Consecuencias imprevisibles del abuso del tabaco
El señor Man (50 años), residente en la región suroeste, fumaba desde hacía muchos años unos dos paquetes de cigarrillos al día. Hace aproximadamente un mes, le apareció una úlcera persistente en el dedo anular de la mano derecha, acompañada de un dolor constante en la punta del dedo, que le provocaba insomnio.
| Fotografía ilustrativa. |
Inicialmente, acudió al hospital provincial, donde le diagnosticaron una enfermedad de las uñas. Tras varias extirpaciones de piel, medicación y cambios de apósitos sin mejoría, el médico sospechó que padecía isquemia, un signo de enfermedad vascular periférica.
Los resultados de la ecografía y la tomografía computarizada mostraron que los grandes vasos sanguíneos circulaban con normalidad, pero los pequeños vasos del brazo derecho estaban gravemente inflamados y obstruidos. El Sr. Man fue trasladado al Hospital General Tam Anh de Ciudad Ho Chi Minh para recibir tratamiento intensivo.
Según el Dr. Nguyen Anh Dung, jefe del Departamento de Cirugía Torácica y Vascular, al Sr. Man se le diagnosticó la enfermedad de Buerger (tromboangeítis obliterante), una enfermedad rara causada por inflamación no aterosclerótica, que suele afectar a los vasos sanguíneos pequeños y medianos de los brazos y las piernas.
El Dr. Dung explicó que la enfermedad de Buerger es una combinación de inflamación y formación de coágulos en los vasos sanguíneos, lo que reduce el flujo sanguíneo a las extremidades. Si no se trata a tiempo, los dedos de las manos o de los pies pueden adquirir un color morado oscuro, ulcerarse, infectarse e incluso necrosarse, lo que requiere amputación. Los casos graves pueden provocar complicaciones potencialmente mortales como la sepsis.
La principal causa de la enfermedad de Buerger es el tabaquismo. Las sustancias químicas del humo del cigarrillo estimulan el sistema inmunitario, provocando que ataque las paredes de los vasos sanguíneos, causando inflamación y daño. Tanto el tabaquismo activo como el uso de cigarrillos electrónicos y el tabaquismo pasivo pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Debido a que los vasos sanguíneos obstruidos se encontraban en zonas muy pequeñas y profundas, los médicos no pudieron realizar procedimientos intervencionistas como la angioplastia o la colocación de stents. En su lugar, el equipo decidió realizar una simpatectomía torácica, un método indirecto para dilatar los vasos y mejorar la circulación sanguínea.
La cirugía dura unos 15 minutos. El cirujano realiza dos pequeñas incisiones de 5 mm en la axila, inserta el dispositivo en el tórax y extirpa el ganglio simpático. La extirpación del ganglio ayuda a dilatar los vasos sanguíneos periféricos, aumentando el flujo sanguíneo a la extremidad, reduciendo el dolor debido a la isquemia tisular y favoreciendo la cicatrización.
Tras la cirugía, el Sr. Man recuperó la temperatura en la mano y el dolor remitió rápidamente. Le dieron el alta dos días después y el médico le recomendó dejar de fumar para evitar una recaída.
Según el Dr. Dung, la enfermedad de Buerger suele desarrollarse de forma silenciosa. En las primeras etapas, puede manifestarse únicamente con ardor, entumecimiento u hormigueo en manos y pies. Posteriormente, aparecen pequeñas úlceras en los dedos de las manos y los pies, además de cambios en la coloración de la piel. En etapas más avanzadas, el paciente puede experimentar calambres, coágulos de sangre, enrojecimiento, coloración azulada o morada, y entumecimiento y frío en los dedos: claros signos de gangrena.
Sin una intervención oportuna, el paciente corre el riesgo de tener que amputarle un dedo o una extremidad, especialmente cuando la infección se propaga y causa necrosis grave.
Para prevenir la enfermedad de Buerger, los médicos recomiendan evitar fumar por completo, incluyendo cigarrillos convencionales, cigarrillos electrónicos y el tabaquismo pasivo. Además, se aconseja mantener las manos y los pies calientes, sobre todo en climas fríos; hacer ejercicio regularmente para mejorar la circulación sanguínea; evitar permanecer sentado o de pie en la misma posición durante mucho tiempo; y no usar ropa demasiado ajustada, ya que puede causar problemas circulatorios.
Además, es necesario controlar enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, y realizarse chequeos médicos regulares para detectar signos tempranos de anomalías en los vasos sanguíneos y prevenir complicaciones peligrosas.
