El Estado necesita mantener el control sobre la inversión en trenes de alta velocidad.

Esta propuesta debe evaluarse integralmente, no sólo en función de la eficiencia financiera, sino también considerando cuidadosamente el impacto social, la seguridad nacional y la defensa, la constitucionalidad, así como la orientación al desarrollo de la infraestructura nacional a largo plazo.

El préstamo por parte del Estado del 80% del capital de inversión sin intereses durante 35 años consiste esencialmente en utilizar recursos financieros públicos para apoyar al sector privado. Esta es una fuente de capital del presupuesto estatal, movilizado a partir de los impuestos de la gente, por lo que su utilización debe cumplir estrictamente con la Ley de Presupuesto y sus normas relacionadas para garantizar la transparencia y la eficiencia. Por lo tanto, es necesario evaluar cuidadosamente este mecanismo en cuanto a su legalidad y viabilidad, y establecer un mecanismo de seguimiento para definir claramente las responsabilidades corporativas para proteger el capital público y los intereses sociales.

En cuanto al derecho de explotación de los terrenos en torno a las estaciones para el desarrollo urbano con una superficie especialmente grande a lo largo de la autopista que pasa por la mayoría de las principales ciudades del país, existe el riesgo de monopolio privado de la tierra. Esto aumenta el riesgo de gestión de los recursos territoriales, llegando incluso a causar problemas de transparencia y el riesgo de convertir proyectos de transporte público en oportunidades de lucro privado.

Además, las cuestiones de seguridad nacional relacionadas con el proyecto ferroviario de alta velocidad Norte-Sur son extremadamente importantes y requieren máxima prioridad. Muchas rutas y tramos de carreteras estratégicos deben diseñarse y construirse con sistemas de defensa secretos y de alta seguridad para garantizar la absoluta seguridad del país. Estos sistemas deben operar bajo mecanismos especiales, bajo el control exclusivo de los organismos estatales competentes, de modo que los inversores privados no puedan acceder a ellos ni intervenir para proteger la seguridad nacional.

Es necesario optar consistentemente por el modelo de asociación público-privada (APP) en el desarrollo de los ferrocarriles de alta velocidad en la dirección en que el Estado desempeñe un papel protagónico en la planificación estratégica, el control operativo y la gestión de riesgos, especialmente en situaciones de emergencia relacionadas con la seguridad nacional y la defensa. Las empresas privadas sólo participan en licitaciones públicas para paquetes de construcción de infraestructura técnica, sistemas de señalización y trenes para aprovechar los recursos socializados y la tecnología moderna. Al mismo tiempo, permitirles explotar comercialmente el área de la estación a través de proyectos inmobiliarios, complejos de servicios o áreas urbanas satélites para crear ingresos adicionales que respalden el proyecto y aumenten la capacidad de recuperación de capital.

En el modelo de asociación público-privada para el ferrocarril de alta velocidad, las políticas de precios y tarifas deben equilibrar la capacidad de recuperar capital para los inversores y el objetivo de servir al interés público. Las tarifas del transporte de pasajeros deben ser controladas por el Estado para garantizar la accesibilidad de las personas, mientras que los servicios comerciales como la logística, el comercio minorista en las estaciones y la explotación inmobiliaria pueden aplicar precios de mercado. Debido a los altos costos de inversión y operación, si el sector privado calcula el costo total del boleto, el precio será muy alto, limitando su uso y reduciendo el efecto derrame económico .

Por lo tanto, se necesita un mecanismo de subsidio por parte del Estado (a través de la contratación de servicios públicos o de ingresos provenientes del desarrollo urbano alrededor de la estación) para mantener los precios razonables. Además, es necesario regular de forma clara y transparente la distribución de los beneficios derivados de las actividades comerciales para reembolsar el apoyo presupuestario. Es necesario establecer marcos de tarifas de infraestructura y mecanismos independientes de seguimiento y auditoría para garantizar la equidad, la eficiencia y los intereses nacionales a largo plazo.

Vietnam fomenta el desarrollo de la economía privada, identificándola como una fuerza impulsora importante para el desarrollo económico, pero necesita resonar con la economía estatal. El Estado juega un papel inversor en áreas claves, regulando y creando condiciones para que el sector privado se desarrolle en conjunto. El modelo PPP para invertir en el ferrocarril de alta velocidad Norte-Sur es coherente con la práctica internacional y garantiza la armonía entre la eficiencia económica, la equidad social y los intereses estratégicos a largo plazo del país.

Dr. HUYNH THANH DIEN

Fuente: https://www.sggp.org.vn/nha-nuoc-can-giu-quyen-kiem-soat-trong-dau-tu-duong-sat-cao-toc-post796277.html