El limón tiene un índice glucémico bajo, no aumenta mucho los niveles de azúcar en sangre, puede mejorar la resistencia a la insulina y ayuda a estabilizar el azúcar en sangre.
Una investigación de la Universidad de París-Saclay (Francia), publicada en el European Journal of Nutrition, demuestra que el jugo de limón ralentiza la conversión del almidón presente en alimentos (pan, pasta blanca) en glucosa (azúcar), previniendo así los picos de azúcar en sangre. Las personas que beben jugo de limón tienen un 30 % menos de azúcar en sangre después de comer dos rebanadas de pan que quienes no lo beben. El jugo de limón también ralentiza el aumento de azúcar en sangre durante 35 minutos.
Investigadores de la Universidad de Catania (Italia) creen que los compuestos polifenólicos presentes en los limones pueden aumentar la sensibilidad a la insulina. Este compuesto vegetal posee propiedades antioxidantes que combaten los radicales libres que dañan las células, incluidas las células hepáticas productoras de glucosa que responden a la insulina.
Según la Asociación Americana de la Diabetes, el limón es beneficioso para las personas con diabetes porque es rico en fibra soluble, lo que ralentiza la digestión. Gracias a ello, ayuda a controlar los niveles de azúcar y colesterol en sangre.
Los limones son ricos en vitamina C, un antioxidante que puede ayudar a reducir los niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos en sangre en ayunas. La vitamina C también participa en la producción de colágeno y puede ayudar a mantener la integridad arterial, reduciendo el riesgo de complicaciones de la diabetes, como enfermedades cardíacas y renales.
Los limones y otras frutas cítricas son ricas en fibra y tienen un índice glucémico (IG) bajo, lo que significa que son menos propensos a elevar los niveles de azúcar en sangre. Pueden mejorar la resistencia a la insulina, ayudando a estabilizar el azúcar en sangre.
Los limones tienen un índice glucémico bajo y no aumentan el azúcar en sangre. Foto: Freepik
Debido a los beneficios mencionados, las personas con diabetes deberían incorporar el limón a su dieta. Sin embargo, es necesario consultar con un médico sobre los alimentos o la dieta para controlar la diabetes.
Debido a su acidez, el limón puede agravar o causar acidez estomacal en personas con antecedentes de reflujo ácido. El jugo de limón puede erosionar el esmalte dental y aumentar la sensibilidad dental debido a su alta acidez. Las personas con dientes sensibles deben beber jugo de limón diluido con una pajita y enjuagarse la boca después.
La cáscara de limón contiene una gran cantidad de un compuesto vegetal llamado oxalato. Consumir grandes cantidades de oxalato puede aumentar el riesgo de cálculos renales. También puede actuar como diurético, lo que puede causar deshidratación si se consume en grandes cantidades. Si bebe agua con limón con regularidad, debería beber abundante agua.
Mai Cat (según Very Well Health )
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