![]() |
| La Universidad de Medicina y Farmacia premia a los mejores estudiantes de sus carreras en formación del ciclo escolar 2024-2025. Foto: TL |
En el contexto de la masiva apertura de carreras universitarias en los últimos años, la compensación entre calidad y cantidad ha tenido consecuencias. Los médicos y abogados incompetentes representan un peligro potencial para la sociedad. Esta política demuestra la valentía y la determinación de los organismos estatales para revitalizar la educación universitaria, priorizando los intereses sociales, ya que tanto la medicina como el derecho son profesiones que requieren alta precisión, responsabilidad y ética profesional.
La calidad de la producción es un factor innegociable. Es difícil aceptar que un médico se gradúe de una facultad que carece de laboratorios y de camas de prácticas, o que sus profesores solo lean libros de texto sin experiencia clínica.
De la misma manera, un abogado o juez que carezca de sólidos conocimientos de base y de habilidades en litigio y consultoría distorsionará la justicia y afectará los derechos legítimos de individuos y organizaciones.
El endurecimiento de los criterios, en particular los de profesorado permanente con experiencia práctica e instalaciones de prácticas cualificadas, permitirá seleccionar y retener centros de formación verdaderamente capaces de invertir y comprometerse con la calidad. Además, esta política ayuda a evitar que algunas unidades se aprovechen de la alta demanda de formación para abrir carreras con fines de lucro sin invertir adecuadamente en la calidad de la formación.
Si bien la política es correcta, el proceso de implementación inevitablemente enfrentará importantes dificultades que deben reconocerse. La principal es la escasez de docentes. En realidad, los docentes altamente calificados con muchos años de experiencia en los campos médico y legal son recursos escasos y costosos. Exigir una alta proporción de docentes permanentes ejercerá presión sobre las escuelas, especialmente las escuelas privadas de reciente creación, que ya tienen dificultades para competir con grandes hospitales o importantes bufetes de abogados para atraer talento.
A continuación, se presenta la dificultad de las instalaciones de práctica estándar. Construir un hospital universitario, un tribunal simulado o un laboratorio médico moderno requiere una enorme inversión de capital y un largo período de tiempo, una carga financiera que muchas escuelas no pueden afrontar de inmediato. Además, existe el riesgo de aplicar criterios de forma rígida e inflexible entre regiones o tipos de escuelas, lo que genera injusticia en la evaluación.
Por lo tanto, para implementar esta política, el Gobierno necesita contar con soluciones prácticas de apoyo, junto con la determinación de mantener la calidad básica. Si lo hacemos, el resultado final será una generación de buenos médicos y un equipo de abogados dedicados y competentes. Esta es una base sólida para construir una sociedad sana y un sistema de justicia justo.
Fuente: https://baothainguyen.vn/xa-hoi/202512/siet-dao-tao-bac-si-cu-nhan-luat-56f445e/







Kommentar (0)