Un estudio de la Universidad de Aberdeen en Escocia, Reino Unido, muestra que un desayuno nutritivo puede prevenir los antojos o la sensación de hambre.
| Desayuna yogur griego o frutos rojos. (Fuente: Getty Images) |
Si empiezas el día con un desayuno sano y nutritivo, tus niveles de energía estarán garantizados durante todo el día y te resultará más fácil controlar la cantidad de comida que ingieres en las siguientes comidas.
El equipo de la Universidad de Aberdeen preparó comidas para 30 voluntarios durante dos meses, incluyendo desayuno, almuerzo y cena, con alrededor de 1.700 calorías diarias.
La investigadora Alexandra Johnstone señaló que los voluntarios pasaron cuatro semanas consumiendo la misma proporción nutricional de 30% de proteínas, 35% de carbohidratos y 35% de grasas.
En cuanto a la distribución de calorías, consumían el 45% de sus calorías diarias en el desayuno, el 35% en el almuerzo y el 20% en la cena. Tras una semana de descanso, este grupo pasó a consumir la mayor parte de las calorías en la cena.
En este estudio, los voluntarios consumieron el 20% de sus calorías en el desayuno, el 35% en el almuerzo y el 45% en la cena. Los resultados mostraron que, independientemente de si el desayuno o la cena fueron ricos en calorías, el gasto energético y la capacidad de pérdida de peso fueron los mismos en ambos grupos.
Sin embargo, comer más por la mañana les hace sentir menos hambre y sus antojos también disminuyen considerablemente. Esto puede ayudar a mantenerse en forma y controlar el peso a largo plazo.
Los nutricionistas recomiendan desayunar los siguientes platos para aportar suficiente nutrición al cuerpo, asegurar la saciedad y la energía necesaria para trabajar, limitando así los antojos entre comidas y controlando la ingesta de alimentos de forma más eficaz: huevos, yogur griego, café, avena, semillas de chía, bayas (fresas, arándanos...), frutos secos (almendras, nueces, anacardos...), té verde, batidos de proteínas, frutas, tostadas integrales y queso fresco.
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