
En su discurso de apertura, el Sr. Pham Nguyen Toan, Vicepresidente de la Asociación de Bienes Raíces de Vietnam y Editor en Jefe de la Revista Electrónica de Bienes Raíces de Vietnam, dijo que después de 40 años de Doi Moi, casi 950.000 empresas y más de 5 millones de hogares comerciales han contribuido con aproximadamente el 50% del PIB, creando empleos para el 80% de la fuerza laboral social.
“Lo más importante es el surgimiento de una clase de empresarios nacionales, comprometidos con la inteligencia y la aspiración, con la creencia de que ser rico no es sólo para ellos mismos sino también para servir a la Patria”, dijo el Sr. Toan.
Según él, el reto ahora es cómo lograr que las empresas vietnamitas se conviertan verdaderamente en "empresas nacionales", no solo con nacionalidad vietnamita, sino también con una misión nacional y la voluntad de ser autosuficientes. Para formar esta fuerza, según el Sr. Toan, se necesita una profunda transformación de la visión a la institución, de la capacidad a la convicción.

El Dr. Le Xuan Nghia, miembro del Consejo Asesor de Políticas del Primer Ministro, ex vicepresidente del Comité Nacional de Supervisión Financiera, dijo que la aspiración a la prosperidad para 2045 no es sólo un objetivo económico , sino también un viaje para crear una nación integralmente desarrollada, rica y humana.
Afirmó: «Si queremos ser fuertes y autosuficientes, debemos contar con empresas nacionales». Según el Sr. Nghia, el temple de las empresas nacionales se refleja en tres valores: autonomía y creatividad, audacia pionera; responsabilidad y humanidad, vinculando los intereses con la comunidad; y aspiraciones nacionales, haciendo negocios no solo con fines de lucro, sino también por el futuro del país.
“Solo cuando tengamos empresas que dominen la tecnología y la industria manufacturera, y alimenten la aspiración de alcanzar estándares internacionales desde dentro de la nación, podremos hacer realidad la aspiración de una nación industrial poderosa para 2045”, afirmó el Sr. Nghia.
El Embajador Pham Quang Vinh, miembro del Consejo Asesor de Políticas del Primer Ministro y ex Viceministro de Asuntos Exteriores , dijo que la aspiración de prosperidad para 2045 no es sólo una aspiración común a nivel nacional, sino que debe extenderse a cada individuo y a cada empresa.
Según él, la comunidad empresarial vietnamita, especialmente las empresas nacionales, es una fuerza vital para consolidar la posición del país en el ámbito internacional. Sin embargo, señaló que Vietnam ha superado la etapa inicial y ha entrado en la fase de reposicionamiento en la cadena de valor global.
A diferencia de Corea del Sur o Japón, que han protegido fuertemente a las empresas nacionales, Vietnam debe elegir su propio camino: fomentar y desarrollar las empresas nacionales en un entorno integrado, creando al mismo tiempo vínculos estrechos con las empresas de IED y las cadenas de valor nacionales.
Los expertos que participaron en el taller coincidieron en que la aspiración de prosperidad para 2045 sólo podrá hacerse realidad cuando se forme una fuerza empresarial nacional fuerte, capaz de liderar la cadena de valor y crear una economía autosuficiente y sostenible.
Las empresas nacionales no solo se enriquecen, sino que también se convierten en la vanguardia económica, contribuyendo a consolidar la posición de Vietnam en el nuevo orden económico. Esto se considera la base para que el país avance hacia el objetivo de convertirse en un país desarrollado y de altos ingresos para 2045.
Fuente: https://daibieunhandan.vn/phat-huy-suc-manh-cua-doi-ngu-doanh-nghiep-dan-toc-10389583.html
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