Graduada de la Universidad de Instrumentos Musicales Tradicionales de la Academia Nacional de Música de Vietnam (2025), An Nhu no solo dominó la cítara, sino que también aprendió a tocar la flauta de bambú, el piano y el violín clásico. Para ella, la música no es solo arte, sino también un viaje de autodescubrimiento, sanación y difusión de cosas buenas.
La puerta de la música se abrió a partir de un incidente
La oportunidad de An Nhu de dedicarse a la música surgió de un incidente. Tras un accidente que la dejó ciega permanentemente con tan solo 11 meses, su madre se convirtió en su apoyo, la primera persona que le abrió las puertas de la música. "Mi madre fue quien me ayudó a encontrar un profesor y luego me matriculó para estudiar cítara en la escuela secundaria Nguyen Dinh Chieu. Al principio fue solo por curiosidad, pero con el tiempo se convirtió en una gran pasión", dijo An Nhu.
A partir de esa sencilla clase, el sueño de ingresar al Conservatorio de Música comenzó a gestarse en la mente de la pequeña cuando apenas era estudiante de primaria. En sexto grado, ese sueño se hizo realidad. An Nhu aprobó el examen de ingreso al Conservatorio, abriendo así una nueva etapa en su vida.
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Nguyen An Nhu en la ceremonia de graduación de la Academia Nacional de Música de Vietnam. Foto: cortesía del personaje. |
Agradece a los profesores su entusiasmo y disposición para explorar métodos de enseñanza adecuados para personas con discapacidad visual. «Cuanto más estudio en el Conservatorio, más feliz soy», afirmó. Con más de una década de trabajo en la Facultad de Instrumentos Tradicionales, An Nhu ha demostrado que la pasión y la perseverancia pueden superar cualquier obstáculo.
Fuerza interior y gratitud
Para An Nhu, cada instrumento musical es una forma diferente de expresión. Si la cítara y la flauta de bambú la ayudan a encontrar su identidad vietnamita, el piano y el violín le abren las puertas a la música occidental. Es esta armonía la que la ha llevado a numerosos escenarios nacionales e internacionales, desde Tailandia e India hasta proyectos artísticos en Vietnam e Italia, donde las melodías se convierten en un lenguaje que conecta a las personas.
Su mundo no se percibe con la vista, sino con el oído y el tacto. «Con la cítara, el oído debe estar enfocado para saber cómo suenan las notas, la sensibilidad de la mano debe recordar la posición de las cuerdas y la memoria muscular de la mano debe entrenarse. Con la flauta de bambú, la columna de aire, los músculos de la mandíbula y los dedos deben ser flexibles, lo que requiere mucho tiempo de práctica». En cuanto al piano, debe memorizar todas las notas y la música para poder tocar con fluidez. La meticulosidad, la paciencia y la concentración absoluta han ayudado a An Nhu a dominar cada nota, convirtiendo sonidos invisibles en obras de arte tangibles.
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La joven siempre mantiene energía positiva y una sonrisa en sus labios. |
En ese camino, la familia sigue siendo un gran apoyo. "No todas las familias son lo suficientemente valientes como para permitir que sus hijos se adentren en el mundo artístico. Pero mis padres creyeron, me amaron y me ayudaron a superar todos mis miedos", dijo An Nhu con emoción. Para ella, tener discapacidad visual no es una desventaja, sino una oportunidad para vivir con más profundidad, concentrarse más y contribuir más.
Cumple tus sueños y sé completamente feliz
Para la joven, la música no es solo arte, sino también una forma de comunicarse, conectar y sanar. "La música me ayuda a conectar con muchos amigos y a tener más relaciones", confiesa. Además, la música también le ayuda a sanar en cada momento de conflicto, ayudándola a escuchar, a calmarse y a ser más diversa emocionalmente.
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Además de la música, An Nhu tiene otra pasión especial: el baile. "Al principio, pensaba que bailar era solo para gente guapa, con vestidos y tacones altos", dice entre risas. Lleva cinco años practicando este deporte, participando y obteniendo excelentes resultados en las competiciones del Club de Baile Deportivo para Ciegos.
De cara al futuro, An Nhu tiene muchos planes. Quiere encontrar proyectos para desarrollar su carrera y vivir de su sueldo. También quiere aprender más sobre instrumentos musicales occidentales, estudiar inglés, francés e italiano para presentarse a los exámenes de posgrado y obtener una maestría en la Academia.
Para An Nhu, la felicidad se define de una manera muy sencilla pero profundamente profunda: «Cada día puedo respirar, sonreír con mis seres queridos, hacer lo que me gusta, aprender y proteger lo bueno que hay en mí. La felicidad también es poder acercar cualquier producto musical o técnica de guitarra a todo el mundo, sin miedo a ser juzgado».
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Para Nguyen An Nhu , la música no es sólo arte, sino también una forma de comunicarse, conectarse y sanar. |
Como alguien que ha pasado por muchos desafíos pero siempre sonríe, An Nhu tiene un mensaje para los jóvenes que enfrentan dificultades: "Valoremos el tiempo que estamos viviendo, hagamos algo para tratar bien nuestras vidas y nuestros cuerpos, porque a cierta edad, necesitaremos descansar y no podremos contribuir para siempre".
An Nhu ha demostrado que cuando vivimos con pasión y gratitud, la vida toca naturalmente una hermosa melodía. La historia de An Nhu demuestra que la luz no solo proviene de los ojos, sino también de la fe y el deseo de vivir de cada persona.
Artículo y fotos: THU AN
Fuente: https://www.qdnd.vn/phong-su-dieu-tra/phong-su/nguyen-an-nhu-thap-sang-cuoc-doi-bang-nghi-luc-dam-me-va-am-nhac-878827
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