Señalar las deficiencias muestra la determinación de innovar fundamentalmente, colocando la educación en la posición más alta de la política nacional, el futuro, el destino de la nación y la base de la competitividad nacional.
A partir de ahí, la Resolución 71 identifica objetivos cuantitativos claros, lo que demuestra las aspiraciones del país a ascender. Para 2030, se completará la educación preescolar universal para niños de 3 a 5 años y la educación obligatoria para todas las escuelas secundarias inferiores; la transformación digital en la gestión y la enseñanza estará básicamente completada; 8 universidades se clasificarán entre las 200 mejores de Asia, de las cuales al menos 1 universidad se clasificará entre las 100 mejores del mundo en algunos campos. Además, para 2045, se construirá un sistema educativo moderno, equitativo y de calidad, llevando a Vietnam a los 20 mejores países, con al menos 5 universidades entre las 100 mejores del mundo, y formando un equipo de intelectuales y recursos humanos de élite capaces de desempeñar un papel clave en la economía del conocimiento. Además, hay muchos otros objetivos que requieren esfuerzos fuertes y persistentes de todo el sistema educativo.
Para alcanzar este objetivo, la resolución propone soluciones sincrónicas en tres ejes: instituciones y personal; transformación digital, innovación programática y tecnológica; equidad e integración. En particular, la resolución considera las políticas financieras, la socialización y la remuneración docente como nuevos puntos importantes, sentando las bases para que otras soluciones se hagan realidad. Otro punto clave de la resolución es seguir promoviendo la autonomía universitaria. El Estado sigue garantizando la inversión básica, pero las escuelas tienen derecho a ser proactivas en materia académica, organizativa, de personal y de cooperación internacional. Este es un cambio de mentalidad importante, que evita la equiparación de autonomía con autofinanciación, lo que ha generado muchos malentendidos en el pasado.
Junto con la autonomía surge la necesidad de innovación en la gestión. La Resolución 71 enfatiza la transición del pensamiento administrativo a la creación de desarrollo, del mando a la gestión moderna, del estancamiento a la acción decisiva. Cuestiones largamente debatidas, como "un programa, un conjunto de libros de texto" o el modelo de gobernanza de la universidad pública, se plantean con miras a la estabilidad, la garantía de la coherencia y la creación de condiciones para una implementación eficaz.
Además de las sólidas orientaciones, el proceso de implementación ciertamente enfrenta numerosos desafíos. La autonomía universitaria sin una gobernanza independiente y la existencia de instituciones de supervisión como el consejo universitario puede conducir a una situación de poder centralizado, distorsionando la naturaleza de la autonomía. Los recursos financieros limitados, la socialización desigual y las difíciles condiciones de vida del profesorado también constituyen obstáculos importantes. La transformación digital y la aplicación de la inteligencia artificial (IA) requieren infraestructura técnica, competencias digitales del profesorado y la preparación del alumnado, aspectos que actualmente presentan grandes diferencias entre regiones. Por lo tanto, la resolución debe concretarse con un mecanismo transparente, una supervisión eficaz y una hoja de ruta viable para que las políticas clave se traduzcan en resultados sostenibles.
El espíritu constante de la resolución es afirmar el liderazgo del Estado en la orientación, la inversión clave y la supervisión justa, a la vez que se fomenta la participación de la sociedad y las empresas para crear una fuerza conjunta. La tecnología y la IA se consideran nuevos motores. Integrar la IA y la transformación digital en el grupo de soluciones principales demuestra una visión estratégica, pero para lograr un verdadero avance, es necesario contar pronto con una estrategia de IA en educación a nivel nacional. La incorporación de la IA en los programas de educación general, la formación del profesorado, el desarrollo de centros de investigación clave y el perfeccionamiento del marco legal sobre seguridad de datos y ética académica impulsarán la creación de una nueva ventaja competitiva para los recursos humanos de Vietnam.
Al reflexionar sobre la Resolución 29 de 2013 y la actual Resolución 71, podemos observar la transición del pensamiento innovador abierto al pensamiento eficaz y eficiente. Innovación para allanar el camino, eficacia para lograr resultados. El camino correcto es combinar armoniosamente la innovación y la gestión moderna, estimulando la creatividad y garantizando la disciplina y la calidad. Con este espíritu, la Resolución 71 no solo es una orientación para el sector educativo, sino también una declaración que afirma el papel de las personas en el desarrollo nacional. Cuando la educación se convierte en el quinto pilar, se completan las bases para una nueva etapa de desarrollo, sentando las bases para creer en un futuro donde el conocimiento y las personas determinen la posición de la nación en el siglo XXI.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/nhin-thang-thuc-te-va-kien-tao-tuong-lai-post811153.html
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