El último paquete de ayuda estadounidense a Ucrania no será suficiente para crear un punto de inflexión importante cuando Kiev enfrenta numerosas dificultades y la ayuda en armas no es la solución para todo.
Soldados ucranianos reciben un cargamento de misiles antitanque Javelin donado por EE. UU. (Fuente: AP) |
Ucrania todavía está "lejos de la costa"
El periódico The Economist del 24 de abril comparó esta afirmación con la siguiente afirmación: «Lanzarle un chaleco salvavidas a una persona que se está ahogando puede eliminar el peligro inmediato. Pero si esa persona aún está a kilómetros de la costa y en agua fría, aún puede estar en peligro».
Así se refirió The Economist a Ucrania después de que el presidente estadounidense Joe Biden firmara el 24 de abril un proyecto de ley largamente postergado que asignaría 61.000 millones de dólares en asistencia financiera y militar para ayudar a Ucrania a contrarrestar a Rusia, además de proporcionar dinero a Israel y Taiwán (China).
Si no se aprueba la ayuda, Ucrania correrá el riesgo de perder más territorio en una nueva ofensiva de Moscú, prevista para principios del próximo verano. Si bien los 61 000 millones de dólares ayudarían a Ucrania a sobrevivir, el país aún está lejos de la costa.
La buena noticia para Ucrania es que el último paquete de ayuda estadounidense pronto se desplegará en el frente. Desde que el dinero empezó a escasear en otoño, la escasez de suministros esenciales, especialmente proyectiles de artillería, se ha vuelto más urgente que nunca.
Rusia tiene cinco veces más potencia de fuego de artillería que Ucrania. Con munición ya almacenada en bases estadounidenses en Polonia, la limitación de potencia de fuego de Ucrania se levantará. Con la artillería en manos de Ucrania, Rusia se enfrentará a un mayor peligro al concentrar tropas y tanques para nuevos ataques. El envío de los tan necesarios drones y misiles interceptores a Ucrania llevará más tiempo, pero con el tiempo Rusia perderá el control del espacio aéreo, especialmente en el frente.
La inquietante realidad
Sin embargo, según The Economist , estas buenas noticias no son suficientes para aliviar algunas realidades preocupantes.
En primer lugar , si bien el nuevo paquete de ayuda fortalecerá las defensas de Ucrania, no será suficiente para ayudar al país a recuperar territorio que actualmente representa alrededor del 18 % de su superficie. La lección de la fallida contraofensiva del verano pasado fue que Ucrania pagó un alto precio en recursos humanos y materiales.
En segundo lugar , la batalla en el Congreso para lograr la aprobación del proyecto de ley es un presagio de problemas futuros. La cifra de 61 000 millones de dólares es aproximadamente lo que Estados Unidos gastó en Ucrania en los primeros 20 meses de la guerra, tras lo cual su financiación se agotó. Por lo tanto, el nuevo dinero podría agotarse a finales de 2025. Incluso si queda algo, es improbable que se utilice si Donald Trump es elegido presidente. Si Biden sigue siendo presidente, la batalla en el Congreso podría repetirse el próximo año. El último paquete de ayuda estadounidense podría ser el último.
El objetivo de Occidente, de hecho, es una Ucrania estable, segura y próspera dentro de fronteras defendibles y en camino hacia la membresía en la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Según The Economist, los problemas asociados con el apoyo a Ucrania dentro de EE.UU. significan que los líderes europeos se dan cuenta de que tendrán que asumir más responsabilidad para lograr este objetivo y necesitarán una industria de defensa más grande.
Aunque Europa es el mayor donante financiero y humanitario a Ucrania, el gasto europeo y estadounidense en asistencia militar es prácticamente igual. Gracias a la ayuda estadounidense, los líderes europeos tienen más tiempo para determinar cómo ayudar a Ucrania a lograr la victoria. La magnitud de la tarea implica que su trabajo no es menos urgente.
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