Pero ahora, el Dr. Michael Mosley, un ex médico británico, ha revelado que la clave para vivir más tiempo es sorprendentemente "cultivar" virus "buenos" en el intestino, según el Daily Mail .
Ésta es la conclusión de una reciente investigación sobre los secretos de los centenarios en Japón y Cerdeña.
Los japoneses son famosos por su longevidad, y los habitantes de la isla italiana de Cerdeña también tienen el mayor porcentaje de personas que viven 100 años o más en el mundo .
Antes se pensaba que la razón se debía a la alimentación y al estilo de vida, pero ahora parece que tener bacterias buenas en el intestino también puede ser la solución.
¿Qué encontró el estudio?
En un estudio publicado en la revista científica Nature Microbiology a principios de mayo, científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de la Universidad de Harvard (EE.UU.) analizaron muestras de heces de casi 200 centenarios de estas dos zonas para encontrar pistas sobre su longevidad.
Los resultados encontraron que, en comparación con las personas de 60 años, los centenarios tenían más bacterias "buenas" y virus "buenos" en sus intestinos, según el Daily Mail .
Quizás le sorprenda saber que, además de las bacterias ya mencionadas, existen muchos virus y hongos que viven en el intestino humano.
La gente a menudo piensa que los virus son dañinos y causantes de enfermedades, pero también hay muchos virus inofensivos y algunos que parecen ser beneficiosos.
Los centenarios tienen más bacterias y virus "buenos" en sus intestinos
Entonces, ¿qué hacen los virus en los intestinos de los centenarios para ayudarlos a mantenerse saludables?
Como mínimo, atacan y destruyen las bacterias "malas" que causan inflamación e infecciones en el intestino.
Estos virus especiales, llamados bacteriófagos (virus que matan bacterias), son muy comunes y se utilizan cada vez más en medicina como alternativa a los antibióticos, especialmente en el tratamiento de infecciones intestinales y resistentes a múltiples fármacos.
Los investigadores creen que, además de eliminar bacterias dañinas, algunos virus presentes en el intestino de los centenarios también producen grandes cantidades de sulfuro de hidrógeno ( H₂S ). Este gas ayuda a mantener el revestimiento intestinal, lo que facilita la absorción de nutrientes, a la vez que impide que bacterias y toxinas se filtren al torrente sanguíneo. Esto ayuda a prevenir la inflamación crónica y enfermedades propias del envejecimiento, como la artritis, las enfermedades cardíacas, la demencia y el cáncer.
El H2S también tiene poderosos efectos antiinflamatorios y antioxidantes, ayudando a proteger el cerebro, el corazón, el hígado y otros órganos.
Los bacteriófagos son muy populares y se utilizan cada vez más en medicina como alternativa a los antibióticos.
En pequeñas dosis, el H 2 S también puede mejorar la eficiencia de las mitocondrias, consideradas la “batería” de la célula, contribuyendo así a mejorar la energía y la salud celular.
¿Qué se debe hacer para mejorar la microflora intestinal?
Consuma más fibra : El mayor contenido de fibra se encuentra en la cebolla, el ajo, los espárragos, las alcachofas, las hojas de diente de león, los plátanos y las algas. En general, las frutas, las verduras, los frijoles y los cereales integrales como el trigo, la avena y la cebada son buenas fuentes de fibra prebiótica, según la Universidad de Harvard.
Las verduras y legumbres ricas en fibra, los vegetales verdes ricos en azufre, como el brócoli, la coliflor, el repollo, la lechuga y los rábanos, ayudarán a aumentar la producción de H 2 S en el interior del cuerpo.
Consume más alimentos probióticos : Los alimentos probióticos contienen bacterias beneficiosas que pueden modificar el microbioma intestinal. Estos incluyen alimentos fermentados como el yogur, los encurtidos, la salsa de soja, la kombucha, el kimchi, los platos con soja fermentada y el chucrut.
Pasar más tiempo con los seres queridos : Se ha demostrado que esto ayuda a vivir más. Un estudio con 117 personas, publicado en la revista Nature en 2019, reveló que quienes tenían familias felices o amigos cercanos tenían una flora intestinal más rica y diversa que quienes vivían solos o socialmente aislados. Por lo tanto, mantenerse en contacto con amigos también es una buena manera de fortalecer la flora intestinal, según el Daily Mail .
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