
Se necesitan más estándares para regular la relación entre el rendimiento de la IA y el consumo de energía.
El 23 de junio de 2025, la autora Kameryn Griesser, en el artículo "Tus sugerencias de IA pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente", expuso un aspecto poco conocido, pero cada vez más preocupante, del rápido desarrollo de la inteligencia artificial generativa (IA) y sus posibles costos ambientales.
La IA crea comodidad pero impacta el medio ambiente.
Los modelos de IA generativa se utilizan cada vez más por individuos y organizaciones como herramienta para resolver problemas cotidianos. Pero tras esta comodidad se esconde una dura realidad: cada problema que resuelve la IA conlleva costes ambientales ocultos que no dejan de aumentar, cuyo quid de la cuestión reside en su propio funcionamiento.
Cada palabra del mensaje que introduce el usuario se divide en grupos de números llamados "identificadores de token". Estos se envían luego a enormes centros de datos, algunos más grandes que un campo de fútbol.
Aquí, grandes computadoras realizan docenas de cálculos rápidos para generar una respuesta.
Estos centros suelen estar alimentados por centrales eléctricas de carbón o de gas natural, combustibles fósiles que causan una grave contaminación ambiental.
Según una estimación del Instituto de Investigación de Energía Eléctrica, citada con frecuencia, todo el proceso informático puede consumir 10 veces más energía que una búsqueda típica en Google, lo cual es alarmante, especialmente dada la frecuencia y la escala del uso de la IA en la actualidad.
Se necesitan estándares para medir la magnitud de los daños.
Para cuantificar el “daño” de cada instrucción de IA, investigadores en Alemania llevaron a cabo un extenso estudio.
Se pusieron a prueba 14 sistemas de modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM) mediante preguntas de respuesta libre y de opción múltiple. Los resultados del estudio, publicados en la revista Frontiers in Communication , revelaron varios hallazgos clave:
Según Tuoi Tre Online , las preguntas complejas generan seis veces más emisiones de dióxido de carbono que las preguntas con respuestas concisas. Esto implica que usar la IA de forma reflexiva, con preguntas claras y directas, puede ayudar a reducir el impacto ambiental.
Por lo general, estos LLM “más inteligentes” y con mayor consumo de energía tienen decenas de miles de millones de parámetros (los pesos utilizados para procesar los tokens de identificación), más que los modelos más pequeños y concisos.
Dauner lo compara con una red neuronal en el cerebro: "Cuantas más conexiones neuronales tengas, más podrás pensar para responder a una pregunta".
Si bien sus capacidades de razonamiento y rendimiento son más que deseables, consumen una cantidad significativa de energía, lo que supone un desafío para el desarrollo sostenible de la IA.
Llamado a la acción y soluciones futuras
Según Tuoi Tre Online, la popularidad de integrar la IA en el trabajo diario ha planteado un problema espinoso en el contexto de la crisis climática cada vez más grave.
También puede considerarse un recordatorio de nuestras responsabilidades ambientales al usar la tecnología. Es necesario informar a los usuarios sobre los posibles costos ambientales del uso de la IA.
La industria de la IA necesita priorizar la investigación y el desarrollo de modelos y arquitecturas más eficientes energéticamente. Esto podría incluir la optimización de algoritmos, el uso de centros de datos más ecológicos o la exploración de métodos de computación menos intensivos en energía.
Además, los desarrolladores y proveedores de servicios de IA deberían ser más transparentes sobre la huella de carbono asociada al uso de sus productos. Esto permitirá a usuarios y empresas tomar decisiones más informadas.
Además, se requiere más investigación para comprender mejor la relación entre el rendimiento de la IA y el consumo de energía, así como para encontrar soluciones que reduzcan el impacto ambiental. La colaboración entre científicos , ingenieros y responsables políticos es fundamental.
Es hora de replantearnos nuestra interacción con la inteligencia artificial (IA) y plantearnos cuestiones importantes sobre su sostenibilidad futura. A medida que la IA siga desarrollándose y adquiriendo mayor potencia, abordar el problema del consumo energético y las emisiones de carbono dejará de ser una opción para convertirse en una necesidad urgente, garantizando así que el avance tecnológico no se produzca a costa de la degradación ambiental.
Fuente: https://tuoitre.vn/moi-cau-lenh-cho-ai-deu-gay-o-nhiem-moi-truong-20250625114142376.htm






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