío (CPT). Los participantes sumergieron las manos en agua helada para comprobar cuánto tiempo soportaban el dolor. La CPT se realizó dos veces, con 8 años de diferencia. Además, completaron un informe con la frecuencia e intensidad de su ejercicio.
Tras analizar los datos, el equipo de investigación descubrió que las personas que hacen ejercicio regularmente tienen una mayor tolerancia al dolor. En concreto, quienes se ejercitan a una intensidad moderada o alta tienen una mejor tolerancia al dolor que quienes se ejercitan con menos frecuencia.
El equipo de investigación cree que este hallazgo podría ser una contribución revolucionaria a los planes de tratamiento para pacientes con dolor crónico. Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), el dolor crónico es aquel que persiste durante más de unos meses sin alivio.
"Los resultados del estudio apoyan la idea de aumentar la actividad física como un método no farmacológico para reducir o prevenir el dolor crónico", dijeron los autores del estudio.
Esta no es la primera vez que una investigación demuestra que el ejercicio puede ser un tratamiento potencial para el dolor crónico. Sin embargo, la mayoría de los estudios previos sobre este tema fueron a pequeña escala y dieron seguimiento a los pacientes durante solo un año. La mayoría de los estudios confirmaron que el ejercicio mejoraba el dolor y tenía muy pocos efectos secundarios, que a menudo son inevitables con el uso prolongado de analgésicos.
El dolor crónico es una afección bastante común, especialmente entre los adultos mayores. En muchos casos, los pacientes experimentan dolor, pero los médicos necesitan tiempo para determinar la causa exacta. El dolor prolongado limita la capacidad para trabajar y realizar actividad física, lo que aumenta el riesgo de ansiedad y depresión.
Para las personas con dolor crónico, hacer ejercicio puede ser un desafío al principio. Los expertos recomiendan que los pacientes prueben ejercicios suaves como caminar, yoga, natación o taichí.
Si el dolor se intensifica dos horas después de hacer ejercicio, cambia de ejercicio. El entrenamiento inicial puede ser difícil, pero se volverá mucho más fácil una vez que te acostumbres. Tu cuerpo notará claramente los beneficios del ejercicio, según Science Alert .
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