Para descubrir cómo afecta el ejercicio regular durante muchos años al tejido graso, un equipo de investigación de la Universidad de Michigan (EE. UU.) comparó dos grupos de personas obesas:
El primer grupo estaba formado por 16 personas que hacían ejercicio al menos cuatro veces por semana durante al menos dos años (un promedio de 11 años).
El grupo 2 estuvo compuesto por 16 personas que nunca habían hecho ejercicio regularmente, pero que fueron emparejadas en función de otros factores como la masa grasa corporal, el peso y el sexo.
El ejercicio regular siempre es bueno para la salud.
Los investigadores tomaron muestras de tejido graso abdominal justo debajo de la piel de ambos grupos.
Los resultados encontraron que las personas obesas que hacían ejercicio a largo plazo aún tenían tejido graso abdominal más saludable y podían almacenar grasa de forma más segura que aquellos que no hacían ejercicio.
Tienen características estructurales y biológicas distintivas en su tejido graso que aumentan su capacidad de almacenar grasa de forma más segura, según el sitio web médico Medical Express.
En concreto, las personas que hacen ejercicio tienen más vasos sanguíneos, mitocondrias y proteínas beneficiosas, y menos células inflamatorias.
Mientras tanto, las personas del grupo que no hacía ejercicio no tenían las características mencionadas anteriormente.
Esto es importante porque el lugar más saludable para almacenar grasa es el tejido adiposo subcutáneo, explicó el investigador principal, Jeffrey Horowitz, PhD, profesor de ciencias del ejercicio en la Universidad de Michigan. Aumentar el almacenamiento de grasa en esta zona mediante el ejercicio reduce la necesidad de almacenar grasa en zonas poco saludables, como la grasa visceral, añadió.
Estas diferencias fueron más evidentes en las personas que hicieron ejercicio regularmente durante muchos años que en aquellas que no lo hicieron.
El ejercicio regular altera el tejido graso de manera que promueve un almacenamiento más saludable de grasa corporal.
El ejercicio regular durante meses o años cambia el tejido graso de una manera que le ayuda a almacenar la grasa corporal de forma más saludable si se produce un aumento de peso, lo que suele ocurrir a medida que las personas envejecen, concluyó el profesor Horowitz.
Es importante destacar que un mayor almacenamiento de grasa no significa un mayor nivel de grasa, sino que si se produce un aumento de peso (lo que a menudo ocurre con la edad), este exceso de grasa se almacena de forma más saludable debajo de la piel, en lugar de hacerlo de forma visceral o acumulándose en el hígado o el corazón, señala el profesor Horowitz.
Esto también tiene implicaciones para la enfermedad del hígado graso, que suele presentarse en personas con sobrepeso u obesidad. El exceso de grasa se acumula en el hígado y puede causar afecciones como cirrosis o cáncer de hígado, según Medical Express.
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Fuente: https://thanhnien.vn/phat-hien-them-tin-vui-bat-ngo-cho-nguoi-sieng-tap-the-duc-185240917201016379.htm
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