Los negociadores de los partidos Demócrata y Republicano están intensificando sus esfuerzos para alcanzar un acuerdo que eleve el techo de la deuda estadounidense (actualmente en 31,4 billones de dólares) y ayude al país a evitar un impago. Tras una reunión de cuatro horas en la Casa Blanca el 24 de mayo (hora local), el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, afirmó que las negociaciones están avanzando y continuarán.
También predijo que ambas partes llegarán a un acuerdo, aunque aún quedan algunos asuntos sin resolver. Mientras tanto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, también se muestra optimista sobre la posibilidad de encontrar un punto de acuerdo si las negociaciones continúan de buena fe.
Aun así, la Casa Blanca y los demócratas han acusado a los republicanos de secuestrar la economía para impulsar su agenda. Afirman que los republicanos deben hacer más concesiones porque necesitarán los votos demócratas para aprobar cualquier acuerdo.
En respuesta, McCarthy enfatizó que cualquier acuerdo no debe aumentar los impuestos y debe recortar parte del gasto del gobierno de Estados Unidos (alrededor del 8% para el año fiscal 2024, que comienza en octubre de 2023), en lugar de mantenerlo en el nivel de este año como lo exige el Partido Demócrata.
El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, habla con los medios en Washington el 24 de mayo. Foto: REUTERS
Reuters afirmó que se agotaba el tiempo para las negociaciones. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtió que el gobierno podría incumplir su deuda incluso el 1 de junio, mientras que la aprobación de la legislación pertinente en un Congreso dividido podría llevar tiempo.
La Casa Blanca estima que un impago prolongado podría costar 8,3 millones de empleos y llevar la economía a una recesión, lo que tendría un impacto negativo en el resto del mundo. Mientras tanto, Moody's Analytics estima que un impago que dure menos de una semana podría resultar en la pérdida de 1,5 millones de empleos.
Por otra parte, la agencia estadounidense de calificación crediticia Fitch Ratings advirtió el 24 de mayo que el estancamiento en las negociaciones sobre el techo de la deuda podría afectar negativamente a la calificación crediticia de la mayor economía del mundo.
Fitch ha colocado la calificación crediticia AAA de EE. UU. en "vigilancia de rebaja", lo que refleja la preocupación por las actuales negociaciones sobre el techo de la deuda y la posibilidad de un impago sin precedentes. La agencia también prevé que el gobierno estadounidense seguirá gastando más de lo que ingresa, lo que generará un déficit presupuestario equivalente al 6,5 % del PIB en 2023 y al 6,9 % del PIB en 2024.
Otra agencia de calificación crediticia, Moody's (EE. UU.), también otorga actualmente la máxima calificación "AAA" al crédito estadounidense, con la expectativa de que Washington continúe pagando sus deudas puntualmente. Sin embargo, las declaraciones públicas de los legisladores durante las negociaciones del techo de la deuda podrían obligar a la agencia a modificar su evaluación.
Mientras tanto, la agencia estadounidense de calificación crediticia Standard & Poor's ha mantenido la calificación crediticia de EE. UU. en AA+, un nivel por debajo de AAA. Anteriormente, Standard & Poor's había rebajado la calificación crediticia de EE. UU. cuando el país estuvo al borde del impago en 2011, lo que provocó una oleada de ventas en el mercado bursátil.
El señor George Mateyo, director de inversiones de Key Private Bank (EE.UU.), comentó que no sería sorprendente que el escenario de 2011 se repitiera y advirtió que el estancamiento actual podría llevar a una fuerte pérdida de confianza en el sistema financiero estadounidense.
[anuncio_2]
Fuente
Kommentar (0)