Cuando la piel permanece húmeda durante largos periodos, especialmente debido a la ropa húmeda, pueden proliferar bacterias como el Staphylococcus aureus y levaduras. Esto provoca afecciones incómodas como la inflamación de los pliegues cutáneos y la foliculitis, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
Cambiar la ropa mojada por la lluvia reducirá el riesgo de irritación e infección de la piel.
ILUSTRACIÓN: IA
La ropa mojada aumenta la fricción entre la tela y la piel, y entre zonas cutáneas, especialmente en zonas como las axilas, las ingles y debajo de los senos. Esta fricción provoca irritación y daño cutáneo, permitiendo la entrada de bacterias y provocando dermatitis.
Mientras tanto, la foliculitis ocurre cuando los folículos pilosos se inflaman debido a una infección bacteriana o fúngica. Usar ropa mojada durante mucho tiempo puede obstruir y dañar fácilmente los folículos pilosos, lo que eventualmente causa inflamación y la formación de granos rojos, con picazón o llenos de pus.
Para evitar esta situación, después de salir bajo la lluvia, las personas deben actuar de las siguientes maneras:
Cámbiate de ropa temprano para evitar resfriarte por la ropa mojada en esta temporada de lluvias.
Después de mojarse con la lluvia, cámbiese a ropa seca lo antes posible. Esto ayuda a reducir la humedad en la piel y previene la proliferación de bacterias y hongos.
Mantenga la piel seca y limpia.
Después de cambiarse de ropa, séquese bien la piel, especialmente en las zonas con pliegues. Use una toalla limpia y suave para reducir la fricción y evitar dañar la piel.
Use ropa suelta y transpirable.
Evite usar ropa ajustada o no absorbente. Esto se debe a que este tipo de ropa retiene la humedad y causa fricción. Elija ropa de algodón u otros materiales absorbentes para mantener la piel fresca y reducir el riesgo de irritación.
Aplicar medidas calmantes para la piel.
Si nota signos de foliculitis, irritación leve o sarpullido, utilice medidas calmantes como compresas tibias, buena higiene y evite rascarse o afeitarse. En concreto, las compresas tibias se aplican con una toalla tibia sobre la zona afectada, lo que ayuda a reducir el dolor y la hinchazón.
Mantenga una buena higiene lavando la zona inflamada e irritada con jabón suave y agua tibia, y luego séquela con palmaditas suaves. Evite rasparse o rascarse la piel, ya que esto puede agravar la inflamación y aumentar el riesgo de infección.
Si sus síntomas no mejoran después de unos días o empeoran, consulte a su médico para recibir tratamiento. En algunos casos, la inflamación puede requerir antibióticos o antimicóticos, según Healthline.
Fuente: https://thanhnien.vn/mac-quan-ao-uot-sau-khi-di-mua-gay-hai-gi-185250607221013268.htm
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