El sobrepeso y la obesidad están relacionados con la demencia.
El sobrepeso y la obesidad no solo causan enfermedades metabólicas como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, sino que también están estrechamente relacionados con trastornos neurocognitivos, especialmente la demencia. Un buen control del peso se considera una de las medidas eficaces para reducir el riesgo de disfunción cerebral.
La información anterior fue compartida por expertos médicos en la conferencia científica "Tratamiento multimodal de la obesidad", organizada recientemente por el Instituto TAMRI.
En su intervención durante la conferencia, el Dr. Le Van Tuan, neurólogo, afirmó que la demencia es un trastorno neurológico común que puede manifestarse en distintos grados, afectando la memoria, el lenguaje y la movilidad. La obesidad es uno de los factores de riesgo cada vez más reconocidos.
Las personas obesas tienen un alto riesgo de padecer enfermedades vasculares como hipertensión arterial, accidente cerebrovascular y diabetes. Estos factores afectan directamente al sistema nervioso y a la función cognitiva. En particular, la resistencia a la insulina en el cerebro, similar a la diabetes tipo 3, es uno de los mecanismos que causan trastornos metabólicos e inflamación cerebral, lo que podría estar relacionado con la enfermedad de Alzheimer.
“Las personas obesas suelen acumular tejido adiposo, sobre todo en la zona abdominal. Cuando este tejido supera el umbral necesario, no solo almacena energía, sino que también secreta sustancias que alteran el sistema endocrino y nervioso. Esto aumenta el riesgo de resistencia a la leptina, la hormona que controla la saciedad, lo que conduce a la obesidad y afecta negativamente a las funciones superiores del sistema nervioso”, explicó el Dr. Tuan.
Además, las personas con sobrepeso son susceptibles a trastornos de la microbiota intestinal, que afectan directamente al eje intestino-cerebro y contribuyen a la neurodegeneración. Numerosos estudios demuestran que a mayor IMC, menor es el volumen de materia gris y el grosor de la corteza cerebral, lo que repercute significativamente en la capacidad cognitiva.
La Dra. Hoang Thi Hong Linh, MSc., del Centro de Pérdida de Peso Tam Anh, afirmó que la obesidad está relacionada con más de 200 tipos diferentes de complicaciones, incluidos trastornos del sistema nervioso central.
Según la Dra. Linh, los agonistas del receptor GLP-1 (GLP-1 RA), un grupo de fármacos modernos para la pérdida de peso, no solo ayudan a controlar el peso, sino que también tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes en el cerebro. En particular, los GLP-1 RA tienen la capacidad de cruzar la barrera hematoencefálica, favorecer la señalización de la insulina en el cerebro y proteger las células nerviosas de la inflamación crónica, una de las principales causas de la enfermedad de Alzheimer.
“El agonista del receptor GLP-1 no solo favorece eficazmente la pérdida de peso, sino que también ayuda a mantener el metabolismo energético y a mejorar la función cognitiva, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer. En personas con diabetes tipo 2 u obesidad, el agonista del receptor GLP-1 reduce significativamente el riesgo de demencia”, afirmó el Dr. Linh.
Según los expertos, la obesidad no solo afecta a las personas mayores, sino que también está afectando cada vez más a los jóvenes. Numerosos estudios demuestran que los jóvenes con obesidad tienden a tener menor concentración, dificultades de comprensión lectora y signos tempranos de demencia leve.
“Las investigaciones que combinan obesidad, GLP-1 y disfunción cognitiva podrían abrir la puerta a la detección precoz de la demencia en personas con sobrepeso. Un tratamiento eficaz y proactivo de la obesidad ayudará a prevenir el riesgo de daño neurológico desde una etapa temprana”, enfatizó el Dr. Hoang.
Los expertos destacan que la pérdida de peso no solo mejora la figura, sino que también es una estrategia para prevenir y tratar muchas enfermedades peligrosas, incluida la demencia. La pérdida de peso controlada, especialmente mediante métodos científicamente probados como el uso de agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1 RA), ayuda a mejorar tanto el metabolismo como la función cerebral sin causar daño, sobre todo en las personas mayores.
La obesidad es una enfermedad fundamental de la era moderna, con efectos silenciosos pero profundos. Por lo tanto, la detección, el tratamiento y el control del peso no son solo cuestiones estéticas, sino también necesidades urgentes para proteger la inteligencia y la calidad de vida a largo plazo.
