El kickboxing ayuda a aumentar la fuerza muscular, mejorar la agilidad y mantener un buen equilibrio.
El kickboxing se basa en artes marciales tradicionales como el karate, el muay thai y el boxeo, y atrae a personas de todas las edades. Es un entrenamiento enérgico y completo que ayuda a aumentar la flexibilidad y mejorar la resistencia. Estos son algunos de los beneficios de practicar kickboxing con regularidad.
Quemar calorías
Una sesión promedio de kickboxing puede quemar entre 700 y 900 calorías. Según la Clínica Mayo , quienes practican kickboxing queman más calorías en poco tiempo que otras actividades moderadas.
Mejorar la postura
El kickboxing trabaja los músculos abdominales y lumbares, estabilizando la columna vertebral y mejorando y aumentando el control postural durante la actividad física. Este ejercicio también mejora el equilibrio, la coordinación y la agilidad.
Según un estudio realizado en 2014 por la Universidad de Qatar y la Universidad de Sao Paulo (Brasil), sobre 30 personas, demostró que aquellos que dedicaban tres horas a practicar kickboxing cada semana mejoraron su flexibilidad, velocidad y agilidad después de sólo cinco semanas.
En promedio, una sesión de kickboxing puede quemar entre 700 y 900 calorías. Foto: Freepik
Mejorar la resistencia
Según expertos deportivos , quienes practican este deporte suelen aprender a respirar correctamente durante el ejercicio para evitar quedarse sin aliento. Esto les ayuda a mantener la oxigenación en sangre, mantener la resistencia y prevenir lesiones.
Aumentar la fuerza muscular
Un estudio de 2017 realizado por la Universidad Federal de Pelotas y la Universidad de São Paulo (Brasil) reveló que los kickboxers de élite y aficionados tienen una alta masa muscular y un bajo porcentaje de grasa corporal. Los investigadores explican que el kickboxing es una combinación de saltos, carreras, patadas y puñetazos, lo que ayuda a mejorar la condición física. Como resultado, los practicantes entrenan la salud cardiovascular y aumentan la fuerza muscular general.
Soporte óseo
El kickboxing fortalece los huesos al trabajar constantemente los músculos, tendones y ligamentos alrededor de los huesos, fortaleciendo así las articulaciones y manteniéndolas estables para sostener el esqueleto.
Un estudio de 2006 de la Universidad de Atenas (Grecia) descubrió que la remodelación ósea es la forma en que el cuerpo repara el daño, previniendo la acumulación de hueso viejo y reemplazándolo con hueso nuevo. Por lo tanto, los repetidos golpes de antebrazo y espinilla del kickboxing ayudan a reconstruir el esqueleto, ayudando al cuerpo a responder a la fuerza de dichas acciones.
El kickboxing es una excelente manera de mejorar la salud y el estado físico, pero el entrenamiento de alta intensidad puede aumentar el riesgo de lesiones de hombro, espalda, cadera y rodilla. Todos deben calentar bien antes de entrenar y estirar después. Evite usar ropa holgada y calzado inadecuado, ya que pueden restringir el movimiento.
Los expertos recomiendan una intensidad segura de al menos tres días por semana y una duración de una hora cada sesión.
Huyen My (según Byrdie, Goodrx, Healthline )
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