La enmienda a la Ley de Alta Tecnología que está considerando la Asamblea Nacional no solo tiene como objetivo concretar la Resolución 57-NQ/TW sobre avances en el desarrollo científico y tecnológico, la innovación y la transformación digital, sino que también abre importantes oportunidades para que Vietnam mejore su competitividad a la hora de atraer flujos de capital de inversión extranjera directa de alta tecnología que están cambiando drásticamente en todo el mundo.
El cambio de la cantidad a la calidad
Vietnam ha cosechado numerosos éxitos en la atracción de IED durante las últimas tres décadas, con un capital de inversión total superior a los 400.000 millones de dólares, lo que ha contribuido significativamente al crecimiento de las exportaciones, la creación de empleo y el desarrollo de la infraestructura industrial.
Sin embargo, la mayoría de los proyectos de IED siguen centrándose en el ensamblaje y el procesamiento, con un bajo valor añadido. Mientras tanto, los campos de alta tecnología como los semiconductores, la inteligencia artificial, la biotecnología o los nuevos materiales representan solo una proporción muy limitada.
La situación descrita anteriormente supone un gran desafío para la transformación de la economía de Vietnam, pasando de un modelo de crecimiento basado en mano de obra barata a una economía basada en la innovación y la tecnología avanzada.

El proyecto de ley revisada sobre alta tecnología se elaboró para superar estas limitaciones.
Según un artículo del Centro para la Comunicación de la Ciencia y la Tecnología, uno de los aspectos más importantes es elevar los criterios para identificar empresas de alta tecnología, exigiendo que estas posean o adquieran tecnología clave a nivel de «innovación y desarrollo» o «dominio y perfeccionamiento». El objetivo es atraer proyectos de inversión extranjera directa (IED) con verdadero valor tecnológico, en lugar de basarse únicamente en el capital invertido o la superficie de la fábrica.
Además, el proyecto de ley clasifica a las empresas de alta tecnología en dos grupos para aplicar diferentes mecanismos de incentivos fiscales.
En el que el grupo 1 está destinado a empresas con más del 30% de capital en manos de inversores nacionales, que disfrutan de los mayores incentivos: exención del impuesto sobre la renta de sociedades durante 4 años, reducción del 50% durante los siguientes 9 años y tipo impositivo preferencial del 10% durante 15 años.
El Grupo 2 está compuesto principalmente por empresas con inversión extranjera directa (IED) de propiedad 100% extranjera, que solo están exentas de impuestos durante 2 años, con una reducción del 50% a los 4 años y una tasa impositiva preferencial del 15%.
Esta estratificación tiene como objetivo equilibrar los incentivos para atraer inversión extranjera directa y alentar a las empresas vietnamitas a participar más profundamente en la cadena de valor de alta tecnología, evitando al mismo tiempo la situación de "fuga de incentivos" sin crear un valor añadido real.
El borrador también propone abolir el Certificado de Empresa de Alta Tecnología y sustituirlo por un mecanismo de autoevaluación basado en criterios. Esta solución busca reducir los trámites administrativos y agilizar la determinación de los incentivos, pero también establece altos requisitos de transparencia y supervisión, y exige una normativa transitoria clara para que las empresas existentes no pierdan los incentivos al tiempo que cumplen con los nuevos criterios.
La Ley de Alta Tecnología revisada tendrá un doble impacto.
La modificación de la Ley de Alta Tecnología también abre oportunidades para que Vietnam construya un ecosistema de alta tecnología sincronizado, lo que ayuda a que los flujos de capital de inversión extranjera directa difundan la tecnología a las empresas nacionales.
Además de los flujos de capital, la inversión extranjera directa en alta tecnología aporta tecnología avanzada, conocimientos de gestión modernos, estándares técnicos, capacitación de recursos humanos y, sobre todo, oportunidades de transferencia de tecnología. Estos son factores decisivos para ayudar a los países a construir sólidas cadenas de suministro nacionales.
La experiencia de Corea del Sur, Singapur e India demuestra que atraer a grandes corporaciones tecnológicas como Samsung, Intel y Google no solo depende de los incentivos fiscales, sino también de la capacidad para crear un entorno jurídico estable, una infraestructura de investigación moderna y mecanismos de vinculación eficaces entre las empresas de inversión extranjera directa, las empresas nacionales, los institutos y las escuelas.
Vietnam cuenta con ventajas derivadas de sus abundantes recursos humanos, un gran mercado y una ubicación geográfica estratégica, pero necesita complementar estas ventajas con políticas de apoyo sincronizadas para convertir este potencial en una ventaja competitiva real.
Para que la Ley de Alta Tecnología revisada se convierta realmente en un "imán" para atraer IED estratégica, los expertos proponen una solución para medir la capacidad de absorción de tecnología de las empresas vietnamitas y diseñar un mecanismo de modernización adecuado.
Además, es necesario atraer IED orientada al liderazgo, la difusión y la transferencia de conocimiento. Los proyectos de IED deben contar con planes claros y medibles para la cooperación en I+D, la formación de recursos humanos o la transferencia de tecnología.
Es necesario fomentar los vínculos entre las empresas de inversión extranjera directa, las empresas nacionales, los institutos y las escuelas mediante programas de cofinanciación para la investigación, el desarrollo de clústeres industriales innovadores y centros de investigación...
Los expertos también creen que, cuando se implemente de forma simultánea, la Ley de Alta Tecnología revisada tendrá un doble impacto: atraerá flujos de capital de inversión extranjera directa con alto valor tecnológico y mejorará la capacidad de las empresas nacionales, contribuyendo a la formación de un ecosistema de innovación sostenible.
Esta es una condición importante para que Vietnam no solo se convierta en un destino atractivo para las empresas tecnológicas, sino que también desarrolle una capacidad proactiva en investigación y producción de tecnología avanzada; una oportunidad para que Vietnam transforme su modelo de crecimiento, pasando de depender de recursos baratos a una economía innovadora, de alta tecnología y sostenible.

Fuente: https://vietnamnet.vn/tao-nen-tang-moi-thu-doanh-nghiep-fdi-chat-luong-thoat-canh-lap-rap-va-gia-cong-2465157.html






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