El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habla en un mitin el 13 de mayo en Estambul.
Según The Guardian , el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, distribuyó regalos a los votantes mientras los ciudadanos del país se preparaban para votar en las elecciones generales del 14 de mayo.
Erdogan anunció que el gas natural sería gratuito para los ciudadanos. El líder turco también aumentó los salarios de los funcionarios públicos en un 45% e incluso afirmó que el país había encontrado petróleo.
Los ciudadanos turcos en Estambul también fueron invitados a abordar un gigantesco buque de guerra gris en el puerto para pasear por la cubierta y disfrutar del esplendor del futuro de alta tecnología del país.
Estas medidas son un intento del Sr. Erdogan de atraer votantes después de que muchas encuestas mostraban que el actual presidente turco lideraba detrás del candidato de la oposición Kemal Kilicdaroglu.
En una manifestación multitudinaria en Estambul el fin de semana pasado, Erdogan reprodujo un video de un grupo militante kurdo expresando su apoyo a su rival Kilicdaroglu, a quienes Erdogan ha llamado enemigos del Estado. Sin embargo, se cree que el video es un deepfake.
Kemal Kilicdaroglu, líder del opositor Partido Republicano del Pueblo, lidera las encuestas.
Los votantes turcos se enfrentan a dos opciones radicalmente diferentes. El presidente Erdogan, líder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), ha prometido un "siglo turco". Mientras tanto, la oposición, liderada por Kilicdaroglu, ha hecho campaña con la promesa de que "volverá la primavera". Se han comprometido a reformar las políticas de Erdogan, siendo un punto clave el retorno a la democracia parlamentaria.
Las elecciones generales se celebran apenas tres meses después de que un devastador terremoto causara la muerte de más de 50.000 personas en Turquía. Un plan para la reconstrucción rápida y a gran escala de gran parte del sur de Turquía, devastada por el terremoto, fue un pilar central de la campaña de Erdogan.
"Nuestro objetivo es reconstruir la zona del terremoto", dijo Erdoğan a los sobrevivientes un mes después del terremoto, y agregó que el gobierno construiría 319.000 casas en el primer año y 650.000 en total.
La construcción y el desarrollo de infraestructuras han sido la columna vertebral del gobierno de Erdogan durante las últimas dos décadas. Erdogan ha proyectado la presencia estatal mediante nuevas carreteras, aeropuertos y grandes edificios nuevos incluso en las ciudades turcas más pequeñas, en medio de acusaciones de corrupción generalizada en el sector de la construcción.
Pero para algunos de los millones de turcos desplazados por el terremoto, las promesas gubernamentales de soluciones rápidas significan poco. Casi un mes después de que Elise Aslan y su familia se vieran obligados a huir de su hogar en la provincia de Hatay, funcionarios de la agencia turca de ayuda en caso de desastre aún intentan acordar planes de pago para su vivienda pública. "No se concretará hasta dentro de un año", dijo Aslan.
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