El 16 de julio, China registró una temperatura récord de 52,2 grados Celsius en la cuenca de Turpan, en la Región Autónoma de Xinjiang, mientras que la temperatura promedio en muchas otras localidades también superó los 40 grados Celsius. Algunas ciudades chinas tuvieron que requisar refugios antiaéreos y estaciones de metro para protegerse del calor.
La gente de Xi'an, provincia de Shaanxi, usa refugios antiaéreos para evitar el calor el 13 de julio.
Medios chinos informaron que la temperatura dentro de los refugios suele ser unos 10 grados Celsius inferior a la del exterior. Wuhan, provincia de Hubei, anunció que dos refugios antiaéreos, utilizados para protegerse del calor, estarán abiertos 12 horas al día y permanecerán en funcionamiento hasta septiembre.
En Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, el gobierno local ha requisado seis refugios antiaéreos con capacidad para unas 2000 personas e instalado wifi gratuito, agua potable y medicamentos para el golpe de calor. La ciudad también ha previsto zonas especiales en siete líneas de metro para que los pasajeros descansen y eviten el calor, según el Global Times.
La ciudad de Xi'an en la provincia de Shaanxi y la ciudad de Nanjing en la provincia de Jiangsu también han implementado planes similares para algunos refugios antibombas locales.
Muchas zonas de China sufren un calor inusualmente intenso. Desde principios de año, el Centro Meteorológico Nacional ha emitido 43 alertas de calor, incluidas 16 alertas naranjas, la segunda más alta en la escala de tres niveles del país, según el China Daily.
La prolongada ola de calor ha provocado un aumento repentino del consumo eléctrico en China. A principios de esta semana, la demanda de toda la Red Eléctrica del Sur de China, que suministra energía a cinco provincias del sur, alcanzó un récord de 227 millones de kilovatios.
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