Tras muchos días conduciendo bajo una lluvia intensa, su coche aún puede presentar numerosos riesgos potenciales de daños difíciles de detectar a simple vista. Incluso si no conduce por zonas muy inundadas, los coches no son completamente impermeables; el agua de lluvia puede filtrarse por las juntas de goma e incluso en partes importantes del compartimento del motor y el interior.
Por lo tanto, revisar su auto después de varios días de lluvia intensa es fundamental para garantizar su seguridad y durabilidad. A continuación, se presentan los puntos que debe revisar, recopilados a partir de su experiencia práctica en la reparación de automóviles.
Revisa el exterior del coche
Carrocería y juntas de goma: La carrocería es la primera línea de defensa contra la lluvia y el viento, pero el agua aún puede filtrarse a través de las juntas de goma viejas. Por lo tanto, revise las juntas de las puertas, el maletero y el capó para detectar grietas, endurecimientos o desgarros, o los umbrales de las puertas para detectar signos de estancamiento de agua o moho. Si las juntas están dañadas, el agua puede filtrarse, causando óxido en el chasis y daños en el interior.
Sistema de iluminación: Encienda todos los faros delanteros, traseros y direccionales para asegurarse de que funcionen correctamente. Revise cuidadosamente si hay condensación o agua en la carcasa del faro. Esto indica que la junta del faro está dañada o la carcasa del faro está agrietada, lo cual debe solucionarse de inmediato para evitar cortocircuitos, una menor eficiencia de la iluminación y daños en las bombillas.
Ruidos inusuales al conducir: Si al conducir después de varios días de lluvia intensa escucha un chirrido, un rechinido o un ruido extraño proveniente de los bajos del vehículo o al frenar, podría ser señal de que la suspensión o el sistema de frenos se han visto afectados. En este caso, lleve el vehículo a un taller para que un mecánico profesional lo revise y así evitar daños más graves.
Revisa el interior del coche
Tapetes y revestimientos: Los tapetes húmedos son un caldo de cultivo para el moho. Retire los tapetes, déjelos secar al sol y revise el revestimiento inferior para detectar filtraciones de agua. Si hay indicios de humedad y moho persistentes, es posible que se haya filtrado agua de las juntas de las puertas o del piso del vehículo.
Asientos y paneles de las puertas: El olor a humedad o las manchas de agua en los asientos y paneles de las puertas son indicios de humedad. En este caso, utilice una solución limpiadora y un paño de microfibra para limpiar, y trate el moho a tiempo para evitar su proliferación, ya que afectará la calidad del aire en la cabina.
Interruptores y elevalunas eléctricos: La lluvia puede entrar fácilmente en el compartimento de la puerta, afectando el motor y el cableado. Intente accionar todas las ventanillas, cerraduras eléctricas y espejos. Si el funcionamiento es lento o hay señales de atascos, es posible que haya entrado agua en el motor o el circuito. Por lo tanto, es necesario revisar el sistema eléctrico de la puerta de cristal con antelación. Puede rociar aceite de silicona en la ranura del cristal para reducir la fricción y proteger la junta.
Compruebe el compartimento del motor
Aceite de motor y aceite de transmisión : Extraiga la varilla medidora para verificar. Si el aceite es blanco lechoso o turbio, es posible que esté contaminado con agua. Si el aceite es demasiado espeso, negro o tiene muchos residuos, debe cambiarse incluso antes del período de mantenimiento. En las transmisiones automáticas, revise también el aceite de la transmisión, ya que esta parte suele estar baja y se ve afectada fácilmente al conducir por carreteras inundadas.
Sistema de refrigeración: Revise si hay hojas, residuos o suciedad en el radiador, el evaporador o el ventilador. Revise el radiador, el ventilador y el condensador. Las hojas o la suciedad pueden atascarse, bloqueando el flujo de aire de refrigeración y provocando sobrecalentamiento.
Filtro de aire del motor: Retire el filtro de aire y compruebe si hay humedad o suciedad. Un filtro de aire húmedo debe reemplazarse inmediatamente, ya que reduce el flujo de aire al motor e incluso puede causar un bloqueo hidráulico si entra agua en la cámara de combustión.
Correa de transmisión: Al arrancar el vehículo, escuche atentamente. Si oye chirridos o traqueteos inusuales, la correa o la polea podrían estar contaminadas con agua o lodo. Este problema debe solucionarse de inmediato para evitar daños en el alternador, la bomba de dirección asistida o el aire acondicionado.
Limpie el compartimento del motor: Después de conducir por zonas inundadas, limpie a fondo el compartimento del motor para eliminar el barro y la humedad. Esto ayuda a prevenir la corrosión y protege las conexiones eléctricas, garantizando así un funcionamiento estable del motor.
En resumen, si detecta cualquier signo inusual, desde ruidos extraños hasta luces parpadeantes o interiores con moho, lleve su automóvil a un taller de confianza para que un mecánico lo inspeccione exhaustivamente.
Recuerde que las inspecciones regulares no solo son importantes durante la temporada de lluvias, sino que deben convertirse en un hábito de mantenimiento durante todo el año para mantener su automóvil duradero, seguro y confiable en cada viaje.
Fuente: https://baonghean.vn/nhung-bo-phan-o-to-can-kiem-tra-ngay-sau-khi-lai-xe-duoi-troi-mua-lon-nhieu-ngay-10305320.html
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