Cirugía robótica para el timoma paracardíaco
Un hombre de 61 años acaba de ser operado para extirparle un tumor de timo de gran tamaño, situado cerca del corazón y de los principales vasos sanguíneos. La cirugía se realizó mediante un moderno sistema robótico para minimizar el riesgo de complicaciones y facilitar una rápida recuperación del paciente.
Hace dos años, el Sr. Vien (de 61 años) presentó síntomas de tos, fiebre y dolor torácico. En el hospital, una tomografía computarizada de tórax reveló daño pulmonar y un tumor mediastínico de 6 cm, además de un nódulo de 1 cm en el lóbulo superior del pulmón derecho.
La Dra. Le Thi Ngoc Hang (Departamento de Cirugía Torácica y Vascular) realizó biopsias endoscópicas en ambas localizaciones. Los resultados mostraron que el nódulo pulmonar era causado por una infección fúngica, mientras que el tumor mediastínico era un timoma benigno. Dado que el tumor no comprimía los órganos circundantes, la doctora decidió no operar y solo trató la infección fúngica pulmonar durante tres meses. El Sr. Vien se recuperó gradualmente y la fiebre y la tos desaparecieron.
Hace un mes, el Sr. Vien regresó para un chequeo debido a dolores torácicos recurrentes. Una nueva tomografía computarizada mostró que el tumor había crecido hasta alcanzar un tamaño de 10 x 8 x 5 cm, ubicado justo al lado del corazón, cerca de la aorta y la vena cava. Si bien el tumor aún no se había adherido a los vasos sanguíneos, debido a su gran tamaño, causaba compresión y representaba un riesgo potencial de complicaciones si no se intervenía con prontitud.
El Dr. Nguyen Anh Dung, jefe del Departamento de Cirugía Torácica y Vascular, determinó que el tumor era demasiado grande para operarlo por vía endoscópica. Si se abriera el tórax, el riesgo de dañar el corazón y los vasos sanguíneos sería elevado debido al reducido espacio quirúrgico. Además, la esternonectomía aumentaría el riesgo de infección, hemorragia y prolongaría el tiempo de recuperación.
Para minimizar los riesgos, el equipo quirúrgico utilizó el sistema robótico quirúrgico Da Vinci Xi. Este robot cuenta con cuatro brazos flexibles que se introducen en el tórax a través de pequeñas incisiones de tan solo 8 mm. Los brazos robóticos pueden girar 540 grados, simulando las muñecas humanas, lo que permite al cirujano operar con precisión en zonas quirúrgicas profundas y estrechas.
“El Da Vinci Xi es el primer robot con un mango integrado para soldadura y hemostasia, lo que permite cortar y tratar el sangrado de inmediato sin cambiar de instrumentos. Esto ayuda a minimizar la pérdida de sangre, lo cual es especialmente importante para pacientes ancianos o pacientes con enfermedades subyacentes”, dijo el Dr. Dung.
Tras más de una hora, la cirugía fue un éxito. El paciente solo tenía una pequeña incisión, casi no sentía dolor, pudo caminar con suavidad al día siguiente y fue dado de alta dos días después.
Los resultados de la patología mostraron que el Sr. Vien padecía un carcinoma tímico no invasivo en estadio temprano. El paciente recibió un tratamiento de quimioterapia y radioterapia para prevenir la recidiva.
Según la Dra. Le Thi Ngoc Hang, el timo se encuentra detrás del esternón y desempeña un papel importante en la producción de linfocitos T, un componente esencial del sistema inmunitario. El timo puede desarrollar tumores benignos o carcinoma tímico (CTE).
Los timomas benignos suelen crecer lentamente y rara vez se diseminan. En cambio, los carcinomas tímicos malignos progresan rápidamente, con riesgo de invasión y metástasis.
En las primeras etapas, la enfermedad a menudo no presenta síntomas evidentes. Muchos pacientes solo son diagnosticados cuando el tumor ha crecido considerablemente y comprime órganos circundantes como el corazón, los pulmones o los vasos sanguíneos. Algunos síntomas a tener en cuenta incluyen: dolor en el pecho, ronquera, dificultad para respirar, tos con sangre...
“Los chequeos médicos regulares y las imágenes torácicas son formas eficaces de detectar tumores mediastínicos en una etapa temprana, lo que aumenta las posibilidades de un tratamiento exitoso”, recomendó el Dr. Hang.
Fuente: https://baodautu.vn/tin-moi-y-te-ngay-57-he-luy-khon-luong-khi-lam-dung-thuoc-la-d322270.html






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