REGRESA A TU PASIÓN
A sus 60 años, las manos de la Sra. Linh aún son ágiles y hábiles en cada pliegue de la hoja de coco. Viendo su pasión, pocos saben que para disfrutar de momentos de paz con este oficio, ha experimentado un cambio radical.

Hace más de 20 años, la Sra. Linh era comerciante de frutas. Su vida consistía en ir y venir durante días para comprar ciruelas y longanes de los huertos de los islotes, para luego transportarlos apresuradamente a mayoristas de todo el mundo, desde Saigón hasta Vung Tau. El negocio le proporcionaba unos ingresos estables, suficientes para cubrir sus gastos.
En 2014, la Sra. Linh tomó una decisión que sorprendió a mucha gente: dejó de comerciar para dedicarse de lleno a las hojas de coco.
La Sra. Linh confesó que no fue un impulso momentáneo, sino un viaje para regresar a su verdadera pasión. Decidió bajar el ritmo y hacer lo que ama en su tierra natal.
Cuando le preguntaron sobre el origen de su pasión, los ojos de la Sra. Linh se iluminaron de emoción. Recordó: «Esta artesanía es un hilo invisible que me conecta con mi difunta abuela materna. De pequeña, mi abuela me enseñó a tejer hojas de coco. De sus manos, esas hojas de coco sin vida se transformaban en juguetes mágicos».
Las primeras lecciones que aprendí en aquel entonces fueron golondrinas, sombreros cónicos, cangrejos, saltamontes, relojes y rosas. Aunque mis primeros productos no eran perfectos, la imagen de mi abuela enseñándome diligentemente a tejer hojas se convirtió en un tesoro que me acompañó toda la vida.
Fue ese recuerdo el que impulsó a la mujer que había trabajado duro a regresar para mantener viva la llama de esta tradicional profesión de fabricación de juguetes.
EMBALAJE DE PRODUCTOS QUE ENCARNAN EL ESPÍRITU DEL CAMPO COMO REGALOS PARA TURISTAS
Desde 2014, las talentosas manos de la Sra. Linh han creado más de una docena de productos diferentes a partir de hojas de coco.

Con hojas de coco precortadas, solo le toma unos minutos crear un saltamontes o un precioso reloj. Productos más elaborados, como sombreros cónicos, requieren más tiempo y meticulosidad.
En la pequeña casa cerca del final del islote Thoi Son, los turistas, especialmente los occidentales, siempre disfrutan viéndola realizar el arte de tejer hojas.
Una rosa que nunca se marchita cuesta solo 10.000 VND, un delicado sombrero cónico, solo 50.000 VND. No es mucho, pero su valor espiritual es incalculable.
La Sra. Linh confesó: «Creé estos productos primero para que los turistas los experimentaran. Si les gustan, pueden comprarlos como regalo para sus hijos o para que las personas mayores revivan sus recuerdos de la infancia».
Para la Sra. Linh, cada producto regalado no es solo un recuerdo. Es un viaje que transporta al destinatario a su infancia con las cosas más rústicas y auténticas de la región occidental.
Y así, día tras día, la Sra. Linh todavía se sienta tranquilamente en el porche, rodeada de ríos y agua, preservando el alma restante del campo a través de cada hoja verde de coco.
Y PHUONG
Fuente: https://baodongthap.vn/nguoi-giu-hon-cho-la-dua-o-cu-lao-thoi-son-a233883.html










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