Cuando llega la luna llena del octavo mes lunar, las calles se llenan de farolillos y dulces pasteles de luna, y los vietnamitas celebran una de las fiestas tradicionales más especiales: el Festival del Medio Otoño. Esta no es solo una ocasión alegre para los niños, sino también una festividad con mucha historia, leyendas y profundos valores culturales.

Historia y origen
De la civilización agrícola
Desde tiempos ancestrales, el pueblo vietnamita ha vivido de la agricultura. La luna llena de agosto coincide con un clima fresco, la floración de los árboles y la recolección de las cosechas. El otoño, época de menor actividad agrícola, es propicio para la celebración de festivales, reuniones, cantos y juegos. Las tradiciones del Festival del Medio Otoño se remontan a tiempos muy antiguos, como lo demuestra la imagen de la luna brillante plasmada en el tambor de bronce de Ngoc Lu, de hace aproximadamente 2500 años.
Los primeros registros
Según antiguas estelas, durante la dinastía Ly, el Festival del Medio Otoño se celebraba en la ciudadela de Thang Long con numerosas actividades como teatro de marionetas acuáticas, procesiones de faroles, etc. Durante la dinastía Le-Trinh, el Festival del Medio Otoño se convirtió en una fastuosa fiesta en el palacio del señor, lo que refleja la importancia de la festividad en la vida social.
Mitos y leyendas
Muchos cuentos populares relacionados con el Festival del Medio Otoño, como Cuoi y el árbol baniano y Hang Nga, narran historias de personajes que viven bajo la luz de la luna, explicando el fenómeno de la luna llena y la plenitud. Otra leyenda cuenta que los antiguos reyes celebraban ceremonias de observación lunar y de porteo de faroles para disfrutar de la luna y alegrar al pueblo.
Significado cultural y social
Los miembros del sindicato y sus familias
El Festival del Medio Otoño se considera una fiesta de reencuentro, una ocasión para que los miembros de la familia se reúnan y compartan tiempo juntos. Para quienes están lejos de casa, el Festival del Medio Otoño es una ocasión para recordar el hogar, la infancia y la familiar luna llena. Preparar una bandeja de ofrendas, comer pasteles de luna y admirar la luna son también formas de expresar gratitud y recordar a los ancestros.
Niños: la alegría de la infancia
El Festival del Medio Otoño, también conocido como el Festival de los Niños, es un día en el que los niños disfrutan de privilegios especiales: partir el pastel, llevar farolillos, recibir regalos y recibir más atención de sus padres. Esta es también una oportunidad para fomentar la creatividad y el ingenio en la elaboración de farolillos, máscaras o pasteles de luna, transmitiendo así los valores culturales populares de generación en generación.
Símbolo de la cosecha y la naturaleza
La luna llena de agosto se considera la más brillante y redonda del año, símbolo de plenitud y abundancia. La ceremonia de culto a la luna y a los ancestros no solo es un ritual espiritual, sino también una muestra de respeto por la naturaleza, con plegarias por un clima favorable y cosechas abundantes.
valores históricos y culturales tradicionales
Costumbres como las procesiones de faroles, las danzas del león, los cantos con tambores, los faroles de estrellas y los banquetes... demuestran el espíritu comunitario, uniendo pueblos y familias. Preservar el Festival del Medio Otoño no solo implica mantener la celebración, sino también proteger la identidad cultural en medio de la modernidad, ayudando a las nuevas generaciones a conocer los orígenes y tradiciones de la nación.
Características especiales del Festival del Medio Otoño hoy
Hoy en día, el Festival del Medio Otoño se ha diversificado con la incorporación de los tradicionales pasteles de luna, así como pasteles con rellenos originales, menos dulces, de menor tamaño y presentados en bonitas cajas de regalo. Faroles, regalos y juguetes se diseñan en multitud de colores, para deleite de los niños. En muchas grandes ciudades se organizan festivales callejeros del Medio Otoño para mantener el ambiente tradicional y atraer turistas, a la vez que se impulsa el desarrollo de la cultura y el turismo locales.
El Festival del Medio Otoño —la luna llena del octavo mes lunar— ha evolucionado de una fiesta campesina con culto a la luna y agradecimiento al cielo y a la tierra, a una parte sagrada de la conciencia del pueblo vietnamita. A través de generaciones, el Festival del Medio Otoño nos recuerda valores preciosos: la solidaridad, el cariño familiar, la alegría de la infancia, la gratitud y el respeto por la naturaleza. Preservar y promover estos valores no solo es una responsabilidad, sino también una forma de que la cultura vietnamita siga viva en la vida moderna.
Fuente: https://baovanhoa.vn/van-hoa/nguon-goc-va-y-nghia-tet-trung-thu-o-viet-nam-169751.html






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